Me enamoré sin querer

Extra: En la ciudad del Amor

_ Oh, parís... _ exclamó el menor mirando a través de la limusina que mandó a traer su novio, mientras este hablaba por teléfono, seguramente con miembros del personal del hotel.  _ la ciudad es hermosa. Y eso que no he visto las principales atracciones. _ comentó volteando justo para ver a su novio colgar el teléfono y mirarlo con una sonrisa. 

_ No te preocupes, tejón. Nos quedaremos en París lo suficiente, como para que conozcas todas y cada una de las razones, de porque París es uno de los destinos turísticos más codiciados. 

_ ¿Donde nos quedaremos?

_ En el Shangri-La Hotel Paris. Te encantará. Sobre todo la habitación que elegí para nosotros. _ sonrió de forma misteriosa, y volteó mirando la vista desde su ventana. Danny lo imitó,  y volvió su vista a la enorme ciudad que se erguía frente a él. Numerosos bares, restaurantes, comercios, el lugar lleno de gente, viajeros, parisinos, se encontraban en las calles de París, bajó un clima nublado, pero de alguna manera cálido. El chico fantasma jamás pensó en conocer París, salvo en su viaje de fin de curso, en el que iría con sus amigos por todo el mundo antes del regreso a clases. Lastima que un cirquero con un complejo de inferioridad con los fantasmas, arruinó todo, de nuevo. Además nunca pensó ir con la persona que ama. Vlad había hecho este viaje por él, y él sabía que sería perfecto. El platinado solía hacer todo de forma meticulosa, por lo que siempre todo lo que hacía salía perfecto. Danny sonrió al saber que podía ir a este viaje con Vlad, y saber lo afortunado que era tenerlo a su lado. Se apoyó en su hombro sorprendiendo al mayor, y se durmió por unos momentos, hasta que fue despertando lentamente debido al movimiento del auto al detenerse. Se desperezó y sin esperar a que Vlad o el chofer le abrieran la puerta, salió quedando impresionado por lo enorme de su hotel, así como lo lujoso que aparentemente se veía. _ Wuau... _ fue lo que salió de sus labios frente al edificio, como cuando vio dentro de la habitación que Vlad eligió para ambos. Era amplia, bien amueblada, con la más elegante decoración, que un hotel de cinco estrellas puede ofrecer. Pero lo mejor de todo era la hermosa vista del balcón, donde se podía ver la torre Eiffel tan cerca, que casi podías sentir que podías tocarla si te estirabas lo suficiente. _ ¿te gusta la vista, tejón? _ dijo Vlad entrando a su habitación, mientras Daniel se encontraba maravillado por la vista del balcón. Se dio vuelta con una sonrisa a mirar a su novio. 

_ Me encanta. De verdad te luciste. 

_ Lo mejor, para mi lindo, lindo, novio.  _ Danny sonrió, mientras corría hasta la cama de dos plazas, y se tiraba sobre ella. 

_ La cama es supeeeeer cómoda. _ Vlad se sentó a la orilla de la cama, y acarició la cabeza del chico. _ ¿Qué haremos primero?

_ Lo que tú quieras, Daniel. Tus deseos son órdenes. _ Danny sonrió satisfecho con aquella respuesta, así que lo tomó de la mano y lo llevó a recorrer las calles de parís por su cuenta. Todo era tan nuevo para el adolescente, fresco, se sentía como en una película romántica, de esas que le encantaban a su hermana mayor. Y ahora él estaba en la ciudad más romántica del mundo con el amor de su vida. Era un sueño hecho realidad. Primero fueron a la famosa Torre Eiffel, que mide 300 metros de altura, hecha completamente de hierro pudelado. Situada en el extremo del Campo de Marte a la orilla del río Sena, este monumento parisino, símbolo de Francia y de su capital, es la estructura más alta de la ciudad y el monumento que cobra entrada más visitado del mundo. Danny y Vlad optaron por tomar el ascensor para que los llevara a la parte más alta de la torre, porque ni de broma el chico  iba a subir los 360 escalones para el primer nivel, ni los que restaban para el segundo, para recién tomar el ascensor que los elevaría los 276 metros hacia la parte más alta. Danny dentro del ascensor, estaba todo inquieto y emocionado, todo lo que veía le parecía fascinante, y emocionante a la vez. Eso le hizo formar una sonrisa a Vlad, que mantuvo durante todo su viaje en ascensor. Cuando llegaron, Danny no pudo contener un <<Wow>> de asombro, por las increíbles vistas que se veía desde la cima de la torre. Tales como el Arco del Triunfo , el Louvre, el Musée d'Orsay, la Catedral de Notre Dame, la Basílica de Sacre-Coeur, Trocadero y Champ de Mars, entre otros. _ Qué hermosas vistas.