Esa mañana, Matthew despertó tarde. ¿Desde cuándo él lo hacía? …se restregó los ojos, mirando a ambos lados de la cama. El olor de ____________ estaba impregnado, esa fragancia que lo tenía atrapado, reposaba sobre su almohada, pero ella…no estaba ahí.
Y le jodía…aún recordaba lo que ___________ y él habían estado a punto de hacer anoche. ¿Cómo lo iba a olvidar?...si de tan solo pensarlo, volvía excitarse tanto como ayer. Lo dejó pasar, porque era así, por que el presidente había confiado en él para esa misión, porque a ningún otro le había ordenado cuidar de su hija, solo a él…y resultaba que…terminaría siendo débil. Salió de su habitación, con el pantalón de pijama puesto. Y pensar que __________ estuvo a punto de quitárselo por completo…
Sam y __________ conversaban amablemente en la cocina. ____________ sentada sobre la encimera de la cocina, mientras Sam cocinaba. No se podía creer lo hermosa que se veía a plena mañana, despeinada, preciosa, nunca dejaba de serlo. ¿Cómo es que se hablarían ahora después de lo de ayer?
-Buenos días. – les dijo a los dos. Miró a __________ por el rabillo del ojo. Ella tampoco se atrevía a mirarlo, o al menos eso notaba.
-Hola. – le dijo. Colocándose de pie, abrió la nevera. Una coca-cola helada salió de ahí. - ¿Cómo amaneciste? – y él hubiera preferido contestar otra cosa, tal vez algo mejor…tal vez un ’contigo’.
-Bien…- la miró a los ojos. ____________ sonrió, silenciosamente, Sam los miraba desde atrás.
-Matthew, llamaron temprano.
-¿Quiénes?
-De la casa blanca. Era la secretaria, ha hablado con el presidente…
-¿Y qué te dijo? – tomó asiento en una de las sillas de la cocina.
-Pues nada, no tiene noticias. Todo sigue igual, según el ejército ha eliminado a todos los rusos posibles.
___________ observaba desde atrás. Aún podía sentir las manos de esos cabrones, atar las suyas.
-¿Le has dicho lo que paso ayer? – preguntó ______________.
-¿Para qué tu padre te asesine? No, muñeca. – Sam sonrió, y se volteó para darle vuelta a la cacerola húmeda.
-No volverá a suceder, lo prometo. – miró a Matthew. Mientras él trataba de ser discreto con ella. _________ lo conquistaba, con cada mirada, cada palabra y…ahora podía afirmarlo, con cada beso.
-Que mierda…- susurró Sam, observando los cajones de la cocina. - ¿Desde cuándo no compran aquí?
-Desde que tenía ocho. - __________ observó también los cajones.
-¿Y qué se supone que comeremos? – la miró despectivo
-Hay una tienda cerca…- intentó recordar ___________.
La verdad es que ni ella conocía bien el lugar.
-¿Y quieren que yo me vaya a compra ahí?
-Siempre se te ha dado por esas mariconadas. – farfulló Matthew. ____________ rio, mientras se alejaba discretamente para dejarlos solos.
-No jodas Matthew, a ti te gusta ir de compras. – Sam lo miró, furioso. Por un momento logró entender el verdadero propósito de los dos, aunque ninguno quería reconocerlo. – ah, claro, ya entiendo…- susurró, observando que ___________ no estaba cerca. - ¿te la vas a tirar, no?
-Lárgate ya.
-¿Es eso, cierto? – sonrió. – vaya, me demoraré entonces.
Matthew no pudo evitar reír. Sonreír. Estar feliz por lo que Sam insinuaba. Lo vio salir por la puerta principal, mientras _____________ leía un no sé qué sentada en el mueble.
-Que se diviertan. – sonrió Sam. Y valla que lo harían.
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I'll Be Your Protector - Matthew Espinosa Y Tu
FanfictionMatthew se aclaró la garganta. - ¿ Matthew? - murmuró el presidente. - ¿Me mando a llamar, señor? - preguntó rigiendo bien su cuerpo. Con compostura. - Sí, sí...ven pasa. Abrió un poco más la puerta, y entró. Bajo la cabeza, sin querer ser indis...