Antes de ti

Antes de ti 37

Desayunamos todos juntos mientras Lali ordenaba cosas de su agenda con Gastón yo mimaba un poco a mi hermana que estaba algo descompuesta además Isabella me estaba quitando demasiado lugar.

–¿Ustedes sabían que Shay es doctora? – dijo mi hermana mirando su celular, todos la miramos y ella comenzó a reírse como si prácticamente se le escapó esa información– me lo contó después de que Lali casi murió, no ayudó porque Peter le hizo respiración boca a boca

–No pero la verdad es que no me interesa – respondió Bella.

–¿Que hace una doctora joven en la isla? – preguntó Gigi.

–Estaba cansada de la vida normal y se acordó de nuestro lugar – dijo mi hermana – Pensé que les había contado.

–¿Es ginecologa? – preguntó Tincho y tuve que reírme porque era un tarado. – Mal chiste, perdón.

–No eres divertido – Agregó Bella un poco molesta – No puedo creer que tenga que comenzar mi día escuchando ese nombre, ni siquiera deberías mencionarla – Wow, era un odio real.

–Te digo una cosa, nunca jodas a una embarazada con las hormonas que estoy manejando porque te voy a lanzar un plato en la cara – respondió mi hermana muy relajada tirada en el sillón – Tengo mucha hambre, no voy a entrar en ningun vestido. Lali puedo ir de pijama? – Lali levantó el pulgar mirando unos papeles con lentes puestos y muy concentrada era una nueva faceta de ella que no conocía.

–Parece que Lali está resolviendo el mundo y seguro solamente está firmando los papeles para comprar jabón – dije riendo, ella también se lo tomó con humor y se los entregó a Gastón.

–Son de la fundación que te hablé – se quitó los lentes y se sentó a mi lado – Pensé que era más fácil abrir una organización para ayudar pero es un vuelta bastante larga –suspiró. – Los chicos se van con Gastón y las mujeres conmigo, vamos a conseguir nuestro mejor atuendo para esa fiesta de momias aburridas – se refería así a su familia.

Nos separamos y en el auto llenamos de preguntas protocolares a Gastón que sería nuestro guía real. Finalmente llegamos a una calle muy exclusiva llena de marcas de ropa y entramos a TOM FORD, me di una vuelta seleccionando cual me parecía mejor hasta que Tincho se acercó a mi.

–Peter, no puedo pagar esto – dijo tomando la etiqueta, COSTABA UNA FORTUNA – Puedo comprarme un auto simple en la isla con esta plata – solté una sonrisa. – Lo mejor es que por lo menos yo me quede en casa mirando películas.

–Yo te lo compro, mi hermana me dió su tarjeta después le puedes pagar en cuotas o algo así.

–Es una invitación completa chicos – dijo Gastón, que triste escuchó nuestra conversación – No se preocupen por eso, son órdenes de la princesa.

–¿Escuchas eso? – dijo tincho dándome unas palmadas – Órdenes de la princesa.

Por supuesto no me gustó para nada que pagara mis cosas, tuve que insistir pero Gastón no me permitió pasar mi tarjeta, nos probamos varias opciones y el nos ayudó a seleccionar el indicado.

–Mucha facha en la isla – rió Gas. – La van a romper, cuidado con las amigas de Lali que son bastante intensas.

–Brenda es mi chica – dijo Tincho y Gastón rió. – Estoy un poco nervioso, no lo quiero arruinar pero siempre digo algo desubicado y lo arruino inconscientemente no quiero que me pase esta vez.

–Controla todo lo que vas a decir – dije dándole unos golpes en la espalda.

Regresamos a casa y estuvimos toda la tarde tirados en el sillón, pasado las 8 de la noche llegaron ellas LLENAS DE BOLSAS DE MARCAS CARÍSIMAS seguro que con eso podíamos comprar una casa en la isla pero no hice ningún comentario. En el día libre recorrimos otros lugares de esta maravillosa ciudad lujosa, yo tomaba todos porque todo me parecía alucinante. Finalmente el sábado llegó a mi me dolía un poco la panza y mi mal presentimiento aun estaba presente. Las chicas se fueron a la habitación a arreglar y nosotros esperamos hasta el final porque claramente no teníamos mucho por hacer.