Capítulo 45

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En medio del desastre

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La empresa arquitectónica de los Lee era mucho más grande que la del señor Chang, pero, al mismo tiempo, infinitamente menos pintoresca. La gente no levantaba la mirada de sus computadores ni parecía escuchar algo externo a las líneas telefónicas que atendía. Aunque el bullicio era mucho, ningún ruido importante rompía el extraño efecto de lejanía.

Esto, por supuesto, no le importó a Choi Siwon.

Continuó recto sin llamar la atención de nadie, pues nadie ahí lucía realmente vivo. Todos eran como robots programados para realizar un trabajo y nada más.

Llegó a la oficina del CEO y abrió la puerta, importándole poco no haber anunciado antes su llegada.

Dos pares de ojos se posaron sobre él y sus caras lo hicieron reír. Una mujer realmente joven, de piel morena, cabello castaño, piernas largas y ropa desordenada se posaba sobre el regazo de aquel viejo que, en opinión de Siwon, ya estaba demasiado mayor para esas hazañas.

Rio entre dientes, comprendiendo por qué no había secretaria que lo atendiera fuera del despacho.

Descarado volvió a repasarla con la mirada. Sí, estaba muy buena. Se la habría follado sin problemas. De hecho, se parecía un poco a Donghae.

—Maldita sea, Choi… —espetó el hombre, pasándose la mano por el cabello. Mientras tanto, la chica se levantó y salió corriendo —¿Qué haces aquí?... ¿Sabes qué? No me importa, llamaré a seguridad de inmediato.

Siwon entornó los ojos y se dejó caer en la silla frente al escritorio. El costado de su cuerpo se golpeó sin querer contra el reposabrazos y casi gritó una maldición por el dolor en sus costillas, pero se supo contener. Aquello solo lo hizo estar más enfadado con el idiota que se había atrevido a dañarlo.

—¿Qué tienen los hombres de esta familia por echarme de sus empresas? —preguntó como si de verdad no lo comprendiera. Al ver que el viejo no le contestaba y, por el contrario, se llevaba el teléfono al oído, optó por presionar con sus dedos el interruptor —No quieres hacer eso.

—¿Me estás amenazando, hijo de puta?

—No, solo creí que te habría interesado saber acerca de la prostituta que tienes por hijo, ya que él te evita a toda costa…, pero bueno, así son las cosas. Me equivoqué y me voy.

Siwon se levantó, mas la desesperada voz del otro hombre lo hizo regresar a su asiento mientras agrandaba su sonrisa.

—Espera… ¿Qué hay con Hae?

—Contéstame algo, Lee —dijo Siwon en cambio, tomando unas hojas sueltas que había en el escritorio y fingiendo que las leía—. Habrías querido que tu hijo no fuera maricón ¿cierto? Te habría llenado de dicha y orgullo que tu único hijo varón se casara con una señorita de clase, educada, frágil y delicada ¿no es así?

—Al grano, Choi ¿qué estás intentando decirme?

—¿Yo? Nada… Solo me gustaría saber… ¿qué se siente que tu hijo actualmente se esté revolcando con un tipo, que no solo tiene una polla peluda entre las piernas, sino que, además, no tiene ni dónde caerse muerto? Digo, a mí me preocuparía, porque… parece que van bastante en serio.

Siwon sacó de su bolsillo una fotografía polaroid donde aparecía Donghae semidesnudo. Para Hyukjae y el castaño, se trataba de una representación artística de la divinidad, pero para el señor Lee no significó más que una mariconada gigante.

El viejo la tomó entre sus manos, temblando.

—¿Qué dirían tus socios si ven a tu hijo exhibiéndose como la puta que es? —El mayor, en un arranque de ira, la rompió en varios pedazos y dejó caer los restos como basura sobre las baldosas. Siwon soltó una carcajada —Que triste, era una bonita foto. Por suerte tengo un montón de copias… Uff, míralo posar de esa forma, que cosa tan deliciosa engendraste. Quizá me haga una paja llegando a casa…

Aquello que pudimos ser (Eunhae fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora