Capítulo 18. Rabia.

1K 110 51
                                    


Chasqueo la lengua completamente molesto, retrocedió.

Intentó ignorar la escena, intento actuar como si nunca lo hubiera visto, pero no pudo, giro levemente su cabeza para poder ver la expresión ruborizada que tenía el chico de pecas, miro su mano y se heló de inmediato ¿que había ocurrido con él?

Camino en dirección opuesta pero se detuvo--, M-marco no hagas eso aquí.

Fue el colmo.

Camino en dirección, ahora, de ambos chico, luego corrrio y colocando todo su peso en su brazo derecho, concentrando toda su rabia, todo el enojo golpeo con todas sus fuerzas a Marco.

--¿¡Sabo!?--fue la única reacción que pudo tener el chico de pecas, aquella acción, fue tan rápido que no supo que hacer.

Sabo se había lanzado contra el doctor, lo tomo del cuello de la camisa para azotarlo contra el piso y comenzar a golpearlo en la cara a puño cerrado.

La sangre comenzó a salir, se salpicaba libre por el pasillo o las paredes.

--¡detente ya!--grito aterrado, los alumnos comenzaron a salir de sus aulas o a llegar por simple inercia. Se quedaron helados al ver la forma de actuar del príncipe--¡Sabo por favor!

El rubio se detuvo, se levanto y tomó del brazo al chico de pecas, camino velozmente arrastrándolo consigo. Literalemente estaba arrastrando a Ace hasta su habitación, lo metió de golpe al cuerto y cerro con llave.
--¿¡Quien mierda es él!?--grito molesto--¿¡porque permitiste que se te acercará de ese modo!?

De inmediato retrocedió más el pecoso, no comprendía si estaba molesto por mero instinto o de verdad estaba recordando, quiso explicarle, intento acercarse pero tenía miedo de su mirada rabiosa.

Tembloroso extendió su mano y acaricio sus cabellos sorprendiendo al otro chico, bajo su mano para acariciar su mejilla. La respuesta que tuvo fue que Sabo tomo su mano para frotar su rostro en la palma ajena y después besarla.

--Marco me propuso algo...pero no tengo pensado aceptar--susurro únicamente para su compañero.
--te prohíbo que lo aceptes o si quiera te acerques a él.
--¿porque?
--¡no lose! Simplemente no quiero que nadie este cerca de ti, no quiero que te toquen o si quiera te vean porque...

El tiempo se detuvo.

Ace abrió sus ojos de golpe mientras Sabo se acercaba a él, lo tomó por las mejillas para de esa forma acercarlo más y besarlo. Lo había besado.

--te quiero sólo para mi.

No espero respuesta, simplemente lo volvió a besar, unieron sus labios como si su vida dependiera de ello, se acariciaban, se tocaban, se buscaban con tanto desespero.

Pero fue Ace quien rompio con el contacto, sus ojos estaban llenos de lágrimas y apenas parpadeo calleron libres, recorriendo un fino sendero, este era el de sus mejillas. El chico de cabellera rubia no dijo nada, sólo unió su frente con la ajena y usando ambas manos las secaba.

--no entiendes.
--¿que no puedo entender?--lo miró.
--el daño que tus palabras ocasionan en mí...yo--sollozo.
Nuevamente lo beso, beso a Ace con aquel rostro lacrimoso que simplemente era su debilidad.
Aún no comprendía sus acciones pero lo hacía, acarició su cuerpo sobre las ropas ajenas y lo guió a la cama donde lo atrapó quedando sobre él--¿que aras?
--quiero hacerte mío.
--¿y tú novia?

El rubio desvio la mirada era como si no quisiese saber nada de ella, pero los valores que le incluco su padre lo detenían de poseer a Ace.
--quiero hacerlo pero...
--¿te conformarias con sólo mis besos por el momento?
--con tú sola existencia estoy satisfecho y aún no entiendo el porque.



Mientras tanto.

Marco se levantaba del piso gracias a la ayuda de varios profesores. Escupió sangre junto con una de sus muelas, hizo una mueca de dolor y rabia por lo cuál pidieron un taxi para que se fuera.

En el camino no dijo nada, únicamente trataba de darle sentido al ataque tan violento que le dio el joven de cabellera rubia rizada, pero era un enorme enigma todo. Llegó al hospital donde lo atendió la doctora Kureha, entre risas se burlaba del estado de Marco, pero él no decía nada únicamente dejaba que tratarán sus heridas.
-¡hahahahaha!--rio para posteriormente darle un largo trago a la bebida que se encontraba junto a ella--, es la primera vez que te golpean tan fuerte que pierdes un diente y te rompen la nariz ¿a quien hiciste enojar?

Marco desvió la mirada y guardo silencio--¿nuevamente te metiste en problemas con los subordinados de Akainu?
--no--hablo finalmente--me ataco un loco de cabello rubio.
--el único loco aquí eres tú, pedir favores sexuales a un joven con depresión es muy bajo.
--¡llevó amándolo desde que nos conocimos! ¿Porque esta mal intentar seducirlo?
--porque ya es muy tarde--miro a la ventana y sonrió--a ese muchacho, le han robado el corazón, sedujeron su cuerpo y enamoraron su alma.
--¿eso que quiere decir?
--que te rindas, Ace no es para ti.

Cuando una persona esta enamorada ve el mundo color de rosa, cuando hace algo que de verdad le gusta el tiempo vuela, pero cuando esas dos se juntan nunca se sabe como terminan las cosas.

Ambos chicos comenzaron besándose, de pronto las manos de ambos jovenes se buscaron con desespero y placer, se acariciaban bajo las ropas, disfrutaban del contacto, saboreaban el dulzor ajeno al pasearse sus lenguas mutuamente en la cavidad ajena.

--d-deberiamos parar...
--no quiero...

Besaba y lamia su cuello, le importaba poco si era un area visible, él comenzó a morder.

Quería marcarlo, quería que todos observarán claramente aquien pertenecía.

Ace era suyo.

No sabía porque pensaba de esa forma, todo era un lío, se volvería loco si seguía así.

--Ngh...
--¿¡Sabo!?

El chico de cabellera rubia se llevó las manos a la cabeza, gimoteo por el dolor y tembló.
Ante esta acción lo comprendió, por más que lo amará estar a su lado era malo, lo estaba observando, lo estaba lastimando.

Lo ayudó a recostarse y lo cubrió con la sábana, se alejó un poco, esperando que aquel episodio pasará pronto. Cuando finalmente se calmo, se alejo por su bien, por la salud de Sabo sin importar cuanto deseará estar a su lado, si era por su bienestar, estaría lo más lejos posible.

Caminos Cruzados. [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora