¡Reencuentros!

792 56 6
                                    

Desperte como en los últimos tres días con la esperanza de que ese día encontrarían a Melissa. La casa se sentía tan vacía sin ella, sin su risa, sin su precencia en todos lados. Me duche y me vestí, le di de comer a Farley y como en los últimos días se negaba a comer.

- Vamos Farley, tienes que comer..- le hablo agachandome y acariciando su cabeza.- yo también la hecho de menos...- le hablo, la pequeña perrita solo lloraba sin sesar desde la desaparición de Mel y se negaba a comer.

Llame al detective para saber si había alguna noticia del paradero de Melissa pero como hace tres días no había nada. La preocupación por saber de ella me estaba carcomiendo por dentro, el no saber si Amanda la estaba maltratando o si Mel ya había tenido a la bebe. Ella el día de ayer ya entraba en los nueve meses y tenía miedo de que haya tenido a la bebe sola, en los libro que leí decian que los embarazos de primerizos por lo general se adelantaban.

Pase el resto del día ignorando las llamadas de nuestros amigos, no tenía ganas de hablar con nadie, no quería saber de nadie, solo quería que Mel regresara sana y con la bebe.

Solo quería a la mujer que amo en casa, segura. Los padres de Mel con sus hermanos habían llegado el mismo día del secuestro a la ciudad y venían todos los días a saber si había alguna noticia, pero regresaban al hotel con la misma desesperanza que todos los días. Les ofreci muchas veces que podian quedarse en la casa pero se negaban, sabía que era por el hecho de que estar en la casa de su hija sin ella les daba mas pena y dolor.

Saque al Farley a pasear y también a distraerme ya que no aguantaba estar en la casa sin ella mucho tiempo.
El día paso igual de lento que siempre desde que ella no estaba aquí, pero en la noche era cuando tenía un poco de paz mental, porque de noche cuando dormía era cuando no sentía dolor, cuando podía descanzar del miedo de no volverla a ver.

Me acoste en la cama con Farley a mi lado y como siempre me quede mirando al techo esperando que el sueño me llegara. Mi celular comenzo a sonar en la mesita de noche y me siento con apuro en la cama. Me debato por si atender ya que no reconocía el número y no quería atender a otro reportero más. Al final suspire y atendí la llamada.

- Hola?..- digo con cansancio cerrando los ojos.

- Hola!..- me llega la voz en un sollozo y me paro de la cama de golpe.

- Mel? Eres tú amor?..- pregunto buscando mi calzado para poder ponermelo, busco mi abrigo y no me importo que estaba en pijama.

- Si, soy yo..- me llega la voz y siento como el alma me vuelve al cuerpo.

- Donde estas?, ¿Estas bien?, ¿Estas herida?..- le pregunto al tiempo que buscaba las llaves del auto con desesperación.

- Estoy en el hospital, logre escapar, por favor ven..- escuchar su llanto me hizo derramar unas cuantas lágrimas.

- Mel no llores, voy en camino..- por fin encuentro las venditas llaves y salgo de la casa sin importarme si la puerta quedo bien cerrada.

El viaje al hospital fue el viaje en auto mas rapido que he hecho en mi vida y sinceramente no me importo saltarme unas cuantas señales de tránsito. Lo único que quería era llegar a Mel, llegar a ella y saber que se encontraba bien y sana, al igual que nuestra bebe.

Entro al hospital corriendo y me dirijo a la recepción.- En que habitación se encuentra Melissa Benoist?..- le pregunto a la chica que me da una mirada neutra.

- Lo lamento, no puede pasar. Esta bajo custodia policial y no se le permiten visitas hasta que la polícia le tome declaración..- me contesta limando sus uñas con mirada fastidiada y siento la ira crecer en mí.

Melwood: Te Miro A TíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora