Me enamoré sin querer

Qué comience la guerra

Terminamos de preparar la comida; pollo y papas al horno, no fue difícil de hacer, creo que Vlad lo sabía y quiso empezar enseñándome algo sencillo primero para que vaya familiarizándome. Él y yo pusimos la mesa, sentándonos a conversar con mis amigos mientras comíamos algunos de los aperitivos que preparamos para esperar a que estuviera lista la comida. Ellos parecían estar muy a gusto. Bueno...., en realidad Sam no estaba completamente sumergida en la conversación. Estaba actuando extraño, seguramente aún se debe estar preguntando que es lo que pasó allá atrás hace unos minutos. Suspiré y llevé a Sam con la excusa de ir a ver como estaba la comida y a traer el vino añejo de Vlad de la bodega en la otra habitación.

Revisé el orno mientras sentía la mirada de Sam clavada a mi espalda. Le indiqué que me siguiera a la bodega y mientras buscaba el vino que mencionó Vlad, me decidí a hablar con ella, aunque no era un tema del que me gustaría discutir con ella sin haberlo hecho antes con el millonario.

_ Sam, ¿puedes decirme que sucede?, ¿por qué tienes esa cara? _ la interrogué sorprendiéndola, al parecer no esperaba que fuera tan directo. Ella pareció pensarlo, ya que a pesar de estar de espaldas a ella, pude percibirlo por su silencio.

_ ¿Qué pasó allá afuera?

_ Ya te lo había explicado, Sam. Vlad me enseñaba a multiplicarme cuando caí al suelo por no hacerle caso, después comenzamos a jugar a la lucha y él terminó encima mio. _ me sonroje al recordar lo que sucedió. Por donde se lo vea casi nos besamos. Aunque no le puedo decir eso a Sam, así que mejor será negarlo hasta la muerte.

_ ¿Por qué de repente él más importante que nosotros?

_ ¿Qué?

_ Lo que haga Vlad siempre parece importarte más de lo que debería. Él provoca tus cambios de animo desde hace unos días, y ahora, no contestas mis llamadas y pasas tiempo con él. ¿A caso estás enamorado de Vlad? _ bien se dio cuenta de lo que había dicho se cubrió la boca con ambas manos. Parece que su intensión era guardarse ese pensamiento para ella, pero se le escapó en el calor del momento.

_ ¿Enamorado de Vlad? _ cuestione más a mi mismo que a Sam. ¿Enamorado de Vlad?, ¿yo?, ya me lo había preguntado antes, o algo así, pero..., casi nos besamos y no me desagrado la idea, será posible que...

_ ¡No estarás considerándolo! _ me regañó mi mejor amiga, con el ceño fruncido y con las manos en la cadera. _ Solo lo dije en un arranque de ira eso es todo, no deberías pensarlo mucho.

_ Sam, siento mucho que pienses que los estoy desplazando solo porque ahora me llevo bien con Vlad, pero...

_ Lo sé, lo sé, no debo decir cosas tan desagradables. _ interrumpió la adolescente ya un poco más calmada, hasta que vio el rostro sonrojado de Danny y lo entendió. _ No. _ exclamó incrédula moviendo sus manos en negación. _  No, no, no.

_ Sam...

_ No, Danny, estás confundido, tú no puedes...

_ Creo que me gusta Vlad. _ aseguré causando un torbellino de emociones en mi amiga; los que iban desde la incredulidad, la negación, el enojo y finalmente la resignación. _ Había evitado pensar en eso hasta ahora, pero es una realidad.

_ Pero ¿como sabes que es de una forma romántica y no es como un cariño más como el de un hijo hacía un padre?

_ Yo... no lo había pensando de esa forma.

_ ¿Lo ves?, solo estas confundiendo las cosas. A ti te gusta Paulina, ¿lo olvidas?

_ Tienes razón, tal vez...tal vez solo estoy confundido.

_ Exacto, lo mejor será que no llegues a conclusiones apresuradas. _ aconsejó ella poniendo su mano sobre mí hombro, regalándome una sonrisa. _ Ven, vamos, nos deben estar esperando para comer. _ asentí con la cabeza, dejándome llevar por ella al comedor, dónde estaban Vlad y Tucker hablando sobre tecnología. Mi amigo le estaba dando algunos consejos de como aumentar la seguridad en su sistema a lo que el mayor asentía y tomaba notas. Sonreí al ver que ambos ya se llevaban mejor.