La Hufflepuff rebelde.
Justa, leal y trabajadora. Valiente y ambiciosa.
Al no ser como todos los tejones amarillos, tendrá que combatir con todo lo que le venga en el colegio de Hogwarts de Magia y Hechizería.
Tenía muchas dudas, miedos y una carga enorme en mis hombros ya que mi hermano, Jacob López fue uno de los mejores alumnos de su generación. Pensar que no estaría a la altura y decepcionar a mi familia me reconcomía por dentro de mi ser.
La hora de la verdad fue la primera noche, en el Gran Comedor. El sombrero seleccionador nos estaba esperando.
- Esperad aquí, cuando diga vuestro nombre os sentareis en la silla. - la jefa de la casa Gryffindor y profesora de transformaciones empieza a leer el pergamino.
- Ron Weasley. - el pelirrojo de ojos azules con un poco de miedo se sienta en la silla.
El Sombrero despierta para visualizar su mente.
- ¿Otro Weasley? ¡Gryffindor! - menciona el sombrero.
Todos aplauden felices mientras Ron con una sonrisa alegre se acerca a la mesa de los leones rojos.
- Draco Malfoy. - el joven rubio sonríe para sentarse.
- ¡Slytherin! - el sombrero no se lo pensó ni dos veces.
Draco sonríe para irse a la mesa de las serpientes verdes.
Me acuerdo que mi corazón iba mas rápido de lo normal. ¿Le costará averiguar cual será mi casa?
- Slytherin no, por favor... - susurra Harry con los ojos cerrados.
- ¡Oh vaya! ¿No quieres estar en Slytherin? ¡Serías un buen miembro en verdad! Entonces te pondré en... ¡Gryffindor! - todos gritan para aplaudir.
- Elisabeth López. - el estómago me dio un vuelco, Penny Haywood una de las chicas con las que entablé amistad en el tren me empujó un poco.
Fui andando despacio para sentarme. La profesora me colocó el sombrero y yo solo podía pensar en una cosa, en mi hermano.
- Que maravilla... Hacía tiempo que no veía una personalidad así, claro es una López, ahora lo entiendo. Sí, lo veo. Justa, leal y trabajadora. Muy paciente y tolerante además de buena persona pero... también es valiente, si, muy valiente y muy luchadora e ambiciosa. Difícil, estoy entre dos la verdad. - yo solo tragué saliva y miré hacía arriba.
Todos estaban expectantes incluso el profesorado.
- ¿Algo que decir? - el sombrero espetó.
- Solo quiero decir que no se guíe por mi apellido y mucho menos por el camino que hizo mi hermano en esta escuela, solo dicte lo que mi cabeza y personalidad sea, por favor. - miro hacia el frente decidida.
El corazón me iba a mil.
- Eres maravillosa, si. Entonces te pondré en... ¡Hufflepuff! - abrí mis ojos de par en par, asombrada así para dirigirme a la mesa de los tejones amarillos.
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Hufflepuff.
Dónde todos son iguales, uno no es menos que el otro, entonces entendí que no todo se basa en la familia o en la sangre, si no en tu personalidad y en tu interior.
El sombrero al final no me puso en Gryffindor, mi hermano fue un león rojo en su época. Me prometí a mi misma que haría que mi familia y todo el mundo que me quisiera estuviera orgullosa de mi, por mi propio camino, por mis propios actos. Que seria alguien por ser yo misma y no por ser ''hermana de''.
Recuerdo cuando me coloqué por primera vez el uniforme, me arreglé la corbata amarilla y me miré hacia el espejo. Para sonreír.
Ser yo misma será mi identidad.
***
Nota: ¡Bienvenidos/as! Espero que os haya gustado esta pequeña introducción, algunos acontecimientos serán inventados por mi y otros se basarán en las películas, totalmente desordenadas y a mi gusto. No he puesto nombre propio a la protagonista para que podáis poner el vuestro u otro.
