Un Giro Inesperado

Capitulo 37

Capitulo 37: 

Narra Aurora

Bajo las escaleras para encontrarlo, no quiero que se valla así. Mi corazón duele como nunca antes, siento que una parte de mi se fue para siempre que nunca podre recuperarlo. Aisha entra a la casa seguida de los niños, ella me mira extrañada pero no me importa que solo esté usando una sabana,  necesito saber si sigue afuera. 

-¿Dónde está?-Pregunto mirandola mientras no puedo parar de llorar 

-Se fue.-Dice 

-Debe seguir cerca-Digo tratando de abrir la puerta pero Aisha me lo impide

-Se fue hace bastante.-Dice 

-¿Te dijo que volvería rápido?-pregunto tratando de creer que solo es una pesadilla 

-Dijo que see fueran hoy y que su secretaria se va a encargar de enviarte las llevas a casa de tu mamá.-Dice pero no quiero creerlo. Todo lo provoqué yo pero duele mucho, demasiado. Me tiro en el suelo a llorar, es demasiado fuerte. 

-Aurora  vamos levantate.-Aisha trata de levantarme pero no pongo esfuerzo para levantarme

-Se acabó Aisha, todo se fue a la mierda- Digo llorando 

-Aurora, ahí están los niños. ¿Quieres que te vean así?- Pregunta Limpio mis lagrimas y me hago un poco fuerte, por ustedes estoy cediendo. 

-Vengan bebés, delen un abrazo a mami.-Digo y ellos camiman un poco nerviosos pero llegan y me abrazan.- Mamá los ama con todo su corazón.-Digo y ellos asienten sonriendo

-Papi nos dijo lo mismo ahora.-Dice Marcos sonriendo impresionado como mami y papi les dicen lo mismo. 

-Papi y mami los aman mucho.-Digo sonriendo.- Ahora nosotros vamos a irnos a dormir a otra casa.-Digo sonriendo y ellos asienten sin entender. -Iré a empacar nuestras cosas.-Digo mirando a Aisha. Subo las escaleras de nuevo hasta nuestra habitación, me tiro en la cama donde acabamos de hacer el amor y me dejo llorar. Lloro hasta más no poder. 

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-¿Ya?-Pregunta Aisha mirando la habitación de los niños para ver si falta algo. 

-Si, Adriel lo más seguro manda a su secretaria a decorar la habitación de los niños.-Digo sonriendo mirando sus camitas- Dejaré estas aquí por si vienen a dormir algún día.-Digo aunque no creo que vengan a dormir, es alejarnos lo más posible el motivo de esto. 

-Bueno.-Dice tomando algunas maletas, yo tomo otras y Dylan otras. El viaje a casa de mis padres fue en completo silencio. Solo me dediqué a mirar por la ventana y que no se dieran cuenta que sigo llorando. Todo es real, no es una pesadilla. Es lo que yo quise, el no quería, solo yo. 

Al cabo de unas horas en casa de mi madre la secretaria de Adriel me llamó dandome la dirección del apartamente y que el habia dado instrucciones de que Dylan y dos guardaespaldas más se quedaran a mi disposición, tambien mencionó que las habitaciones estaban equiadas para los niños y para mi. 

-¿No sabes donde está?-Pregunto con esperanza de que me dijera 

-El presidente no quiere darle datos.-Dice, claro que no me diría- El presidente tambien mencionó que sus tarjetas de crédito seguirian activas y que si usted o los niños necesitan algo no duden en pedirmelo.-Dice 

-Gracias.-Digo sin ningun tipo de expresion, ya las lagrimas se acabaron y mis ganas de sonreir tambien. 

-Uno de los guardaespaldas va de camino a entragarle las llaves, algo más que necesite?-