Dolor

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No sé que esperar de él, en esta situación, enojo y silencio absoluto o que me evite tratando conmigo como si fuera terreno radioactivo.

Salí de la habitación topándome con él en el pequeño pasillo, me observo con cautela y dio media vuelta.

Suspire resignada, este tipo definitivamente es bipolar, la noche anterior me presionaba contra una pared por querer saber y ahora huía.

Una sonrisa sarcástica salió de mis labios.

Sin dirigirnos la palabra el viaje fue tranquilo, yo en la camioneta y él en su moto, llegamos antes de que el sol comenzara a caer en el horizonte.

Una vez dentro, suspire, baje del auto, preparándome para reclamos y miradas acusadoras o que me pidieran irme inmediatamente.

Daryl solo bajo de su motocicleta y se alejó sin mirar atrás a quien diablos sabe donde.

Di dos pasos fuera de la camioneta y, observe mi entorno. Rick junto al resto me observaban aturdidos.

-Estoy de vuelta- anuncié elevando una mano algo cohibida.

-¿Y tú quien eres?- indago Glenn acercándose a mí tratando de parecer intimidante.

Lo observé retadora, levantando una ceja, con una sonrisa desdeñosa en los labios, en cuestión de segundos Rick estaba entre nosotros.

-Tranquilos todos- dijo con suma calma-él... ella-se corrigió- es Santiago-.

Todos me observaban con detenimiento tratando de reconocerme.

Rodé los ojos -Rick en la camioneta hay suministros- apreté los labios disgustada-¿puedo ir a ver a Alex?

Asintió lentamente. Carol se acercó a mí y me rodeo los hombros con su brazo izquierdo.

-Así que ya te descubrieron- y se rio la muy desgraciada.

La fulminé con la mirada y negué con la cabeza exasperada.

-Primero irás a darte un baño y a ponerte ropa más... adecuada- dijo arrastrándome hacia la prisión.

Sin protestar fui con ella hacia los baños.

A mitad de camino inhalo bruscamente y comenzó a reírse como loca.

La observé inclinando mi cabeza hacia un lado al tiempo que mis cejas se juntaban para dar una expresión confusa, confundida por su aparente locura temporal.

Cuando al fin pareció poder respirar y parar de reír, se enderezó secándose las lágrimas.

-Lisa- se carcajeó nuevamente- estuvo hablando sobre lo maravilloso que fue su beso y lo caliente que eres- elevo sus cejas de forma sugestiva.

Abrí los ojos y sin poder evitarlo me uní a ella riéndonos hasta que me dolió el vientre, llegamos a los baños todavía riendo.

-Te traeré ropa en un momento- y se fue... secándose las lágrimas de tanto reír.

Me duché de manera veloz y me senté sobre un banco, con una toalla esperando a Carol.

No paso mucho tiempo cuando ella apareció dejo una pila de ropa junto a mí y se fue sonriendo.

Restregué mi rostro con ambas manos, mientras sonreía y negaba con la cabeza.

Me cambie observando algo reacia, la ropa interior de encaje y sobre todo el sostén, el cual no extrañe para nada, quien demonios usaría algo así en un apocalipsis, es bonito, pero en estas circunstancias prefiero mi comodidad.

MI ESTUPIDO ANGEL(Daryl  y Sam)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora