𝒕𝒖, 𝒚𝒐, ¿𝒆𝒔 𝒑𝒐𝒔𝒊𝒃𝒍𝒆? || 𝙠𝙖𝙩𝙨𝙪𝙠𝙞 𝙗𝙖𝙠𝙪𝙜𝙤𝙪 ✓

• ᴇsᴘᴇᴄɪᴀʟ 5ᴋ ʟᴇɪᴅᴀs •

El ligero ruido del choque entre el dedo del rubio ceniza y la puerta de la habitación de una peli-______ despertó a ésta.

—Levantate— ordenó desde el pasillo.

—Hmm— se escuchó desde el interior de la habitación, luego algo cayéndose —¡Auch!— y un par de maldiciones seguido eso antes de abrir la puerta, dejando ver a un desarreglada ______ —¿Qué quieres tan temprano Katsu?.

El nombrado pasó por su lado y entró a la habitación, sin importarle lo que dijera su pareja.

—Katsuki— le llamó con su voz ronca de recién despierta, alargando la "i" mientras se frotaba su ojo izquierdo por el sueño.

—Primero vístete— gruñó ruborizado ligeramente. La chica bajó su mirada, notando que sólo llevaba puesto su ropa interior y una camiseta del ceniza, se sonrojó y estiró hacia abajo la camiseta.

—S-si...— rió con nervios, en seguida agarró un short de su armario y se lo puso, para luego sentarse como indio sobre su cama —Bien... ¿Me vas a decir qué sucede?, es temprano, y tengo sueño— hizo un puchero, el ojicarmín se le acercó, agarró sus mejillas con una sola mano, y le dio un fugaz beso —De acuerdo, ya no tengo sueño, pero eso no responde mi anterior pregunta.

Bufó con una leve sonrisa, metió sus manos en los bolsillos de su pantalón y miró por la ventana —Quería salir contigo, tengo una "sorpresa"— la intriga se adueñó de Tsukino, haciendo que sonriera —No me mires así.

—¿Así cómo?, ¿Feliz e intrigada por lo que mi lindo novio tiene preparado para mi?— enarcó una de sus cejas, se levantó y rodeó el cuello del más alto con sus brazos —Tengo curiosidad de a donde vamos, ¿No me vas a secuestrar, o si?— le vio con diversión.

—No digas tonterías, sólo cambiate— contestó tranquilo, manteniendo su típico ceño fruncido —Mejor ponte ropa deportiva, y lleva un abrigo a algo así, te veo abajo— caminó de regreso a la puerta —Y deja de robarme ropa— comentó antes de salir de la habitación, dejando a la fémina con la duda de la misteriosa salida.

Ésta rió y comenzó a buscar ropa, teniendo en cuenta lo que le había dicho el explosivo, una vez tenía lo que se iba a poner, salió al baño para ducharse y terminarse de arreglar, para encontrarse con el de puntiagudos cabellos rubios, quien tenía una mochila colgada en su espalda.

—¿Definitivamente no iremos a almorzar verdad?— inquirió, el chico volteó y sonrió ladeadamente.

—Camina— abrió la puerta de entrada y le dio paso a la joven, para después salir él y cerrar la gran puerta.

—¿Ya me dirás a dónde vamos?— sonrió impaciente —Hey, déjame ayudarte— trató de agarrar la mochila del hombro del contrario, Bakugou esquivó su agarre y chasqueó la lengua.

—Yo la llevo— gruñó y le agarró la mano —Y deja de preguntar tanto, me molesta— la chica se encogió de hombros y terminó de entrelazar sus dedos con los de él —Sólo espera, ya casi llegamos— vio su cara de perfil, se notaba una pequeña sonrisa en sus labios.

—Ok, ok, seré paciente— y el resto del camino trató de evitar el tema.

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Algo asombrada, levantó la mirada, el sol la cegó un poco —¡Ay!— se frotó en ojo, son sus nudillos —Ahora veo todo negro, ayuda— se aferró al brazo del chico, éste rió ligeramente —No te burles.