Capitulo 16: Bebe a termino.

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A la mañana siguiente, me levante antes que Scott. Se veía tan en paz cuando dormía. Su rostro completamente en paz, sus pestañas largas y rizadas. Me levante de la cama y agarre su camisa para ponérmela enésima de mi cuerpo desnudo. Baje a la cocina con el cabello en una cola de caballo baja. Encima de el microondas había un esteró que marcaba las 9:36 am, encendí la radio en busca de la estación country, era la mejor música para cocinar. Mientras preparaba la masa para unos buenos panques con plátano, cantaba y bailaba. Di un respigón cuando un par de brazos tomaron mi cintura.

-Dios esto huele delicioso- dijo mientras mordía el lóbulo de mi oreja.

-Gracias- puso ambas manos al lado de mis caderas y me dio la vuelta para ponerme por encima del lavabo. Arque mi cuello para dejarle espacio a sus labios. Cuando no separamos para tomar aire puse una mano en su pecho para poder mirarlo mejor a los ojos.

-Anda siéntate a comer, quiero mostrarte algo.

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Estábamos en el patio trasero de la cabaña completamente transformados. Scott en su forma lobo era intimídate y hermoso. Con ese color plateado y sus ojos esmeraldas atento a mis instrucciones.

-Sígueme- corremos varios kilómetros sin detenernos a descansar. Cuando mis patas quemaban y mis pulmones pedían a gritos aire me detuve. Por mi repentino frenado Scott choco con migo.

-¿Por qué te detienes?

-Ay una cascada a unos metros de aquí- mis fosas nasales percibían en olor a agua dulce.

-Cierto, también lo percibo- y seguimos andando a la fuente del delicioso aroma. La cascada era de una altura de 2 metros de alto y el agua era totalmente pura y cristalina. Sin pensarlo dos veces tome impulso y salte. Cuando estaba a mitad de camino cambie de forma rápidamente. El agua estaba un poco fría pero soportable. Al mirar para arriba me di cuenta que Scott también se había transformado y estaba completamente desnudo.

-¡Acaso estás loca!

-¡Si!- grite, estallando en una enorme carcajada.

-¡Salta!

-¡No!

-¡Anda!

-¡No!

-¡Gallina!- subí ambos brazos y empecé a aletear como gallina -¡puap! ¡puap!

Enfrente de mi apareció a Scott, haciéndome pegar un grito tremendo y que casi se me saliera el corazón del pecho.

-¡Imbécil!- dije con mi mano en el pecho -casi me matas del susto- con la otra mano le pegue en el pecho desnudo, mientras se reía.

-Eres un criatura que se transforma en lobo en luna llena y te da miedo un sexy hombre de 19 años.- Logro pronunciar entre carcajada y carcajada.

-Ja, ja. A ver que te parece esto- extendí las manos y con toda la fuerza que tenía lo agarre su cabeza y lo sumergí.

-¡Tonta!- grito cuando logro liberarse de mi agarre.

-Eso si fue gracioso.- para vengarse hizo lo mismo pero con una sola mano y sin mucha fuerza que se diga. Y así el día se hizo noche. Entre juego y juego y por supuesto como toda pareja recién casada haciendo el amor.

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Luna de cristal. FinalizadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora