TW: Uso excesivo de alcohol e infidelidad.
Por mucho que le gustase el vino, Sanji era un mal bebedor. Ya lo había comprobado al ser tan rápidamente afectado por aquel Barrera Libre que aún se retorcía en los confines de su lengua. Por lo tanto, en aquella ocasión no quiso sobrepasarse y se limitó a observar cómo todos se divertían mientras preparaba algo para picar y charlaba amigablemente con los habitantes de Green Hoax. Llegó a cruzarse en alguna ocasión con Erik, pero se marchaba al instante. Lo más posible era que estuviese evitándolo para no crear un conflicto y arruinar aquel último momento de paz. Al cocinero le pareció muy sensato de su parte.
Si tuviese que pensarlo fríamente, se sentía aterrado por haber matado a una persona. Sí, era una pirata, pero siempre había intentado evitar llegar a aquel punto sin retorno. Lo peor era que no se sentía culpable del todo ya que la vida de Nami había estado en peligro. ¿De veras aquello justificaba lo que había hecho? Sí; también había sido sin querer, pero había chamuscado a una damisela —por encima a una muy bella— cuando siempre se había negado a golpear a una en su vida. ¿Cómo de retorcido podía llegar a ser en sus adentros? Ni siquiera era un hecho que encajaba en su forma de ser ni que pudiese ser influido por el calor del combate. Nunca habría hecho eso. ¿Entones por qué?
Sanji agitó la cabeza, queriendo alejar aquellos extraños e intrusivos pensamientos. Había sido el alcohol lo que lo había dejado tan meditabundo, lo tenía claro. Lo mejor era que se marchase al barco a descansar e ignorar el resto de la fiesta por una vez. La gran hoguera, en el centro de todas las demás a las afueras de Alfa, producía unas sombras oscuras y alargadas que se retorcían como un monstruo, mareando todavía más al joven. Así fue que chocó con Robin y se vio obligado a agarrarla.
—¡Lo siento, Robin! ¿Te encuentras bien?
—Yo... no lo sé —Cuando se fijó mejor, notó las mejillas sonrojadas de su nakama y su mirada perdida con las pupilas muy dilatadas y sin respuesta.
—¿Estás borracha?
—No recuerdo haber bebido tanto, pero... es lo más probable. —Y rio con aquella voz suave y cantarina que admiraba.
El rubio le agarró con delicadeza la cintura y puso su otra mano en la mejilla de Robin para fijarse mejor en su estado. Por lo menos podía sonreír y hablar de forma inteligible, pero sí que la notaba un tanto confusa y aturdida. Observó a su alrededor en busca de alguna explicación y solo consiguió encontrar al gran Lem rodeado de sus compañeros y fans. Cuando lo vio, le sonrió y le guiñó un ojo, provocando un escalofrío por la espina dorsal de Sanji. ¿Quizá intentó emborracharla para ligársela? Era un acto bastante arriesgado estando al lado de Luffy, pero no podía descartarlo. Quién podía saberlo con aquella alma de galán que dejaba entrever..., pero no tenía tiempo para ello.
—Deja que te acompañe al barco, Robin. —Y ella no opuso resistencia.
Al menos la fiesta se celebraba cerca de la costa y no había posibilidades de perderse de camino al barco. Debido a los confusos puntos cardinales de la isla aquello le favorecía a la hora de cargar con el peso de aquella mujer. Terminó considerando más adecuado llevarla a la espalda para alcanzar el barco antes y poder tumbarla mientras le preparaba una infusión.
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Reformando lo imposible; Sanami
FanfictionLa primera isla del Nuevo Mundo. Todo parece apuntar a que la fiesta está servida y todo será una calma velada. Al mismo tiempo, en la cabeza de Nami ocurre todo lo contrario. Cada vez duda más por la actitud de Sanji tras confesarle sus sentimiento...