MI CHICO MALO || KOOKMIN

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Jeon llegó como para su tercera clase del día, aún con sueño y un poco ido porque se había fumado un poco de marihuana antes de ir a la universidad.

Se adentró a su salón sentándose en el mismo lugar de siempre, al fondo. Soltó un suspiro cansado y se recostó en su mesa mirando el cielo, el silencio del salón lo estaba arrullando provocando que se quedara dormido.

Las personas ingresaban pero no despertaban al alfa que dormía al fondo, cuando entró el pequeño omega y sintió ese aroma a marihuana mezclado con chocolate y menta, supo que era su alfa que por fin se había dignado en aparecer.

Casi corriendo para que ninguna perra le ganara el sitio a lado de Kook, se sentó y lo miró enamorado, su lobo interno aullaba de la felicidad de estar a su lado.

Quería tocar el cabello de este mientras dormía pero también apreciaba un poco su vida y si hacía aquello de seguro Jeon le gritaría o le golpearía.

Así que simplemente se recostó el también mirándolo fijamente encerrándose en su pequeña burbuja de amor, y poco a poco se fue quedando dormido.

🥀

Jeon despertó al sentir un aroma a moras con fresas, ligeramente giró su cabeza topándose con un lindo omega durmiendo a su lado, la clase ya había empezado pero a los profesores de la universidad no le importaba si sus alumnos dormían o no, ellos iban a enséñales a las personas que estaban interesadas en ser algo en la vida por ende la profesara de economías no los había despertado.

El lobo de Jeon rasguñaba su pecho y aúlla diciéndole que ese era su omega destinado, no era la primera vez que veía a Jimin, en la escuela lo veía de lejos y siempre su lobo reaccionaba así.

Pero no quería hacerle daño a ese frágil omega, de por si su vida era peligrosa, ya que la policía lo buscaba y estaba en ese negocio ilegal.

Sin darse cuenta estaba acariciado los hermosos cabellos rosas del pequeño viendo que este sonreía en medio de su sueño, sigo dándole pequeños mimos viendo cada facción de cerca.

— Es hermoso...—

Pensó Jeon.

— Claro que si, idiota, es nuestro omega.—

Hablo su lobo haciendo rodar los ojos a Jeon, siempre tan agresivo como él mismo.

El pequeño omega fue abriendo los ojos lentamente hasta que sus miradas se conectaron, el alfa detuvo sus caricias y el pequeño omega lo miraba enamorado.

— Lamentó despertarte.—

Dijo Jeon, cuando iba a quitar su mano Jimin la atrapó y le di un pequeño beso en la palma de esta provocando que el alfa lo mirara sorprendido.

— Alfa...—

El lobo del castaño aulló al ser reconocido, su instinto le decía que debía márcalo, ya o algún otro alfa se lo robaría de su vida.

Se acercó lentamente a Jimin y aspiró su aroma, relajándolo por completo más que la propia marihuana, el pequeño omega se sonrojó al sentir tan cerca a su alfa.

— Mío.—