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capíтυlo ιnтerмedιo

—Kiri-kun...— le susurró la joven de cabellos _____.

—¿Qué ocurre _____-chan?— preguntó en un susurro de igual manera.

—¿No te parece algo extraño que Katsuki no me haya insultado en todo el día?— susurró nuevamente.

—Pues la verdad...si, pero, ¿Eso es algo bueno no?— esbozó una pequeña sonrisa ladina.

—De hecho...si, me gusta— sonrió imitando al peli-rojo.

—Oe, ustedes dos, ¿Qué tanto cuchichean?— preguntó mientras los miraba con su típico enojo.

Los tres se encontraban sentados en la cafetería de la escuela, el de puntiagudos cabellos rojos y la chica de ojos color _____ estaban al frente del ojicarmín, observándolo.

—¿Por qué me miran tanto, tengo algo en la cara o qué?— gruñó.

—No, nada más aparte de tu expresión de molestia— rió la chica.

—Tsk— desvió la mirada, evitando insultarla a toda costa.

¿Por qué estoy haciendo esto?... Se preguntó el ceniza con el ceño fruncido.

—Un momento chicos, voy al baño— el de dientes con características de tiburón, de levantó de su asiento y se alejó de la mesa donde se encontraban, dejando a los dos restantes en silencio.

—Hey, Katsuki— el nombrado la miró nuevamente, amaba cuando la chica lo llamaba por su nombre, se escuchaba...tan agradable para sus oídos.

—¿Hm?— le indicó que continuara.

—¿Por qué paraste de insultarme de un día para el otro?— preguntó con una sonrisa divertida.

—¿Quieres que te insulte de nuevo?— inquirió agresivamente.

—No no, sólo digo que...— suspiró y bajó la mirada —Mejor olvídalo— negó aún cabizbaja.

—¿Qué, quieres que te dé un estúpido apodo?— sonrió socarronamente, mientras los tonos rojizos subían a las mejillas de la joven.

—N-no...— musitó con suavidad.

¿¡Por qué tartamudeé!?, ¡Yo no tartamudeo cuando estoy con Bakugou!.

—Titiritera— pronunció con su ronca voz.

—¿Uh?— levantó su mirada algo confundida.

—Aunque puedas controlar mi cuerpo no significa que no pueda escucharte, dijiste que no te gusta que te llame manipuladora. Entonces titiritera— explicó con un apenas distinguible rubor.

La peli-_____ se quedó sin habla, aunque sea una cosa muy simple para los demás, para ella había sido un lindo gesto de su parte.

—De acuerdo, ese no me molesta tanto— agarró uno de los mechones que salvajemente se había colado hacia su rostro, y lo acomodó detrás de su oreja.

—Lo siento, tuve un pequeño problema— el de ojos color rubí regresó y ocupó su anterior lugar en la mesa, junto a sus amigos —¿De qué me perdí?— les preguntó para ponerse en contexto.

—Nada importante— el ceniza chasqueó la lengua y se levantó de su lugar, seguido de eso, el timbre anunciando la continuación de la jornada de clases sonó.

𝒕𝒖, 𝒚𝒐, ¿𝒆𝒔 𝒑𝒐𝒔𝒊𝒃𝒍𝒆? || 𝙠𝙖𝙩𝙨𝙪𝙠𝙞 𝙗𝙖𝙠𝙪𝙜𝙤𝙪 ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora