Prólogo

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ASTRID.

Apenas hace un par de semanas que mis chicos Pevensie se fueron de Narnia. Aslan nos había permitido comunicarnos por medio de cartas. Hace un par de días les había enviado una cartas y hoy me había llegado su respuesta.

Querida Astrid Edevane:

Te extrañamos muchísimo. Es difícil todos los días despertar para ir a la escuela y saber que no vendrás con nosotros. Nos destroza ver como nadie te recuerda y somos los únicos que sufren tu partida. Pero siempre intentamos pensar en que estás feliz en Narnia, con Caspian.

Hablando de, ¿cómo está Caspian? Envíale saludos de parte nuestra y también a todos los narnianos y a Aslan. ¿Cómo llevan eso de reinar? Se que debe estar siendo un poco difícil, y digo un poco porque tú ya habías reinado antes.

Quería contarte que ayer Peter invitó a Lilian a salir. Estoy tan feliz por él y se que tú también vas a estarlo. Me dijo que aún te ama, pero que si no comienza a salir con alguien más no podrá superar lo que siente por ti. Esto se lo dijo a Lilian, pues no quería que ella pensara que solo la usaba para olvidarse de ti. Ella lo tomó bien. Creo que saldrán este fin de semana. Le diré a Peter que te escriba para contarte los detalles de su cita.

Creo que por ahora es todo lo que tenía que contarte. Edmund y Lucy no dejan de pensar en volver a Narnia y poder verte, mientras Peter y yo ya nos hemos resignado a nuestra vida aquí en Inglaterra. Aunque Peter aún alberga un poco de esperanza en que algún día, tal vez lejano, volvamos los cuatro juntos.

Esperaremos tu carta con ansias. Te amamos mucho.

Susan Pevensie.

A la semana recibí otra carta. Esta vez la enviaba Peter.

Querida Astrid Edevane:

Hola linda, ¿cómo estás? ¿Cómo va todo con Caspian? Envíale saludos de parte mía.

Susan me contó que en la última carta te habló de mi cita con Lilian y, literalmente, me obligó a contarte todo lo que pasó. De todas formas iba a hacerlo. Apenas ayer fue mi cita con ella. Me la pasé increíble.

La semana pasada me decidí por invitarla a salir. Me fue difícil, pero lo logré. Todo iba bien, le había dicho que nos veríamos en el parque cerca de la escuela y que luego decidiríamos que hacer. A ella le pareció bien. Después decidí hablarle sobre ti para que ella no pensará que la estaba usando para olvidarte. Cuando mencioné tu nombre ella dijo que nunca había oído hablar de ti. Mi corazón se rompió en mil pedazos. Me limité a decirle que había salido antes con una chica pero que ya necesitaba darle la oportunidad a alguien más.

Mi salida con Lilian fue genial, claro que no se compara con ninguna de nuestras citas en Narnia. Fuimos a una cafetería y ahí ella me pidió que le contara sobre ti. Le conté todo, desde cuando nos conocimos hasta ahora, solo omití nuestras aventuras en Narnia. Me preguntó que que había pasado contigo y le dije que te habías ido del país. Cuando terminé de contarle sobre ti, Lilian me dijo "Wow, en verdad la amas demasiado" y después dijo "Eres un chico increíble, ella no tiene ni idea de a la gran persona que dejó". Cuando dijo eso me sentí muy mal, porque fue mi culpa el que me hubieras dejado. Al parecer Lilian no recuerda que ella y yo nos besamos. Al atardecer la llevé a su casa y me dijo que se había divertido mucho y que esperaba que se repitiera.

Olvidarme de ti me será más difícil de lo que pensé. Fuiste mi primer amor Astrid y, aunque este saliendo con alguien más, siempre te amaré en el fondo de mi corazón y me atrevería a decir que piensas igual.

Por ahora es todo lo que quería contarte. Esperaré ansioso tu respuesta. Te amo mi bella Astrid.

Peter Pevensie.


Y así pasaron varios años. Nos escribíamos por lo menos una vez a la semana.

A lo largo de estos años descubrí que Caspian es tan buen Rey como lo imaginaba. También que Peter y Lilian se dieron una oportunidad y, la última vez que supe, llevaban año y medio de relación.

Hace casi un año recibí dos cartas, una de Lucy y una de Susan.

Por lo que me contaron, Susan y Peter se habían ido a América a vivir con su padre y Lucy y Edmund, debido a la guerra, estaban viviendo con su tía Alberta Scrubb, su tío Harold y su fastidioso primo, como Edmund dijo, Eustace Scrubb.

Un mes después de que Lucy me escribiera, recibí una carta. Era la primera vez en once años que Ed me escribía.

Astrid:

Hola nena, ¿cómo te va? Se que es la primera vez en tres años que te envío una carta, por favor no me odies, sabes que no soy del tipo que hace estas cosas. Te juro que he leído todas las cartas que haz enviado y me alegra saber que eres feliz.

Desde hace tres años he contado los días que no haz estado a mi lado. No se si Susan, Peter o Lucy te habrán dicho, pero, después de salvar Narnia y regresar, estuve llorándote todas las noches durante un largo tiempo. Mi madre se preocupó mucho, llegó a preguntarme si era por una chica. No supe que decirle, sabía que si le decía que era por ti, no sabría quien eras y tal vez me tomaría por loco. Por favor, no te sientas mal por esto.

Se que Lucy te contó que hace un mes vinimos a Cambridge a vivir con mis tíos y el insoportable de Eustace. Por desgracia la casa no es muy grande y tuve que compartir habitación con mi primo. No lo soporto, he intentado darle una oportunidad para llevarnos bien pero no ha resultado. Él me odia y yo lo odio, es mutuo.

Estoy ansioso por volver a Narnia, por verte, por abrazarte, por estar a tu lado. Hay algo que nunca pude contarte y prefiero escribirlo en una carta que decirlo en persona.

Cuando reinábamos en Narnia, después de derrotar a la Bruja Blanca, no se como, ni porque, pero comencé a tener sentimientos por ti. Te sonará tonto pues me la pasaba coqueteando con las chicas del reino, pero lo hacía para alejar esos sentimientos de mi corazón. Eres mi mejor amiga y estabas con Peter, sabía que no había oportunidad. Cuando Peter te pidió matrimonio esos sentimientos desaparecieron. Nunca creí que te contaría esto.

Por ahora, es todo. Prometo que escribiré más seguido. Te amo nena.

Ed.

Caspian y yo llevábamos tres hermosos años de matrimonio. El tiempo en Narnia pasa más rápido que el tiempo en Inglaterra. Él ahora tenía 20 y yo 18.

Caspian había cambiado bastante. Había crecido un poco más, se había dejado la barba y el cabello un poco largo, su voz ahora era más grave y se había vuelto más maduro. Yo, en cambio, me había dejado crecer el cabello hasta las caderas y me había desarrollado mucho.

Caspian había decidido que en una semana comenzaríamos un viaje por los mares para encontrar a los siete lores amigos y leales seguidores de su padre. Había reunido una tripulación y partiríamos en busca de esto en el Viajero del Alba, el mejor navío de Narnia.

Una nueva aventura estaba por comenzar.

Amor Narniano (Caspian & Astrid) Temporada IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora