secretos ocultos.

Lastimaste más que eso.

El día se me hizo eterno, marcaba las 2:10 p.m, a 5 minutos de salir de este lugar, a quien se le ocurre poner calculo a la ultima hora de un lunes? estaba cansada, triste, ansiosa tenía emociones encontradas, justo hoy me dio por venirme lo menos arreglada posible solo quería llegar a casa y dormir hasta el otro día, no me importan las tareas en este momento, ya veré como las hago, solo quiero desconectarme un rato. La razón de esto? Por casualidades y castigos del destino me habían tocado todas las clases con Ethan cosa que no me pasaba con ninguno de mis amigos, por qué? simple, para idiomas ellos elegían Ingles, Italiano, Francés pero yo elegí coreano y a ninguno de ellos les gustaba pero como imposibilidades del destino Ethan estaba ahí.

No doy el crédito al destino ya que cuando salíamos le había dicho que me interesaba muchísimo esa cultura.

Sonó el timbre y por primera vez en el día me sentía feliz, estaba cansada de tener la mirada de Ethan en mi, por suerte en las clases de hoy Sthepan o Tam me acompañaban ya que ellos sabían lo que había pasado, pero esto solo pasa los lunes y jueves el resto de días los veo una o dos horas y comparto unas cuantas con Danielle y Cat y como ellas no sabían nada de lo que había pasado lo incluían en todo por ser amigo de Erick.

Tam salió mas rápido que yo para tener listo el coche y cuando estaba apunto de cruzar la puerta de las 4 paredes en las que había estado tan afligida una mano se posa en mi muñeca y me hace girar rápidamente, no me da tiempo de reaccionar por lo que el talón derecho me falla causándome gran dolor y unos brazos me rodean, de inmediato reconozco su olor.

- Perdiste la cabeza?-Le digo enojada safandome de su agarre para darme cuenta de que me había lastimado el tobillo, miro a mi alrededor y no hay nadie más en el salón.

- Te lastimé? Estas bien?- Dice con un tono de preocupación haciendo referencia a mi tobillo.

- Lastimaste mucho más- respondo en un susurro y me doy vuelta para dejar de escucharlo.

- Val, podrías, por favor, por una vez en tu vida escucharme? - dice suplicante - Yo te he dado tu espacio, he aguantado tu enojo, tus reproches y sé que fui yo quien fallo pero no imaginas cuanto me arrepiento... cuanto te extraño...

- Ethan estoy cansada de tus mentiras mira ya no más! que crees que soy? un juego? dime, soy una estúpida muñeca a la que puedes abandonar cuando te plazca? yo ya te di una oportunidad, te escuche, confié en ti pero me fallaste y no pienso dejar que se repita.

20 segundos después mis pies no tocaban el suelo, Ethan me cargaba en sus brazos y yo no paraba de decirle que me bajara.

- Si no me quieres escuchar por las buenas no me importa, igual lo escucharás.