Capítulo 20

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"Ángel"

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Hyukjae intentó hacerme volver a la cama durante toda la tarde, pero yo ya estaba harto de estar postrado en ese lecho que me hacía sentir más enfermo.

Me negué firmemente y él no pudo obligarme a nada.

Fue por ahí de las 6:00 p.m. que me hallaba sentado en el sofá y Hyukjae tumbado en el suelo.

Él hacía su tarea porque haber faltado a la universidad tantos días no era impedimento para realizar sus deberes atrasados. Yo, por mi parte, leía la bibliografía de Leonardo da Vinci en su libro de Historia del arte.

Era bastante interesante. Por ejemplo, un párrafo decía "Los estudios de Leonardo en ciencias e ingeniería son tan impresionantes e innovadores como su obra artística, y fueron registrados en sus diarios y cuadernos de notas, que comprenden 13 000 páginas de texto y dibujos, asociando arte y filosofía natural (precedente de la ciencia moderna)." Es decir... ¡13000 páginas!

En un momento me pregunté por qué no estudié artes visuales en lugar de arquitectura, pero luego recordé que mi dibujo artístico era un asco. No podía dibujar ningún animal sin que pareciera una vaca, y no podía dibujar una vaca sin que pareciera un perro.

—¿Cómo va tu proyecto? —me decidí a preguntarle. Según mis cuentas faltaba una semana para su presentación.

Hyukjae se encogió de hombros y sonrió con tristeza. Ese gesto me desconcertó, así que le puse mucha más atención a lo que iba a decirme.

—No presentaré el proyecto.

—¿Qué? —por poco grité.

—Siento haberte hecho perder tu tiempo. Eres el mejor modelo que he tenido en mi vida, pero...

—¿Pero qué?

No podía ser cierto. Él había trabajado muy duro en ello como para que al final todo fuera un desperdicio.

—Bueno. Estuve ocupado cuidándote. Casi no he ido a mi casa desde que mi hermana me avisó que estabas muy enfermo. Solo fui una vez por ropa y cosas que necesitaba para instalarme aquí mientras te mejorabas.
Sé que estás solo y yo no quería dejarte ni un minuto sin supervisión.
Desde entonces no he tocado el lienzo de tu retrato y... ya es martes, faltan cuatro días para la exposición y el cuadro apenas va a la mitad. Es imposible que lo termine en tan poco tiempo. Además, mírate, estás realmente enfermo, no puedes modelar.

—Y una mierda —me quejé levantándome de golpe—. Por mis cojones que puedo modelar.
Vamos a tu casa. No me importa si nos tenemos que pasar los cuatro días restantes encerrados en tu estudio.
Me insististe tanto para hacer ese cuadro que ahora no puedo soportar la idea de que no lo presentes.

Él se rio enternecido y negó con la cabeza. Se levantó del suelo, me tomó de los hombros y me obligó a sentarme de nuevo.

—Olvídalo, Donghae. Tenías influenza. No voy a permitir que poses semidesnudo. Podrías volver a enfermar.

—¡Ya me siento bien!

No era del todo cierto, pero me sentía perfectamente capaz de posar.

—No me arriesgaré —tajó y se cruzó de brazos.

—Está bien. —Imité su gesto—. Entonces termina el cuadro con la polaroid que me tomaste. De algo ha de servir ¿no?

Se lo pensó un rato, pero después hizo un gesto de desdén y negó.

—No creo terminar.

—Inténtalo —le ordené en un ruidoso gruñido.

—Tendría de pasar esos cuatro días pegado al lienzo. No podría dormir casi nada y mucho menos venir a cuidarte...

Aquello que pudimos ser (Eunhae fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora