Capitulo 7: Huir por egoísmo.

190 12 0
                                    

Sentí como la luz del sol penetraba mis parpados. Mi cabeza estaba apoyada en su hombro, sus brazos estaban alrededor de mi cintura, dejándome inmóvil, nuestras piernas estaban entrelazadas unas con otras.

-Buenos días- levante mi cabeza para ver sus hermosos ojos.

-Buenos días.

-¿Cómo amaneciste, princesa?

-Excelente- dije con una sonrisa de oreja a oreja- ¿y tú?

-Encantado de amanecer teniéndote en mis brazos- se inclinó y me dio un beso rápido en mis labios-desnuda y toda para mí.

-Tonto- le devolví el beso-mi tonto.

Se inclinó y me dio otro-si tuyo- medio un beso en los labios, mi cabeza, los parpados, y toda mi cara, su barba de un día me hacía cosquillas y no puede contener y entre en un ataque de risa.

-Oye me tengo que ir- dije apartándolo- si mis padres no me hallan, enviaran a media manada en mis búsqueda.

-Que lo hagan.- dijo apretándome más a su cuerpo. –si así puedo tenerte más tiempo en mis brazos, aceptare las consecuencias de lo venga que después

-Tal vez a ti no te importe lo que pase después, pero a mi si- cuando estaba por levantarme me di cuenta de que mi ropa estaba bastante lejos y que solo tenía la chaqueta de Scott enzima. Mierda –Gírate.

-¿Por qué?- dijo con un seño de confusión en su cara.

-No tengo mi ropa.

-Pero si ya te eh visto- dijo con una sonrisa burlona.

-Hazlo.- puso los ojos en blanco pero obedeció.

Me levante y me transforme. Sentía como mis huesos se extendían y mi piel pálida era sustituida por pelo negro. Cuando la transformación se completó, me dirigí a Scott que aún seguía de espaldas. Le toque el hombro con el hocico, y el giro con una mirada de asombro en sus ojos. Ya que yo le pasaba unos cuantos centímetros de altura.

-Wow- el extendió su mano y yo acerque mi cabeza para que la pudiera acariciar- eres hermosa- le di un cabezazo amistoso, medí media vuelta y me fui.

Era un día hermoso, el sol brillaba y no había nueves en el cielo. Seguía corriendo cuando algo grande y blanco se atravesó en mi camino, era Steven.

-¿Qué haces aquí?- le ladre.

-Eso mismo te iba a preguntar, ¿Dónde has estado toda la noche?-dijo en mi mente- no has estado con el cazador o ¿sí?- como demonios se había enterado.

-No sé de qué me estás hablando.

-Claro que sabes, ese novio tuyo, Scott, es un cazador- soltó un bufido.- y peor aún, el los lidera

-¿Cómo lo sabes?- sabía que me había delatado pero ya no valía la pena seguir ocultándolo.

-Ya sabes él es el que lidera a el grupo de cazadores que alguien contrato para eliminarnos- eso no podía ser yo sabía que Scott era un cazador pero no el jefe, era imposible.

-¡Mientes!- me abalance sobre el directo a su garganta, y el rápidamente esquivo mi ataque.

-Es cierto, si no me crees pregúntale a tu padre- y eso me causo más ira. Lo volví atacar, esta vez acerté y le mordí el lomo, en vez del cuello, pero su gruñido de dolor me vasto. Él se liberó y me mordió el lomo. Todo era mordidas y gruñidos entre nosotros hasta que, otro lobo marrón con una mancha negra en el ojo lo agarró del cuello y lo separo de mí. Era Jake.

Luna de cristal. FinalizadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora