Capítulo 19

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Por supuesto que lo hago.

Estoy tan seguro de que me amas pero no logro comprender el por qué de tus ofensas y traiciones constantes. Para mi infortunio, yo era tan precipitado como un loco irresponsable que soltaba mis pensamientos directamente, pero esa noche cambié de parecer y tergiversé la situación.

- Creo que deberías cambiar la pregunta. - canté y mi tono gubernamental se parecía más a un melodrama taiwanés. - "¿Seguiremos estando juntos?" Sería una excelente alternativa.

Las lágrimas empaparon su catadura de niño inocente y sus labios humedecidos por el llanto me incitaban a que los besara con pasión en el medio de la noche, rompiendo las reglas de mi corazón e ignorando las advertencias del futuro dolor. Era mi oportunidad de mandarlo a la mierda, u omitir sus errores y exigir una explicación justa.

Y mi debilidad venció.

- Odio saber que tengas razón... -testifiqué con desesperación. -Te necesito. -elevé mis hombros y abrí las manos para que me abrazara. Corrió hacia mí y se sitúo en mi pecho, buscando conforte y absolución a sus pecados inmaduros. - A veces tengo que imaginarte porque siento que jamás te tendré de ésta manera. - mis fortificados brazos sujetaban a LuHan protectoramente, aunque quizás fuera yo quien necesitaba protección.

- Casi mueres... Cuando te vi salir de la fiesta en ese estado y noté que robaste las botellas, te perseguí en el auto de Tiffany... Supe que harías una estupidez. - el fluido de sus ojos mojaba mi camiseta gris. Jamás lo había visto llorar así.

- Sh. - lo interrumpí palpable. - Aunque me hagas el mejor acting del mundo, te conozco. -anuncié con motitas de sarcasmo. -Vaya que te conozco. Puedes utilizar la máscara de infante pero por favor, no la de egoísta. No traté de matarme, quise nadar durante la noche pero estaba muy borracho y no noté que el barre-fondos estaba en la piscina.

- SeHun. - y mi nombre truncó mi explicación como las aguas de Moises. -Kai me lo contó, no debes preocuparte por enseñarme la verdad. Soy yo quién te debe revelar una franqueza. - sus ojos grandes de gato, cristalinos y profundos. -Sonará tan estúpido...

- No me interesa. - ¿Y por qué yo me hacía ver tan duro e imperial por fuera si prácticamente no era más que tinta y papel de cartas románticas en mi interior? Tal vez debería preguntarle a Eunjung.

- Yo creí... Creí que tú estabas con Tiffany el otro día. Te vi con ella, abrazados y pues, yo hace días que no estaba con Jessica, de hecho peleamos a causa de eso, pero te vi como la mirabas en el parque... Y sentí... Celos.

¿¡Qué!? ¿¡Esa es la jodida razón para quebrarme el corazón en pedacitos!?

Me liberé de su agarre y opté por finalizar con la dulzura y marcarle los puntos.

- Escucha. - pasé la lengua por mi labio superior y tragué saliva torpemente. - Tiffany y yo, terminamos.

- ¡Lo sé! Es por eso que...

- Cierra la boca y déjame proseguir. -ordené más serio que un militar. - La noche en la que tú nos viste en el parque, estaba terminando con ella. Tiffany estaba devastada. La abracé y le prometí que seríamos buenos amigos. Ahora ¿esa es la razón para besar a Jessica vertiginosamente sabiendo que los estaba observando y luego engañarme de esa manera en la fiesta? - y por poco pierdo la dignidad al desenlazar una lágrima, pero no lo hice. - Me insultaste de todas las formas posibles, LuHan. Te ruego que te retires.

Las órbitas de sus ojos destellaron al atrapar la decepción y furia de mis palabras. Comprendió que yo estaba herido, que no se arreglaría con unos besos y vocablos romeos.

- Voy a decir algo antes de irme. - la frialdad se apoderó de su expresividad enviándome una mirada cargada de pesadillas y pesadumbres. - Esto no se termina aquí.

Y se fue por la ventana de mi cuarto como un ladrón de medianoche.

Un ladronzuelo que robó mí corazón de piedra y lo transformó en mazapán.

Un hijo de puta bien vestido que sabía enamorar y besar justo como me gustaba.

Ingresó a mi vida como un ángel en primavera y se fue como un demonio de verano.

Al menos pretendamos que fui fuerte como un roble y no le di lugar a que desenvolviera mi alma que solicitaba ayuda a gritos.

Yo sentí lo que es perderse a uno mismo por causa de otro.

Y lo sentía en ese momento. Porque he cambiado demasiado.

Ahora decía lo que pensaba, no tenía vergüenza, respondía con orgullo, besaba con euforia y bebía sin prudencia.

Y sonreía de medio lado.

  Arrojé la camiseta gris al suelo y contemplé mi torso desnudo en el espejo. Reflejé en mis labios una risa risueña poco propia de mi personalidad.

Todavía quedaba un camino de cicatrices, chupetones y mordidas de ese salvaje con envoltura de bebé.

"Esto no se termina aquí"

Oh, LuHan tienes razón,  esto apenas comienza.

Just Forget Me {HUNHAN}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora