Buena Patada

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Di un respingo sorprendida, busque el origen del sonido y ahí estaba Carol con sus ojos clavados en mí y no, no precisamente mis ojos... sino mis tetas.

-Oh, cielo, eres una mujer -me dijo algo impresionada.

-Carol, por favor no digas nada-rogué.

-Tendrás que darme una buena razón para ello-me observo alzando una ceja.

Suspire

- tengo miedo, está bien? Mejor dicho estoy aterrada, la última vez que confíe en un grupo no me fue bien, perdí a mi amiga y quede sola con Alex-

Suavizo su mirada.

- oh cariño....... cómo te llamas realmente?- dijo extendiendo su mano dirigiéndose hacia un banco.

Sam, Samanta, ese es mi nombre-

-Sam, Rick tiene que saber que eres una chica-dijo tomando mis manos- no vas a llegar ningún lado mintiendo.

-lo sé Carol, se lo diré, pero necesito confiar en él, saber que no pasará lo mismo-.

-veo que no me harás caso ten-dijo extendiéndome un sostén negro y unas vendas-.

-¿Como...?

-lo sospechaba, no estaba segura-sonrió cálidamente-vamos, tenemos que a buscar a Al.

Me puse las vendas y guardé entre mis cosas el sostén. Salimos y caminamos en silencio, un muy incómodo silencio a decir verdad, pasamos por muchos pasillos otra vez :que tan grande será este lugar: (pensamientos::).

Iba tan metida en mis pensamientos que no percibí que Carol se había detenido frente a mí chocando mi nariz con su espalda.

Lo siento Carol-dije avergonzada.

-No hay problema Sam, en esta celda esta Alex con Rick-.

Alarmada miré a nuestro alrededor


-Carol llámame Santiago- expresé nerviosa.

-Cierto lo siento Santiago-sonrió y negó divertida con la situación-.

Observe el entorno, reconociendo el pabellón.

Otra vez intente correr hacia la celda donde debería estar Al, Rick también estaba junto a las rejas, me quede anclada al suelo hasta que él se acercó a mí.

- tranquilo, no queremos otro incidente-dijo ya a unos dos pasos de distancia.

Lo observe a los ojos y negué lentamente con la cabeza para seguidamente observar a Carol.

-Muy bien, espera aquí que ya te lo traigo- giro sobre sus talones y lo vi desaparecer tras la tela que utilizaban para tener algo más e intimidad, de la que las rejas no podían proporcionar.

Reapareció con Al en sus brazos segundos después, sin dejarlo terminar de salir, le arrebaté a Alex, acunándolo en mi pecho. Lo registré con la mirada, suspirando, aliviada, estaba bien, lo habían cambiado y bañado.

-Sí que lo extraño-dijo una voz femenina que me pareció familiar.

-Eso parece Maggie-contestó observándonos.

Aparte mi vista de Alex para centrarme en la tal Maggie y Rick que sonreían.

Carol se acercó a mí para verlo

-tiene unos ojos preciosos-

Rick nos interrumpió.

- Maguie él es Santiago y se quedará en la celda contigua a la tuya-dijo el ojiazul.

MI ESTUPIDO ANGEL(Daryl  y Sam)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora