Un Giro Inesperado

Capitulo 36

Capitulo treinta y seis:

Narra Adriel

Cuando llegamos a la casa Aurora no ha querido hablar conmigo, Se encierra en nuestra habitación y sale cuando necesita algo o cuando uno de nuestros niños la llama. Entiendo que soy un completo imbecil pero necesito hablarle, quiero explicarme.

-¿Sigue sin hablarte?- Pregunta Aisha jugando con Mariana

-Si, ¿podría llevarte a los niños unas horas en lo que intento hablar con ella?- Pregunto y ella asiente sonriendo.

-Vamonos cositas de titi.-Dice en ruso y los niños caminan riendo me dan un beso y se van. Bueno ahora comienza lo dificil. Aurora siempre ha sido una mujer muy dificil cuando está enojada pero ahora tiene bastante justificación. Subo hasta la segunda planta y camino ha nuestra habitación. Abro la puerta con cuidado dejandola ver acostada de lado mirando el jardín por la ventana de frente. Mi corazón late muy fuerte estoy bastante nervioso.

-Aurora, vamos a hablar.-Digo captando su atención pero regresa su mirada a la ventana. Camino hasta mi lado de la cama y me siento mirando la puerta.- Se que no te dije ni la mitad de la verdad y mi pasado. Me arrepiento de eso. Te hice pasar cosas horribles y no sabes cuanto me culpo de no poder impedir nada de todo lo que pasó, me siento como un inutil. No se como pedirte perdón por todo esto. Se que debí haberte dicho acerca de Scarlett y Steve, pero no es algo de lo que me sienta orgulloso o feliz.-

-¿Se llamaba Steve?- Pregunta sentandose de la misma forma que yo. Escuchar su voz hizo que mi corazón revoloteara.

-Si, Steve Smith.-Digo con una sonrisa triste, luego de siete años es la primera vez que menciono su nombre.

-¿Cómo era?-Pregunta mirandome a los ojos.

-Era un bebé sumamente feliz, tenía el cabello rojizo y piel palida, sus cejas se veian graciosas por ser rojizas y su piel tan blanca, tenia el color de mis ojos y mi nariz, creo que fue lo único que sacó de mi.-Digo sonriendo, era un bebé hermoso.

-¿Cómo murió?-Pregunta

-Scarlett tomo unas pastillas y quiso tirarse del segundo piso de donde vivía, pero se quería tirar con el, y así hizo.-Recordar ese momento donde la vi tirarse mientras el lloraba sin entender nada me dolió, mucho. Esa es la escena más horrible que he tenido que vivir en toda mi vida y quiero con todas mis fuerzas borrarlo de mi cabeza.

-Debiste sufrir mucho.-Dice regalandome una sonrisa bastante triste. Limpio una lagrima que ha bajado.

-Si...- La miro directo a los ojos, quiero besarla y decirle cuanto la amo. Acerco mi rostro hacia el suyo mientras ambos cerramos los ojos cuando voy sintiendo su aliento y sus labios rozan los mios ella se aleja volviendo su vista alfrente.

-Es mucho, Adriel.-Dice dejandome un poco confundido- Lo que haces, nos pone en un peligro constante. -

-No volverá a ocurrir, yo te protegeré-Digo mirandola. No quiero perderla.

-No es solo a mi Adriel, los pones en peligro a ellos.-Dice refiriendose a nuestros hijos.

-Aurora por favor, no quiero perderlos.-Digo sintiendo arder mis ojos. Siento que esto es una pesadilla, pero no es el precio por mi ambición.

-Yo tampoco Adriel, pero no me lo perdonaria si a uno le pasara algo. No quiero vivir una vida llena de miedos.-Dice llorando, le duele, lo se. A mi tambien, pero la entiendo, si a alguno de ellos le pasara algo tampoco me lo perdonaría, pero aun así no quiero perderla. Ellos lo son todo para mi y sin ellos no sé que sería de mi. No quiero dejarla ir, aunque sé que sería más seguro simplemente mi corazón no lo soportaría.

-No quiero Aurora.-Digo sintiendo mis lagrimas bajar. Ella lo es todo para mi, mi vida sin ella sería una vacía. No tendría sentido. Ella toma mi rostro en sus pequeñas manos y me hace mirarla.

-Es muy dificil para mi tambien, siento miles alfileres en el corazón.-Dice mirandome a los ojos mientras al igual que yo sus lagrimas bajan.

-Pues no pienses en irte Aurora.-Soluciono mientras ella niega

-No puedo seguir exponiendolos.-Dice

-Podemos protegerlos juntos Aurora, juntos.-No aguanto más esta conversación, siento mi corazón romperse en miles de pedazos.

-No, no podemos Adriel.-Dice soltando mi rostro para girar su mirada de mi. Agarro su rostro con un poco de fuerza y junto nuestros labios. Ella trata de separarse pero uso fuerza para mantenerla así, al cabo de unos segundos ella se rinde y sige el beso. El beso se va profundizando incremementando las ganas de ambos de tenernos. Ella se trepa encima de mi y bajo mis besos hasta su cuello dejando pequeñas marcas en el mientras ella apreta mi cabello con fuerza. Regreso mis labios a los de ella para volverla a besar. Aurora comienza a quitar los botones de mi camisa, la ayudo a quitarla y desaparece de nuestra vista. Quito su traje, sin dejar de mirarla a los ojos, dejandola solamente en panty. Ella toma mi labio inferior con sus dientes causando un poco de dolor. Suelta mi labio y giro nuestros cuerpos quedando ella debajo de mi.

-Te amo Aurora.- Digo luego de dejarla completamente desnuda debajo de mi.- No quiero verte ir.-Digo con todas mis ganas de hacerle el amor y con muchas ganas de seguir llorando.

-Yo te amo mucho más- Dice juntando nuestros labios.

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Aurora duerme en mis brazos desnuda pero yo no logro dejar de pensar en nuestra conversación. ¿Qué haría si se fuera? ¿Podría volverlos a ver? ¿Cómo quiera va a querer separarse? Todas estas preguntas me están torturando pero tengo tanto miedo a saber las respuestas. Tanto miedo a que se valla, a no verlos nunca más. Tengo tanto miedo. Ella y mis hijos lo son todo para mi, absolutamente todo y sin ellos no tendría nada.

-¿Estás bien?- Pregunta Aurora un poco dormida

-Perdón, te desperté- Digo tratando de fingir una sonrisa pero salío más como una mueca.

-Adriel, sabes que es lo mejor.-Dice mirandome a los ojos con una sonrisa triste.

-Lo sé pero tengo miedo.-Digo sinceramente.

-Yo también, pero debemos hacerlo por su bien.- Dice sentandose colocando la sabana al rededor de su cuerpo.

-Si, supongo que no cambiaras de parecer.-Digo y ella niega mientras algunas lagrimas bajan por sus mejillas.- Bueno, entonces puedes irte a uno de los departementos que tengo, aquí no se pueden quedar, todos saben donde es la casa de los Smith.-Digo sin mirarla, si la miro siento que volveré a rogarle que se quede.- Pondré guardaespaldas y nada les faltará.-Termino de hablar y me pongo de pie para vestirme e ir a tomar un poco de aire fresco.

-¿A donde vas?- Pregunta al verme vestirme con pantalones y camisa de salir.

-A tomar aire.-Digo tomando mis llaves

-Adriel, no te vallas así.-Dice un poco alto cuando me vio salir de la habitación.-¡Adriel!- Grita con su voz quebrada. Pensé volver, pero no, irse es lo mejor. Abro la puerta de la casa y justo vienen llegando Aisha y los niños.

-¿Pudieron hablar?-Pregunta Aisha sonriendo

-¡Papá!- Grita corriendo a mi Marianna. La tomo en mis brazos y acorto los pasos hasta los demas.

-Hola mis amores.- Digo dandole un beso en la frente a cada uno.

-Titi nos llevó al parque.-Dice Malcom sonriendo

-¿Jugaron mucho?- Pregunto y ellos asienten muy felices. Esa sonrisa es la que nunca debe faltar en sus rostros, por mantener esa sonrisa estoy cediendo.

-Dile a Aurora que se vallan hoy.-Digo mirando a Aisha

-¿Cómo que se vallan hoy?- Pregunta- ¿No pudieron arreglar?-

-Dile que mi secretaria se encargará de mandarle las llaves a casa de su mamá.-Digo y ella asiente sin poder entender.

-Delen un abrazo a papi.-Digo abriendo mis brazos y ellos corren- Papá los ama con todo su corazón.-Digo y ellos sonrien. Camino hasta mi auto mientras que las lagrimas no tardan en bajar. Mi familia se fue a la mierda, pero es lo mejor...