El dichoso libro Rojo

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Miércoles 10:22 pm

- Pensándolo bien, creo que el helado de fresa es mejor que el de chocolate- Infle mis mejillas y continué con la discusión- Lo digo enserio NO ME GUSTA.

- Vamos Emy!! ¿¡Cómo que no te gusta!? ¡El helado de chocolate es como el rey de los demás sabores!- Gruñó Ashlie, mientras nos marchamos del puesto de helados y refrescos.

Di otro mordisco a mi paleta helada y cuando estaba por seguir con esta tonta discusión, alguien choca con mi hombro y eso hace que mi paleta caiga al suelo. Me volteé para ver quién era,  y ¿Quién más podía ser? Si, exacto, la chica que le faltan neuronas.... Lenay...

- Oye!! ¿¡Qué te pasa!?- le grité

Ella solo volteó a verme e hizo una sonrisa muy sarcástica para después seguir caminando.
Pero lo que me dejó los ojos como huevos fritos, fue que por primera vez en mi vida, Ashlie me defendiera, en vez de grabar todas mis peleas...

Ashlie caminó hacia Lenay y la empujó a la piscina, que rodeabamos para, después gritarle- Nunca más, te metas con mi mejor amiga ¿¡Entendiste analfabeta sin neuronas!? ¡Ni aunque sea por accidente!- Exclamó, para volver conmigo y dejar atónitas a Lenay, a sus amigas y a mí.

- Wow, ¿Qué fue eso Ash?¿Estás bien?

- Soy una persona que no le agrada mucho la violencia, pero si se meten con mi mejor amiga y también con la comida, eso es algo IMPERDONABLE.- Dijo en un tono gracioso

~•~
Miércoles 11:53 pm.

Al volver a las habitaciones, pude escuchar que James y Adrien aún seguían discutiendo en la habitación de los chicos.

-¡No puedes seguir con esto James! Estás yendo demasiado lejos con este asunto.

-¡Ya basta Adrien! Para tu información tu comenzaste todo eso. Cometiste un gran error en meterte donde no debías y ¿Ahora no quieres sufrir las consecuencias de tus actos? Si no fuera qué hiciste todas esas cosas de mierda por mí, ya te hubiera matado.

-James, se más inteligente, antes de que te des cuenta de mi presencia, yo ya te hubiera partido la cara...

-¡Vamos Adrien vuélveme a repetir lo que dijis..-No lo dudé ni un instante más y me adentré en la habitación a separarlos... Lo que fue una mala idea...

Azoté la puerta y grité- ¡BASTA! ¡Oigan, sus gritos se escuchan por todo el pasillo! ¡Ya calmensé!

Al instante que yo entré, los dos se voltearon a verme atónitos a mi presencia, pero después sus rostros cambiaron a unos furiosos, esa fue la primera vez que me di cuenta que tienen algo parecido entre ellos...

- Amor te espero afuera, ahora por favor vete.- Dijo James con voz calmada, mientras Adrien solo me miraba con el seño fruncido.

-No- Dijo Adrien en un tono seco- Ella puede quedarse- hizo una pausa y siguió- ¿O tú tienes algo que ocultarle?

-Adrien esto es entre tú y yo.

Adrien rio ante su comentario- ¿Y creés que eso me importa? O ¿Creés que eso te importó alguna vez?

-Chicos no quiero interrumpir su conversación- tragué saliva al sentir sus miradas penetrantes en mi- Pero, creo que esto deberían hablarlo en otro momento ¿No es así? Su conversación parece muy importante...

Inmediatamente los dos respondieron al unísono- Lo es.

- Si es así lo siento por haberlos interrumpido...

Me fui de su habitación, pero me quedé estática detrás de su puerta al oír mi nombre. ¡Estaban hablando de mí! ¿Qué tenía que ver yo en todo eso?

- Emily no tiene nada que ver en esto, por favor te pido que no la lastimes.

- Sabes más que nadie en este puto mundo que nunca obedezco reglas que no sean mías.

- Te juro que si la enrollas en esta mierda, te vas a arrepentir James.

- ¿Arrepentirme de qué? ¿De seguir con nuestro recrod? ¿No habías sido tú el que inventó todo esto?

-¡Ya basta James!

- O sino ¿Qué?- dijo seco y desafiante- ¿Me vas a quitar de los cumplidos del libro?

- ¡El libro me importa una mierda! No mezcles las cosas James.

- Te aconsejo que ya no me des órdenes.

~•~

Después de haber escuchado por detrás de su puerta toda su conversación, decidí marcharme hacia mi habitación.

Al llegar, creí que me sentiría incómoda o algo así por el estilo, pero no fue así. Sentía curiosidad, yo tenía que saber de qué estaban hablando, y después de mucho, pero mucho tiempo Ruperta Roberta Rorolita III volvió.

*Emily estúpida ¿¡Qué estás haciendo ahí sentada en tu cama!?*

¿Eh? ¿Quién eres?

*Ya sé que pasó mucho tiempo desde la última vez que hablamos, pero me ofende que ya no recuerdes a tu propia conciencia :')*

¡Ah sí eres tú! ¿Qué quieres?

*¿Cómo qué "qué" quiero? ¡¡Tú debes ir a su cuarto y saber de qué hablaban esos dos pillos!!*

¿Qué? ¿Y ser una chismosa? No gracias.

*Tu y yo sabemos más que nadie que nos encanta el chisme, ¡¡Vamos a ver de qué hablaban esos dos!!*

~•~

Y así fue como siempre fui mal influenciada por mi propia chismosa y perversa conciencia. Y si, me escabullí entre el pasillo y crucé hacia la habitación de los chicos que por suerte estaba vacía...
Busqué por abajo de las camas y no encontré más que calcetines sudados, frituras y algunos otros objetos que prefiero no mencionar... Hasta que llegué a una de las mesas de noche de uno de los chicos, donde logré ver un cajón cerrado con llave, pero todos sabíamos que no había chico que sepa ocultar las cosas bien; seguí buscando  por la  habitación  y encontré la llave del cajón, y ahí estaba, de nuevo ese dichoso libro rojo... ¿Qué tendría en su interior que sea tan importante como para guardarlo bajo llave? ¿Sería este el mismo libro del que hablaban los chicos? Creí que no sucedería nada si lo tomaba prestado por un momento e inspeccionaba que había en su interior.

~•~
¡Hey! ¿Qué tal mis corazones? ¿Cómo los trató la semana santa? Espero que bien, acá les dejo un nuevo capítulo, ya saben que soy de tardarme un poco, pero mejor tarde que nunca ¿No?

Pd: ¿Qué piensan de haberla integrado de nuevo a la historia a la conciencia de Emily?

¿Cómo pude morir?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora