Capítulo 7

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"Divina proporción"

Me generas morbo. Verte ya es un arte.

1

9:30 p.m

Dejé mi coche estacionado en el aparcamiento del edificio, como ocurrió toda la semana. Suspiré y apoyé mi cabeza en el volante. Había sido un día pesado en la oficina.

No llegué a mi empleo con el mejor humor del mundo por lo que sucedió con Siwon en la mañana, la cabeza seguía doliéndome, me equivoqué dos veces en la rectificación de unos planos y tuve que empezar de nuevo y, por si fuera poco, tiré mi té verde sobre unos papeles en el escritorio.

Definitivamente la suerte hoy no estaba de mi lado. Además tenía hambre, pues mi única comida del día fue una hamburguesa a las 3:00 p.m

Afortunadamente mañana era domingo.

Me bajé del coche, puse la alarma y arrastré los pies hasta las escaleras, dispuesto a irme con rumbo a mi departamento. Tenía unas ganas enormes de lanzarme a la cama y no saber nada del mundo hasta el mes próximo, o, en su defecto, hasta mañana.

Sin embargo mi plan se vio frustrado, porque cuando puse mi pie en el primer peldaño, divisé a Hyukjae sentado tres escalones arriba. Puse mi mano en mi pecho, pues me sorprendió (por no decir que me asustó). De todos modos ¿qué carajo hacía ahí?

Llevaba un pantalón de chándal y una musculosa blanca. Sobre sus muslos tenía un bloc de dibujo y movía ágilmente un lápiz que sostenía entre sus dedos. Alzó la mirada y sonrió al verme.

─Buenas noches, señor Lee ─me saludó juguetón.

─¿Qué haces aquí? Me pudiste haber matado de un susto.

─Te esperaba, obviamente ─me mostró de nuevo su reluciente sonrisa ─. Tenemos que empezar esta noche.

Suspiré y cerré los ojos con cansancio. Lo olvidé por completo.

─Escucha Hyukjae ─pedí poniéndome la mano en la nuca, avergonzado porque le había dicho que lo haría, pero estaba demasiado cansado ─, no fue un buen día para mí...

─Oh, tampoco para mí. Un profesor me gritó porque el amarillo de mi óleo no quedó como él quería. Le dije que se jodiera, que era mi cuadro, pero él se enojó y no sé porque... ─negó con su cabeza. Se atoró el lápiz en la oreja y soltó un suspiro ─. Pero aun así tengo que comenzar ya con los bocetos de mi proyecto final ─me sonrió con inocencia mal fingida.

Suspiré rendido. Este niño no aceptaría un no por respuesta y muy poco le importaba mi estado. Creo, incluso, que aunque estuviera enfermo en el hospital él estaría sentado a un lado de mí, dibujándome.

─Vale ─acepté ─¿Dónde?

─En mi casa, allá tengo todo mi material ─se levantó y pude ver el dibujo en su bloc, era un ramo de rosas hecho totalmente a lápiz. Era precioso.

─Que bien te quedó eso ─le dije porque creí que se merecía un halago.

─Gracias. Creí que me aburriría, así que traje mi bloc ─se encogió de hombros, dirigiéndose a la salida del aparcamiento. Yo lo seguí.

─¿Cuánto tiempo tienes aquí?

─Unos cuarenta minutos ─dijo con desdén. Me sentí culpable porque yo había sido quien le dijo que llegaba a las 9:00 p.m.

─Lo siento ─me disculpé.

─Está bien. Esperarte fue mi decisión.

Salimos a la calle y yo, un poco extrañado, me pregunté si acaso no vivía en el edificio o porqué no habíamos subido las escaleras.

Aquello que pudimos ser (Eunhae fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora