Lunes por la mañana, como de costumbre, Millie estaba levantada desde temprano para hacer la limonada. Una gran sonrisa estaba plasmada en su rostro, al estar haciendo la limonada que sería para ese lindo chico pelinegro. Le gustaba y no tenía ningún problema en admitirlo. Amaba el momento en que el se presentaba y compraba limonada, cuando sus manos se rozaban cuando ella le entregaba el vaso de limonada.
Sus pensamientos fueron interrumpidos por su madre, quien habló, sacándole un susto a la castaña.
—Dímelo ya, ¿quien es ese chico? —Preguntó, sonriendo.
—¿Quién? —Sabía de quien hablaba.
—El chico de cabello negro y rizado —Millie frunció el ceño, era buena actriz. —, el que siempre compra limonada.
—No se de quien me hablas.
—No finjas que no sabes, te quedas un buen rato charlando con el y desde acá puedo ver como tu ojos brillan cuándo el se acerca. —Dice la señora Brown, logrando sacarle un pequeño sonrojo a la chica. —Por lo menos, dime si nombre.
—¿Para que quieres saberlo?
—Quiero conocer al futuro novio de mi hija. —Le guiña un ojo a la castaña, y ríe.
—¡Mamá!
Pasaron unos cuantos minutos, en los que la señora Brown molestó a su hija, hasta que esta, por fin, soltó el nombre de el lindo pelinegro. Después de molestarla unos cuantos minutos más, se fue, dejando que ella siguiese haciendo la limonada.
Millie amaba a su madre y, a pesar que a veces la molestase, le gustaba.
[✰]
Tan solo minutos después de poner el puesto de limonada, Wolfhard apareció y la sonrisa de la castaña creció de tan solo la presencia de el pelinegro.
—Hola, Mills. —La saludo.
—Finn. —Sonríe. —¿Limonada?
—La respuesta es obvia. —Dice, poniendo un dólar sobre la mesa.
Millie ríe y comienza a servir la limonada, le da el pequeño vaso a el chico, él, sin dudarlo, toma un trago a la limonada. Cuando ella deja la jarra sobre la mesa, el pelinegro se percata de algo, Finn jamás lo había notado, pero la limonada brillaba cuando estaba sobre un rayo de sol.
—¿Que tiene la limonada? —Preguntó Finn, frunciendo el ceño.
—¿Por qué? ¿No te gusta? Tiene los mismos ingredientes de siempre. —Dice, con preocupación.
Le preocupaba pensar que la limonada ya no le gustaba a el pelinegro, que ya no volvería a comprar limonada porque dejó de gustarle.
El chico rió, al notar la preocupación de la castaña. —No, tranquila, linda. —Millie se sonrojo. —Lo digo porque brilla.
—¿Qué? —Frunce el ceño y mira la limonada. Unos segundos después, recuerda la receta y el ingrediente secreto: "brillantina". Ella ríe. —Bueno, la receta de la limonada está hecha por mi hermana menor, Ava, y sucede que el ingrediente "secreto" es brillantina.
Finn suelta una carcajada. —Ahora entiendo. —Mira a la chica. —Te noté algo preocupada. —Dijo, sonriendo.
—Bueno, me preocupaba que mi cliente favorito dejase de comprar limonada.
—Eso no pasará, tenlo por seguro. —Dijo, mirándola con ternura.
Millie sonrió.
Unos cuantos minutos después, Finn pidió su segundo vaso de limonada y, después de hablar un rato más con la chica y terminar su limonada, decidió que era momento de irse. Ambos se despidieron y la castaña siguió el resto de la tarde ahí, en el puesto de limonada, ansiosa por volver a ver a él lindo pelinegro.
Este fanfic ya esta por la mitad :'33, Quiero terminarlo, pero a la vez no :(.
Si te gustó, te agradecería que me regalaras una estreshita :3.
Gracias por perder un poco de tiempo leyendo esto~
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Lemonade || Fillie (EN EDICIÓN)
Fanfiction❝La limonada se distingue, principalmente, por ser un poco amarga. La que Millie preparaba, era más bien dulce, tan dulce como lo era Finn. En donde Millie se encarga de el puesto de limonada de su pequeña hermana, mientras ella asiste a un campamen...