Mi hermana no dejaba de hablar como siempre hacía cuando se desesperada y no sabía cómo ayudar, yo estaba triste pero dentro de todo tranquilo porque literalmente no podía hacer nada mas, esta vez no era como subirse al ferry y pedirle que luchemos juntos había un montón de cosas en nuestro camino, ni siquiera su hermano pudo con la familia, yo era un isleño de otro siglo.
–¿Tu cuando te vas? – le pregunté a Bella que estaba quemando algo en la cocina.
–El lunes, logré mover una sesión de fotos para poder acompañarlos un ratito – Eugenia se recostó en mis piernas, la veía un poco agotada – ¿Te sientes bien? – ella asintió.
–Estoy cansada pero bien, quiero mejorarme pronto no me gusta estar así. Además esta semana vienen los arquitectos para seguir avanzando con la obra del cine que me tiene muy emocionada y me siento tan mal que no tengo ganas de nada – rió y me miró – ¿Todo bien? ¿Quieres llorar? Si quieres llorar todo está bien, nosotras también estamos muy triste porque la queríamos un montón, no Bella?
–Cierto – respondió Bella.
–No quiero llorar, estoy triste pero hemos tenido una despedida super linda y especial nos hemos deseado lo mejor el uno al otro, supongo que después de unos días dolerá menos, superé que me dejaran humillado en el altar – ellas sonrieron –¿Nadie se murió de amor, no? Por lo menos tengo buenas noticias para ustedes, ahora que tengo mi yate de regreso podrán tener una pequeña luna de miel antes de que la mentirosa y traidora de Bella regrese a la realidad ¿Escuchaste lo que dijo la princesa? Cuando vayas a Paris escribeme
– Pendejo tarado –me respondió con una sonrisa mientras luchaba con el sartén estaba completamente seguro que todo lo que estaba preparando estaba malo.
–Mi abuelo decía que las pastillas de carbón hacían bien para el estomago cuando estas enferma pero no sé si quemar la comida cuenta como pastilla – dijo Eugenia riendo
–No sé como se me quemó tan rápido, siento que estuve atenta por un montón – no era cierto.
Después de escuchar esa charla y cuando las vi un poco mas romanticas me fuí a encerrar a mi habitación, no tenía idea que eran actualmente pero ya no daba como para quedarme interrumpiendo con mi presencia, estuve tanto sin hacer nada tirado en la cama que finalmente me dormí y cuando desperté fuí por un vaso de agua, me encontré con Eugenia poniendo el celular en la cara a Bella que estaba dormida en el sillón.
–¿Puedes creer que ahora los celulares en el mundo real se desbloquean con la cara? – me dijo con una sonrisa hablando bajito mientras me seguía a la cocina, estaba tratando de desbloquear el celular de Bells. – No lo hago de celosa ni chusma, simplemente quiero ver la fotitos que tiene y todo eso.
–Si justamente estaba pensando que querías hacer eso. – reí. – ¿Pudiste desbloquearlo?
–No, parece que debe tener los ojos abiertos, no funciona dormida. Tengo una idea, podrías moverla yo lo desbloqueo y guardo, luego nadie le habla hasta que se duerma nuevamente.
–¿Tantas cosas quieres hacer solo para revisar las fotos? – me burlé y ella rió mordiéndose el labio – Es tu novia desde que nacieron como no le vas a saber la clave, no creo que Bella haya puesto algo demasiado loco. – probó con la fecha de nacimiento, luego con la de Gigi y Yolanda, hasta que finalmente sirvió la suya. –
–Puta madre, no quiero ver –me lo dió. – Revisa las fotos y dime si tiene algo comprometedor.
–Cagona – reí y abrí la galería de imágenes. Fotos de trabajo, sesiones de fotos, un par de fiestas con Gigi, un pantallazo de Lali como princesa al que le hice extra zoom de verdad parecía otra persona. – Nada comprometedor, solo esta foto con tu rival pero también está Gigi ¿Por qué tiene tantas fotos tuyas? Te imaginas encontraba una prohibida ¿Le mandas fotos prohibidas? –comencé a joderla.
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Antes de ti
FanfictionLuego de ser dejado en el altar Juan Pedro regresa a la isla donde cruza su camino con una misteriosa Mariana quien le hará ver la vida de otra manera.