De pronto apareció un pilar de luz blanco en la calle directo desde el cielo frente a la mansión Torreviarte. Dentro de ese pilar se podía ver una figura femenina, la cual no se distinguía muy bien. De pronto el pilar comenzó a apagarse poco a poco, hasta que la luz se extinguió por completo, apenas se podía ver la silueta de la chica en la penumbra de la noche. – Acá debe ser. - Dijo Gloria viendo hacia la casa de Javier. Entonces siguió caminando hasta llegar a la puerta principal, la examinó detenidamente. En su cintura llevaba una espada de plata y acabados en oro muy brillante y muy grande también, que brillaba con el reflejo de la luz del alumbrado público. – Ese bastardo... - Dijo prestándole atención a las runas celtas que Necros había grabado en la puerta, para que nadie saliera o entrara. – Pero una de las facultades que me dieron los ángeles al convertirme en hibrido fue... - De pronto desapareció y apareció repentinamente dentro de la casa. Caminó buscando a Necros, hasta que de pronto vio tres figuras que salieron a toda prisa de la sala de estar, las cuales se acercaban rápidamente a ella.
Necros y los gemelos caminaban hacia la escalera derecha de la casa, cuando Gloria apareció dentro de la casa. El exorcista pudo notarla de inmediato. - Otro hibrido. – Dijo Necros deteniéndose frente a ella. No le soltaba la mirada de encima. Los gemelos se detuvieron tras él, alternando su mirada entre él y la chica. - ¿Quién eres y que haces aquí? – Pregunto sin despegarle un segundo la mirada a Gloria. Si algo odiaba en el mundo más que nada eran los híbridos. No concebía el hecho de que pudieran entregar su vida al servicio de seres tan fríos y desalmados como los ángeles.
La niña levantó la vista hacia el hombre. - Parece que tus garabatos no son tan útiles. – Le dijo Estela a Necros tapándose la boca con la mano derecha para evitar reírse.
David ni siquiera prestó atención a la broma de su hermana, no podía quitarle la vista de encima a Gloria, no con deseo de pubertad, sino con asco, al saber que se encontraba frente a una chica mitad ángel. - ¿Quién es ella? Y ¿Cómo estas tan seguro de que es un hibrido? – Dijo David acercándose a Necros.
- Puedo reconocer a uno a distancia. – Dijo Necros. – Además es un hibrido ángel, son los únicos a quienes no les afecta la magia de las runas celtas, por eso pudo entrar tan fácil a la casa. – No le quitaba la vista de encima a Gloria. Estaba asqueado, ofendido.
- Hola Necros. - Le dijo Gloria tratando de mostrarse confiada ante ellos. – Tu no me conoces, pero yo a ti sí. – Dijo mirando a los gemelos. Necros la vio sorprendido creyendo que ella tendría las respuestas que él tanto buscaba. Entonces Gloria recordó que no podía decirle la verdad o no le permitirían regresar con él. Improvisó. – Eres aquel que intentó quitarse la vida y en su intento fallido fue condenado a deportar demonios de vuelta al infierno. – No le soltó la vista ni un solo momento. Mo podía permitirse ser descubierta.
- Tienes razón. - Respondió el exorcista rápidamente ante la afirmación de aquella mujer, aunque a la vez se sentía, al igual que al principio, ella no tendría nada que ver con él o su pasado, simplemente la habían enviado para matarlo, o a la niña. – Me conoces bien, y si, tal vez no te conozco, pero tampoco tengo intención de hacerlo, por favor quítate de mi camino. – Necros la veía con frialdad. Gloría trató de disimular la tristeza que sintió al oír la frase del hombre empuñando sus puños. Necros intentó moverse a un lado de la mujer para abrirse paso hacia el demonio. Ella interrumpió su salida.
- Hay que aceptar que si te conoce bien. – Dijo Estela viendo a Necros. – O tu historia no es tan secreta como creíamos. – Lo decía en tono de burla, como era costumbre en los gemelos.
Gloria trató de desviar el tema de conversación para evitar ser descubierta al escuchar las palabras de la niña. - Si, tienes razón. – Le dijo Gloria a Necros. – Soy un hibrido, ángel. – Mi nombre es Gloria. Y si, la niña está en lo correcto, tu historia es conocida tanto en el mundo demoniaco como en el angelical. – intentó extenderle la mano.
ESTÁS LEYENDO
Las crónicas de Necros
ParanormalEs la historia de un hombre que intenta salvar su alma exorcisando de manera neutral, hasta que se encuentra con una niña que contiene un demonio un tanto peculiar