SIMULACIÓN

Capítulo 6

No supe cuánto tiempo había estado inconsciente ni en qué momento me habían transportado.

Abrí los ojos con lentitud, tratando de hacer que se acostumbren a la oscuridad que me rodeaba.

-El bello durmiente ha despertado. – Escuché la voz de Walker al terminar de abrir los ojos.

Observé a mi alrededor mientras me iba incorporando. Se trataba de una especie de sótano con paredes de un color verde bosque y luces blancas en el techo que iluminaban el lugar. En una esquina, estaba Sam, sentado con sus piernas apoyadas en su pecho con la mirada perdida en un punto de la habitación y, al verme, la sombra de una sonrisa se dibujó en su rostro por algunos segundos para luego volver a tener esa mirada perdida.

-Hey – lo llamé, este levantó su mirada. - ¿Estás bien?

Sam negó con su cabeza sin siquiera mirarme y sin decir nada.

-A estado así desde que despertó. – Me explicó Alex, quien estaba sentado a mi izquierda. – Ya intenté hacer que hable, pero no quiere decir nada. Creo que está en un estado de shock.

Me aproximé a Sam y me hinqué frente a él, mirándolo a los ojos.

-Sam... Oye... Todo saldrá bien, ¿okey? – Por más que traté de hablarle, el chico no respondía, solo se quedaba mirando el suelo, como si de pronto fuera lo más interesante para hacer. Walker rio.

- No estaremos bien, muchacho. – Apreté mis puños. La ira comenzó a extenderse por mi cuerpo. - ¿Acaso tienes idea de dónde estamos? – Volví a mirar a mi alrededor, Walker tenía razón, ni siquiera sabía a dónde nos habían llevado, hasta me había dado cuenta de que faltaba alguien en el lugar. Hart.

- ¿Y Hart? ¿Dónde está? – Dije, poniéndome de pie.

- ¿Acaso crees que lo sé? – Rodé los ojos, cansado de la actitud despreocupada de Walker.

- Mire, Walker, si no me dice en dónde estamos...

- ¿Qué? ¿Me golpearás? – Soltó otra risotada. – Hazlo entonces. Goléame. Ya no importa. Ellos se encargarán primero de mí y luego de tus amigos.

Cuando ya no pude contener más la furia, exploté. Me dirigí a Walker y lo tomé del cuello de la camisa, dispuesto a darle un buen golpe, pero, en eso, la puerta se abrió, mostrando a un hombre (que era exactamente igual al que había lanzado la bomba en casa de Sam) sosteniendo del brazo a Hart.

-¡Paige! – Exclamó Walker, levantándose y caminando hacia su compañera que el hombre había lanzado con brusquedad al suelo. Walker logró sostenerla en sus brazos mientras la puerta volvía a cerrarse de la misma forma que se abrió. - ¡¿Estás bien?! ¡¿Te hicieron daño?!

- Sí, perfectamente. – La castaña se levantó con dificultad ayudada de Walker.

- ¿Quién era él? - Preguntó Alex, en dirección a Hart quien, al parecer, se llamaba Paige.

- Es de nuestra realidad. - Explicó. - Al venir a su mundo, infringimos las reglas de nuestra realidad. No se nos es permitido venir a la simulación, es en contra de nuestra ley, solo los programadores pueden venir y solo para corregir alguna falla o dormir a quienes despertaron.

- ¿Por qué? - Preguntó Sam, diciendo las primeras palabras desde que se había despertado, según Alex. - ¿nosotros qué tenemos que ver en que ustedes infrinjan sus reglas? Nosotros no somos culpables de nada.

- Todo lo contrario, Sam. Ustedes ya despertaron, lo que los vuelve un problema. – Continuó Paige.

- ¿Y qué? - La interrumpió, poniéndose de pie. - ¿Qué tiene de malo haber despertado?

La mujer suspiro.

- ¿Acaso no lo entienden? - Negamos con la cabeza. - La simulación fue creada para que los personajes, es decir, ustedes, no sean conscientes de que están viviendo en un mundo simulado y, ahora que despertaron, la gente de la realidad los considera un problema porque podrían hacer que las demás personas de la simulación se despierten, por lo que deberán borrarles la memoria.

- Genial. - Dijo Sam con sarcasmo. - Ahora sí somos marionetas.

Había algo en todo esto que no me cuadraba.

- Hay algo que no entiendo. - Dije. - Si nosotros ya despertamos, ¿qué hacemos aquí? ¿No deberíamos de haber ido a la realidad?

Paige y Walker se miraron, como si no nos estuvieran diciendo toda la verdad.

- Max, la única forma de viajar a la realidad, es la muerte.