La Corona de Aragón.

Capítulo 24 [ Maratón]

—Quiero ir a ese evento —Siena reniega— ¿No hay forma de que finja ser tú para ir?

—Me temo que no —una sonrisa se pinta en mi rostro.

—¿Y a que hora se supone que llegará el vestido?

—No lo sé, el regente aseguro que llegaría a tiempo.

Y mi mente viaja al día de ayer, cuando Austin dijo aquello yo me quede literalmente en shock, el regente sólo se dispuso a despedirse del castaño y guiarme fuera de la casa, Monroe ya esperaba por nosotros en el auto, durante todo el camino nos mantuvimos en silencio, mi mente estaba desconcertada ¿él había tomado esas fotografías?, ni siquiera pude preguntarle nada, cuando llegamos a casa de Maggie él se encargó de informarme la hora del evento y que me llegaría otro vestido, y fue todo.

—Entonces —comienza Siena— ¿Ya cambiaste de opinión sobre Adrien?

Me encojo de hombros.

—Ayer me pareció diferente a cuando lo conocí.

—Bueno es que realmente no lo conociste Eli —suelta divertida— Y me temo que nadie lo conoce realmente, ni siquiera el príncipe y eso que son primos hermanos bastante cercanos, literalmente crecieron juntos.

—¿Porqué nunca me enteré de su existencia?

—Probablemente porque a pesar que es el Regente no se involucra mucho en asuntos del reino —Siena sopla en sus uñas ya que las está pintando de un amarillo canario— Él está más interesado en temas socioculturales que en políticos, está más interesado en ayudar a la gente por su cuenta que esperar a que el Rey le de una respuesta positiva.

Me muerdo el interior de la mejilla pensando.

—¿Estás diciendo que él ayuda a las personas por su cuenta? —Siena asiente— ¿Y el Rey no se opone a eso?

—Claro que no, desde joven Adrien siempre dejo en claro que los asuntos reales y demás no le interesan, su estilo no es seguir protocolos ni normas —suspira— Su mentalidad es totalmente diferente a la del Rey y el Príncipe.

Unos toques en la puerta hacen que deje de mirar a mi mejor amiga, Simón entra con un cubre vestido.

—Lo vino a entregar un joven

—Gracias Simón.

El hombre asiente y se retira, Siena salta de su lugar para arrebatarme la bolsa, lo lleva a la cama y lo abre, me acerco para verlo.

—Es bonito —declara ella.

Asiento, realmente no es algo llamativo, es un vestido de manga larga y suelto de la parte de abajo color azul cielo empolvado.

—Manos a la obra.

No nos toma mucha tiempo arreglarme, Siena recoge la mitad de mi cabello, me maquilla ligeramente y es todo, nada extravagante.

Por lo que Jimmy pudo investigar del evento se llevaría en el castillo de Vaduz, sería una degustación de platillos, postres y vinos, era como viajar al paraíso.

Quitando el hecho de que el Rey y el Príncipe estarían presentes, todo sonaba perfecto.

Me senté en la cama viendo la habitación que había ocupado cuando llegué a Liechtenstein, seguía exactamente igual.

Siena había decido arreglarme en casa de Maggie para no andar yendo y viniendo, lo cuál nos pareció lo más adecuado.

Comenzamos a charlar de Jimmy durmiendo en casa de Sierra y de como sus sobrinos le hacen travesura, Siena se ve feliz y me contagia sus sonrisas, la escucho atenta hasta que Simón interrumpe avisando que ya han llegado por mí.