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Jimin cuando llegó a su casa aquel día se fue directamente a su cuarto a masturbarse un poco pensando en aquel alfa que lo tenía completamente loco, ¿y a quien no? , Jeon era su tipo de alfa ideal y algo en él le decía que era su amado destinado.

— Algún dia caerás~ —

Ronroneo quitándose sus pantalones de manera lenta, agradecía a dios porque hoy no estuvieran sus padres en casa.

Una vez con sus pantalones afuera fue a su closet y buscó aquella cajita de color rosa donde él guardaba sus "recuerdos" , así le había dicho a su madre cuando hizo limpieza en su closet

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Una vez con sus pantalones afuera fue a su closet y buscó aquella cajita de color rosa donde él guardaba sus "recuerdos" , así le había dicho a su madre cuando hizo limpieza en su closet.

Sacó la cajita y sonrió enormemente pues ahí estaban sus adornados juguetes y algunas cuerdas, sacó un consolador color morado y un pequeño vibrador que parecía un huevito.

Se acomodó en su cama y se puso aquel vibrador en su polla amarrándolo con cuidado para así prenderlo.

— Mgh~ —

Gimió cerrando sus ojos imaginándose que era Jeon él quien le tocaba, tomó con sus pequeñas manos temblorosas el consolador y tanteó con el objeto su entrada completamente lubricada.

Metió aquel objeto sin ningún cuidado en su interior soltando un chillido que se escuchó por el pasillo de la casa.

Comenzó a moverlo de manera algo rápida tocando de su punto dulce pues el juguete era muy grueso y largo más o menos media unos 28 cm.

— J-Jungkook~! —

Chillo el nombre de su amado alfa soñado, se estaba imaginando que las manos de este se paseaban por su cuerpo mientras movía el consolador en su interior.

Cada vez lo movía más y más rápido quería llegar aquel orgasmo soñado y necesitado en esos momentos.

Cuando el vibrador que estaba en la punta de la polla de Jimin le hizo dar una sensación tan putamente deliciosa que se acabo "orinando" en su cama, sus fluidos resbalaban por sus muslos.

Hasta que se corrio haciendo que su pequeño y delicado cuerpo temblara del placer, sus ojos estaban bañados en lujuria y él sabía que con esta primera vez no iba a estar satisfecho.

Para Park Jimin sería una larga y deliciosa tarde noche que la disfrutaría a lo máximo hasta acabar desmayado por el mismo placer que él se estaba otorgando.

MI CHICO MALO || KOOKMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora