¿La hermana de L? (Near y Tu)

Capítulo 33.

Narrador.

La pelinegra se encontraba en su habitación encerrada, ya le era costumbre, pero no porque ella quisiera..., Sus amigos y compañeros no la dejaban salir por cuestión de su enfermedad.

En estos momentos estaba frente a un gran pizarrón que le mostraba distintos escenarios en los cuales podría atrapar a Light, o más bien a Kira, ya que para ella, Light y Kira eran personas completamente diferentes.

Muchos escenarios eran descartados porque siempre había formas en las cuales el se podía librar completamente de la situación, y ella terminaría muerta, o en prisión, o también en una manicomio, lo más probable la última opción.

Llamaron a la puerta de la pelinegra, ella, algo extrañada, abrió la puerta, dejando ver a un peliblanco.

—Sigo aquí, no hay necesidad de que vengas tú a revisar. —Mencionó nuestra protagonista con cierto humor del demonio.

Lo primero que le llegó a la mente al barón, fue algo muy típico, ha de estar en sus “días especiales”.

En el momento que la mayor -porque le ganaba por unos pocos meses-, intentó cerrar la puerta, el menor interpuso su mano, evitando que la cerrará.

—No es a eso a lo que vengo. —Dijo como siempre, neutro.— ¿Quieres salir a una cita conmigo? —Preguntó jugando con un mechón de su cabello blanco y desviando la mirada.

—¿Una cita? —Respondió con otra pregunta, como si la palabra “cita” no hubiera estado en su vocabulario desde hace tiempo.

—Exacto.

—Claro... Supongo. —Aceptó no muy decidida.

Near solamente se limitó a sonreír levemente. Dio media vuelta siendo seguido por __.

Al salir del edificio, el silencio reinaba entre ellos dos, tal parece que ninguno era bueno en temas de conversación.

—Entonces... ¿Te gusta el pan? —Preguntó __, algo estúpida su pregunta, pero preguntaba en serio.

—Si, supongo... —Respondió sin mucho ánimo el menor.

—¿Qué tienes planeado para este día? —Volvió a ser la mayor la que sacaba el tema de conversación.

__ se limitaba a ver a sus alrededores, gente con peluches, globos, chocolates, joyería, algunos pedían matrimonio, cosa que __ no pudo evitar pensar «Patético», otros lloraban, se preguntaba porque había tanta gente así, y el motivo de la salida.

—Bueno..., No mucho. —Respondió jugando con su mechón.

La mayor miró aburrida al menor, claramente no era bueno sacando tema de conversación.

Después de varios minutos de silencio llegaron a un restaurante. Claramente era Near el que guiaba la caminata.

Entraron al lugar, tal parece que Near tenía reservación.

El lugar era muy elegante, demasiado para el gusto de __, sí, ella iba seguido a restaurantes como estos, tal vez cada tres días fue junto a Lawliet.

—¿Tiene reservación? —Preguntó el hombre de la entrada, quien miraba a ambos de arriba abajo con cierto disgusto.

—Si, esta a nombre de Aiko. —Respondió Near sin darle mucha importancia la mirada del hombre.