Capítulo 6

1.8K 118 0
                                    

 Los chicos asmáticos tendían a realizar deporte con moderación, sin embargo Luhan, se rompía los pulmones únicamente corriendo, su fervor por el deporte era algo que yo jamás había logrado comprender.

 "- No me interesa dejar de respirar siempre y cuando esté haciendo lo que amo. -confesó alegremente. - No estoy avergonzado de ser un desastre en el fútbol, estaría abochornado sino quisiera mejorar.

- Has progresado mucho. -manifesté.

- Me he estado esforzando. - soltó. - Gracias por reconocerlo, al parecer eres el único que lo hace. -declaró lánguido.

- Lo sé.

- No me malinterpretes pero me da tanta impotencia... -reveló.

- ¿Qué te da impotencia? - inquirí sin dejar de observar sus ojos almendrados y su cabello marrón un tono más oscuro que el mío.

- Que juegues tan bien y nisquiera te esmeres tanto como yo... Que tengas tan buenas notas y no estudies... Que todo vaya tan bien en tu vida y no lo valores. -admitió dejando de lado el pudor. Mi inexpresivo semblante se transformó radicalmente, ¿Luhan estaba celoso de mí?

- No entiendo lo que me dices, tu vida es tan buena como la mía, de hecho mejor, todo el mundo quiere estar contigo, las personas gozan de tu compañía, eres agradable, inteligente y aficionado por tus pasiones.

- Gracias pero... no creo que yo pueda de alguna manera... superarte en algún ámbito. - reconoció nostálgico, lo que provocó que todas mis hormonas de adolescente impetuoso se cargaran y pusieran en sobre marcha.

- ¡Cierra la boca de una vez! - chillé hechido de furia. - ¡Tú eres magnífico y a eso nadie lo puede cambiar!

 Y lo besé. Lo besé tan intensamente que no caí en la cuenta que no estaba siendo correspondido. Todos mis sentimientos que había estado censurados, explotaron de mil formas con ese contacto entre nosotros.

 Descubrí que lo amaba.

 Y que nada me haría amarlo menos.

 Pero también descubrí que, él no me concernía.

 - ¡¿Qué diablos estás haciendo?! -voceó patidifuso y colmado de desconcierto y cólera. - ¡¿Estás loco?!

- ¡Creí que era lo correcto! -opté por ocultar mis recién desenmascarados sentimientos y aparentar demencia por tal acción, como si besarlo era la única metodología que mi cerebro de muchacho de élite podía sugerir.

- ¡Bueno pues no lo es, no está bien besar a los amigos! - gritó todavía confundido y exaltado. - ¿No serás gay?

- ¡No! - negué rotundamente. - Lo hice porque... ¡diablos no lo sé!

- Está bien. - respiró toscamente. - Olvidemos lo que sucedió.

- De acuerdo.

 Los días pasaron y al parecere lo olvidó.

 Pero yo no.

 Yo no lo olvidé.

 Luhan cumplió con su pacto y olvidó por completo el beso, pero como desembuché, no lo he hecho.

 Eso fue hace un año atrás, antes de Jessica y Tiffany, antes del verano, después de casi exponer mis sentimientos más oscuros..."

 Él caminaba con los ojos sombríos, falseando una sonrisa efusiva, de camino al autobús.

- ¿Te encuentras bien?

- De maravilla. - mintió con la voz quebrada. - Nunca estuve mejor.

- De hecho si has estado mejor.

- Dime cuando. - me retó. - ¿Cuándo he estado mejor que ahora?

- Cuando nos emborrachamos en la casa de tu prima Taeyeon.

 Partió en risas y echó la cabeza hacia atrás como un niño pequeño.

- Eso es cierto, pero casi nos matan.

- Eso es lo que sucede cuando haces una fiesta de "NO MÁS DE CINCUENTA PERSONAS" Y se presentan quinientas.

- Se colaron unos cuantos... - comenzamos a reír estruendosamente recordando anécdotas de esa noche, exceptúando la parte en la que jugamos a la botella y nos besamos por segunda vez.

 Al igual que él, jamás había estado mejor. Esa noche fue maravillosa de alguna forma u otra, más allá de los besos, de los bailes, los roces, las sonrisas. Fue una noche maravillosa porque en realidad, besé a Luhan y él lo disfrutó. Y en lo más recóndito de mi alma, tengo la certeza de que no estaba borracho.

 Ni yo.

 Ni él.

 Su conciencia era tan clara como la mía.

 Porque puede justificar un desafío de la botella, ¿pero cómo explicaría lo que ocurrió en la habitación de sus tíos luego?

 Ha decir verdad yo tampoco encontraba respuesta al acontecimiento.

 "El descontrol de la fiesta, las luces bajar, las cajas vacías de alcohol, los cigarrillos tirados y una caja de preservativos en mis pantalones" no era la respuesta adecuada.

 Porque si mal no recuerdo, las manos delicadas que me desnudaron no recibieron permiso para hacerlo. Pero ignorando mis advertencias, quitaron mis vestiduras con ímpetu. Fue despojado de mis ropas y posteriormente ubicado en una cama desconcida, besado con la efusividad de un amante y correspondido con la sinceridad de un ebrio. Para luego ser culpado con el delito de un adultero.

 A la noche siguiente simulamos que nada sucedió, pero cuando se reproducieron los videos de las cámaras de seguridad de los progenitores de Taeyeon. Fui sentenciado por mi pecado de no haberlo rechazado.

 Los padres de Luhan se encolerizaron tan profundamente que su padre lo golpeó, mucho. Un ojo morado, labio partido, cardenales en todo el cuerpo y un brazo roto.

 Ambos dimos por sabido entre nosotros, que ninguno de los dos había estado tan borracho, pero Luhan me acriminó toda la infracción testimoniando que fue mi error por no detererlo.

 Al fin y al cabo, se enfadó conmigo.

 - Perdóname, por favor. - Supliqué por enésima vez. Había sido mi error el que nos había arrebatado un posible futuro armonioso, pasivo y placentero para ambos. Fue mí error de adolescente impulsivo e inmaduro, pero aún así mis descarados vocablos no cambiaban las tediosas situaciones en las que lo involucraba y él lo tenía tan claro como el agua.

- No me interesa lo que digas Sehun, lo arruinaste, para siempre. - Contestó irritado pero manteniendo la compostura, con el rostro bajo de un niño inocente que nunca rompió un plato.

- ¿Por qué no entiendes que estoy arrepentido? - Grité exasperado, consumido por la impotencia al no recebir la respuesta esperada, al no conseguir su perdón.  Luhan caminó hacia mí con paso decidido, jamás había admirado una mirada tan severa como la que sus ojos me reflejaban en ese momento, me tomó del cuello de la camisa sin titubear, ya no había rastros de inocencia, ahora presenciaba a un dragón de ojos carmín hambriento de ira.

- Sólo olvídate de mí. - Susurró sin perder la fiereza pero con un dejo de melancolía.

Y se fue". 

 Luego de unos meses, supimos que ninguno podría ser feliz sin el otro, así que nuestra amistad se reincorporó y terminamos el año como mejores amigos otra vez.

 Finalmente las vacaciones iniciaron, conoció a Jessica y yo a Tiffany y procuramos no mencionar nada del pasado, enterramos nuestra pequeña aventura y la amistad continuó como antes.

 Sin embargo, jamás olvidé sus caricias de muchacho abrumado por el afán fiestero y sus labios con sabor a cigarrillo.

 Jamás olvidé sus palabras entrecortadas por risitas.

"- Sehun. - rió. - Estamos locos.

- Oh vaya que sí. - y nos besamos."

Just Forget Me {HUNHAN}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora