Capítulo 33

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A Matthew se le enfrió la sangre.

- ¿Qué? – logró preguntarle a Sam.

- Está tendida sobre tu cama…está… muerta…

Y eso solo podía significar una cosa.

- Dame un arma. – le indicó Matthew. Sam le cedió una Ametralladora. – No te separes de mí… - se volteó para hablarle a ______. Ella solo asintió. No había nada que le hiciera más feliz que saber que Matthew la protegía. Que estaba ahí para ella. Para mantenerla a salvo.

Matthew cargó el arma, gracias al cielo a Sam se le había ocurrido traer una de sus favoritas… su M60.

- Vigila. – volvió a decirle a Sam. Ambos se formaron delante de ___________, con las armas entre sus hombros, cubriéndola. – están aquí.

- Hijos de puta… - susurró Sam. Apretó el arma entre sus manos. Esperando a que alguien apareciera por fin por ese pasillo de habitaciones. El cuerpo de _____________ se desvanecería en cualquier momento. Joder, había sido mucho. Muchísimo con lo de Elena, como para ahora saber que estaba muerta. Se acercó a pasos lentos hasta el cuerpo de Matthew, y le abrazó la cintura, dándole un pequeño beso en el hombro. 

- Todo va a estar bien… - le dijo él, reconociéndola de inmediato. Cuanto hubiera deseado comerla a besos en ese mismo instante, tranquilizarla, abrazarla, tocarla, hacerla sentir segura. – te lo prometo. – dijo sin quitarle la vista al pasillo.

Espero deseoso a que alguien apareciera. Todos sus sentidos estaban puestos. Al igual que los de Sam. Frotó sus dedos sobre el gatillo. Atento. Cuando de pronto, sintió varios pasos aproximándose, sintió las manos de ___________ apretarle la cintura.

- ¡Dispara! – gritó Matthew. Tres rusos aparecieron frente a sus ojos, y antes de que estos pudieran hacer algo en su contra, se hizo de pronto una lluvia de disparos. Dos disparos. Ahora tres. Y se hacían más. Por algo eran los mejores militares de todo américa. Por algo, eran los protectores de la hija del presidente.

_____________ cerró los ojos. Se separó de la espalda de Matthew por unos segundos.

- Mierda… - murmuró ella ahora, al observar por la pequeña ventana de la cocina, una camioneta blindada fuera de la gran casa en la que estaban. Habían más. Más rusos. Más de ellos. Y eso solo empeoraba las cosas. La sangre se le enfrío, hasta los huesos. – Matthew…- susurró ella, él terminó de disparar, mientras Sam concluía aniquilando al último ruso que faltaba.

Matthew se volteó a mirarla, buscando su mirada, pero ella se encontraba divisando la ventana…así que él hizo lo mismo, encontrándose con que… aquellos rusos no eran los únicos que estaban en Kappa.

- No lo mates… - le ordenó a Sam. Este se detuvo en seco. Miró perplejo a Matthew, quién cogió al ruso de la nuca, apretándosela. – Habla ahora imbécil… - le dijo. - ¿Cuántos rusos hay? – le preguntó. El ruso guardó silencio. Yacía sobre el suelo y apenas podía respirar por los golpes que Sam le había dado. - ¡habla! – le ordenó Matthew. 

- Están en toda la isla… - murmuró. Matthew se separó, ahora completamente perplejo. De inmediato se volteó a mirar a Sam, quién tampoco tenía explicación. ¿Cómo había pasado todo eso? ¿Cómo…como es que había dejado que pasara todo eso? No lo sabía. Lo único que tenía claro era que había fallado. Que había dejado que todos los militares rusos se enteraran del paradero de _________. Que ella estaba en peligro. Que había un ejército ruso en toda la isla que buscaba llevarse a_________… que la alejarían de él. Y eso no se lo perdonaría nunca. Nadie tocaría a __________. Nadie le pondría una sola mano encima mientras él estuviera vivo. Era una promesa.

Algo que cumpliría.

A _________ se le fue el color en la piel… estaba pálida, y ni siquiera sentía sus piernas. Sintió ganas de vomitar. Joder, todo esto le estaba llegando a afectar muchísimo… la vista se le hizo borrosa, y de pronto no tenía noción de donde estaba.

Matthew la cogió antes de que callera al suelo.

- ¿Estás bien? – le preguntó, acurrucándola entre su pecho. Pero cuando pudo observar, ________ traía los ojos cerrados, envuelta en un leve desmayo. El miedo la estaba consumiendo.

I'll Be Your Protector - Matthew Espinosa Y TuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora