Capitulo 31

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Capitulo 31:

Narra Aurora 

Estoy muy nerviosa, no quiero morir, no ahora y mucho menos así. Camino en circulo mientras Adriel y los de seguridad tratan desactivar la bomba. Debí haberle echo caso a Adriel y me debí haber ido a mi casa con mis hijos. Mis hijos, ¿que les dirán cuando crezcan? Se que mi madre los cuidara muy bien. 

-¿Podrías dejar de caminar en círculos?-Adriel me mira nervioso, se que tiene miedo, pero a mi se me nota más. 

-Perdón no puedo evitarlo.-Digo dejando de caminar. 

Uno de los de seguridad mueve un poco la bomba y trata de entender chino. Un ruido extraño nos llama la atención, los chicos de seguridad, todos comienzan a sacar sus armas como si hubiesen ensayado sacar sus armas. Adriel me pone detrás de su espalda para protegerme, saca un arma de la parte de su espalda baja.

-¿Tienes una pistola?-Abro mis ojos asombrada, nunca había visto que tuviera un arma. 

-Es para protegernos.-Hace una pausa y presta atención a los nuevos sonidos de risa claramente de un hombre que se acercan desde el baño. Adriel me esconde en un armario que queda frente a la bomba con mucho miedo en sus ojos.-No salgas de aquí a menos que yo te lo diga, te amo Auro.-Dice dándome un beso en la frente. Cierra rápido la puerta de madera y se va, trato de ver por los huecos de la puerta pero solo me permite ver partes de lo que está pasando. 

-Levanta las manos y no se mueva.-Grita imagino que uno de los de seguridad. 

-Oh no, ¿Qué está pasando?-La voz del colombiano amigo de Adriel llena el salon. 

-¿Qué haces aquí Mateo?-Adriel pregunta bajando su pistola 

-No se, ¿es tu boda no? ¿Me van a matar?-Se nota que está muy asustado. 

-Bajen las armas, es un amigo.-No se si salir o quedarme aquí un rato más, estoy tan asustada que no se ni como reaccionar.-Hace tiempo la fiesta acabó Mateo.-Vuelve a hablar 

-No sabia, a mi no me llego el memo.-Veo por los huecos los pies de Adriel aproximarse a mi.-¿Esto es una bomba?- La puerta se abre y Adriel me extiende la mano para ayudarme a salir. 

-Si, no podemos salir ni hacer llamadas ni nada.-Dice mirando a su viejo amigo a los ojos. 

-Creo que puedo desactivarla.-Dice Mateo mirándome directo a los ojos, hay algo en su mirada que siento que he visto antes, como si lo conociera. 

-¿De verdad?- Mateo asiente y saca una cuchilla de su pantalón. Camina hasta la bomba justo a mi lado y se agacha para poder examinarla. 

Solo faltan 10 minutos. Los posibles últimos 10 minutos de vida. Siento mucho calor, al parecer también desconectaron el acondicionador de aire hace bastante tiempo pero solo ahora puedo notarlo. Al parecer mi cuerpo está notando sus últimos cambio de temperatura, será la ultima vez que sienta calor. Adriel me pega a el y me besa como si no hubiera mañana... y podría no haberlo. Los últimos besos, los mejores últimos besos. 

-No sabes cuanto te amo Aurora.-Dice mientras acaricia mi mejilla con una sonrisa impecable, una sonrisa perfecta, la mejor sonrisa. 

-Te amo más Adriel.- Solo quedan 3 minutos y esto es una clara despedida. Adriel me abraza y me acomodo en su pecho, la mejor manera de morir, en sus brazos. 

-Mierda, ¡todos escóndanse¡-Mateo grita, el termómetro de la bomba está corriendo muy rápido, vamos a morir. Todos comienzan a correr tratando de evitar morir quemados. Adriel me lleva con el muy rápido a la cocina huyendo, pero es inútil, moriremos de todos modos. Lagrimas bajan sin cesar. Mis pobres bebes crecerán sin su madre ni su padre, estarán solos, y sufrirán mucho sin nosotros. 

Minutos después y el celular de Adriel nos hizo caer en cuenta de algo muy importante.... No morimos. Salimos  de la cocina y los chicos de seguridad también estaban también abandonando sus escondites. Nos acercamos a la bomba con mucho cuidado para ver que había pasado, claramente íbamos a volar en miles de pedazos. 0:00:00. El reloj paro y no exploto. El celular de Adriel vuelve a sonar y el contesta, todos sabemos que es ella. 

-¿Se asustaron?- Esa voz nunca la podré olvidar- ¿Cómo crees que sere capaz de matarte mi amor? Eres lo más importante en mi vida.- 

-¿Amor? Estas completamente loca.-Digo sudando, ella no merece decirle "mi amor" a mi marido. Es una loca. 

-Si, loca por Adriel.-Comienza a reír- Tu encárgate de cuidar a los niños para cuando los valla a buscar.

-Con mis hijos no te metas, por ellos soy capaz de matarle.-Grito muy alterada, con mis hijos nadie se mete. 

-Fue un error casarte con ella mi amor. Debiste esperar por mi.-La sangre me hierve, quiero matarla.- Bueno, por hoy los dejo, pero tendrán noticias mías, cuídate mucho mi amor, te amo. -Cuelga la llamada y las puertas se vuelven a abrir. 

-Me da tanto asco.-Digo tirándome al suelo a llorar. No puedo creer que haya vivido todo esto, estas son cosas que solo pasan en las películas. No tengo fuerzas en mis piernas, solo quiero quedarme a llorar. 

-Todo esta bien Aurora.-Adriel me abraza fuerte.

-No, Adriel, nada esta bien. Mira por lo que acabamos de pasar, nada esta bien.-Lloro porque si hay un mañana, lloro por todo. Porque esta situación no se la deseo a nadie, no puedo creer que haya gente tan loca que sea capaz de hacernos esto. 

-No te preocupes mi amor.-Me abraza aun más fuerte, y me tranquilizo un poco, pero este dia nunca lo podre olvidar. 

Caminamos hasta la salida luego de 5 minutos llorando. La luna esta redonda y hermosa, parece dibujada de lo hermosa que se ve, parece mentira todo lo que acabamos de vivir cuando afuera se ve así de bello. 

-¿Están bien?-Mateo se acerca a nosotros, se ve muy sudado. 

-Si, gracias, estaré toda mi vida.-Adriel lo abraza en agradecimiento. Ellos se separan y luego lo abrazo yo. Su perfume inunda mis fosas nasales, es como si perfume lo hubiera olido antes. Es todo muy raro. 

-Muchas Gracias, Mateo.-Me separo de el y regreso a los brazos de Adriel.- Vamos a casa quiero ver a mis hijos.- Digo Adriel asiente.

-Espero que esta vez no te desaparezcas.-Dice sonriendo a Mateo

-No me voy a desaparecer.-Se despiden y caminamos hasta la camioneta. 

-¿Sabes que te amo?-Pregunta luego de 10 minutos de puro silencio. 

-Lo se mi amor, Te amo también.-Digo sonriendo.-Sabes, a pesar de todo hoy nos casamos.-Digo sonriendo, hoy a pesar de todo es un día muy especial. 

-Tienes razón, hoy es nuestro primer día de casados.- Dice estacionando el auto frente a la casa de mis padres. Tan pronto apagamos el auto la puerta principal se abre y mis hijos corren hasta nosotros, me bajo rápidamente y todos se tiran sobre mi, los extrañaba. 

-Wow mami todavía es una princesa.-Marianna toca mi vestido blanco enamorada.

-Mami los ama con todo su corazón.-Digo sonriendo mientras los abrazo.-Son lo más importante para mi.- Les doy un tierno beso en la frente. Por ellos vivo y seguiré viviendo. 

Un Giro InesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora