La primera isla del Nuevo Mundo. Todo parece apuntar a que la fiesta está servida y todo será una calma velada.
Al mismo tiempo, en la cabeza de Nami ocurre todo lo contrario. Cada vez duda más por la actitud de Sanji tras confesarle sus sentimiento...
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TW: Comentarios homófobos y violencia típicos del canon
Para un viaje tan fresco y ambiguo, un salteado de pollo, champiñones y puerro y una tarta de moras resultaban ligeros y agradables al paladar. Se le hacía extraño poder hacer una pequeña comida para el camino y no las ingentes cantidades necesarias para el buen funcionamiento del cuerpo de Luffy y las variadas exquisiteces que preparaba para Nami y Robin. Sanji suspiró sin darse cuenta.
—Repíteme por qué he tenido que venir contigo, Sanji. ¡Esa gente da mucho miedo!
Su receptor ni se inmutó, dejando que el humo del tabaco abandonase sus pulmones con calma. Ya habían terminado todo lo que él había preparado, por lo que le lanzó la mochila vacía a su nakama, para que la metiese en su bolso, resoplando al ver que seguía apartando las setas cada vez que se las preparaba—. ¿Tú qué crees, Usopp? Alguien que ataque a distancia puede ser la diferencia entre la victoria o la derrota en estos casos. Si ese payaso despeinado consigue por algún casual encerrarme, tú eres nuestro comodín.
El comentario lo había hecho sonrojar. Seguramente se debatía entre el orgullo y la inseguridad, por mucho que quisiese ocultarlo—. ¿Y Chopper? —añadió señalando a una bola de pelo que retozaba apoyado en el tronco de un árbol.
—El camino hasta la cordillera es sencillo porque se puede ver desde cualquier lado, pero a partir de aquí perderemos visibilidad y la capacidad para orientarnos. Su olfato puede dirigirnos hacia Lem y su banda de idiotas mucho mejor que cualquier brújula. Cuando intentamos regresar hace unos días nos resultó imposible incluso con el gran sentido de la orientación de Nami. Por lo tanto, tiene que pasar algo muy extraño en esta isla para que nos pudiésemos perder; ahí entra Chopper. —El reno escuchaba atentamente sus palabras y se vio incapaz de contener su emoción cuando Sanji le guiñó un ojo en señal de confianza—. De paso, si se han atrevido a tocar a mi Nami y a mi Robin, podría curarlas mientras yo me encargo de darles otra paliza —resolvió con la furia a flor de piel. Se seguía sintiendo culpable por no haber notado nada extraño en la fiesta. Si él lo hubiese impedido, nada de aquello estaría pasando y podrían estar todos juntos y a salvo...—. Me hubiese gustado traer a Franky para el combate a distancia, pero tiene que acabar de repararse... Con Brook y él podrán estar pendientes del barco y de mantener a esos dos con vida sin que mueran de hambre y sed.
—Vaya, ya lo tenías todo pensado.
—Ahora que Nami está en peligro, ¿quién más podría organizarlo? —Con aquellas palabras dio por finalizada la pausa para almorzar y le pidió a Chopper que siguiese el rastro de Lem o de alguno de sus compañeros que visitaron el barco. No tardarían mucho en llegar.
Realmente lamentaba no tener las cartas de Luffy y Zoro a su favor, pero ya era mucho pedir que no se las hubiese llevado Lem. Continuaban dentro de burbujas imaginarias casi del mismo tamaño que las de la Isla Gyojin cuando se sumergían en el mar. Ni siquiera podían mover el barco para acercarse por mar y que pudiesen incorporarse a la batalla en cuanto dejase inconsciente al culpable de todo aquello. Por lo visto ese hombre rastrero quería que comprasen un nuevo barco y fomentasen la economía en Green Hoax. Era tan mezquino, insoportable y astuto que le daba náuseas. ¿Cómo es que le permitían hacer lo que quería?
