Capítulo 37

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La Ford Pick Up recorrió las ahora abandonas calles de Kappa por última vez. Y pensar que los tres habían llegado a esa misma isla…para pasar tantas cosas…para conocerse mejor…para protegerla a ella…para enamorarse. Amarse. Matthew apretó la mano derecha de __________ que, distraída, observaba las calles de Kappa con ternura, tal vez regocijo. Esa isla se convertiría desde entonces…en el lugar dónde lo conoció a él. Dónde habían vivido tantas aventuras, y dónde por fin se había entregado a un hombre por amor. Sintió las tibias manos de Matthew acariciar las suyas mientras que él seguía conduciendo. No perdía el semblante ni la posición militar. Era único. En todas sus maneras. Mirarlo y pensar: Oh Dios ahí va ese hombre insensible y sin corazón…cuando en realidad ______________ podía desmentir eso con pruebas, las de su corazón. Y sí, tal vez el hombre más frío del mundo podía tener corazón con una sola persona.

De pronto un disparo. Directo a las llantas delanteras. _________ se movió hacia adelante, empujada por la gravedad. Silencio. La Ford estaba detenida entre las penumbras, a mitad de camino, ni si quiera el sol se asomaba en aquella mañana fría. Y una buena pregunta, ¿de dónde habían provenido los disparos?
Matthew giró la cabeza hacia atrás, podía ver a ___________ con los reflejos. 

- Sam, sal del auto. – le indicó. Sam cogió la M-16, recargándola. - ¡ve hacia atrás ahora mismo! – este salió con rapidez de la camioneta, mientras Matthew intentaba encenderla de nuevo. - ¿dónde demonios está el helicóptero? – renegó para sí mismo. Y golpeó el timón. Observó a Sam por el retrovisor, en la parte trasera de la Ford, con la M-16 al mando, alerta. Fue entonces cuando Matthew encendió la camioneta una vez más. El motor empezó a funcionar. - ¡dispara a quién se te cruce en el camino! – gritó. Sam asintió, escuchando las indicaciones. La camioneta blindada empezó a moverse, con cierta ligereza por la lesión en ambas llantas delanteras.

Y sucedió de nuevo. Dos, tres, cuatro disparos seguidos fueron a parar a la puerta copiloto, la puerta de ___________.

- ¡Joder! – gritó Matthew._____________ se separó, cogiéndose de él. – Mantente conmigo…- le dijo, sin quitar la vista del parabrisas. Conduciendo lo más rápido posible para poder salir de esa jodida isla, antes de que todos los rusos aparecieran. – No va a pasarte nada… - ________ se aferró a él, a su poderoso brazo. Cerró los ojos con fuerza, cuando sintió tres disparos más en las puertas traseras. - ¡Sam dispara! – gritó por la ventanilla.

- ¡No veo a nadie! – gritó Sam desde atrás. Y empezó a buscar detenidamente. La vista le fallaba, rogaba tan solo que Matthew manejara más lento…para así poder ubicar-los…pero no fue necesario. Abrió los ojos al notar…que había millones de ellos…por todas partes… - ¡Ve más rápido! – le gritó, golpeando el metal que cubría la camioneta. Matthew escuchó sus gritos y los disparos que empezaban a apoderarse del lugar. Visualizó el retrovisor. – Dios mío…

- ¿Qué pasa? – preguntó __________. - ¿qué pasa Matthew? – y le siguió la mirada. Volteándose, pudo divisar las camionetas que venían detrás de la suya y todas, y cada una de ellas eran rusas.

I'll Be Your Protector - Matthew Espinosa Y TuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora