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ASTRID.

Diana: ¿Es en serio? -dijo mirándome sorprendida pero con una enorme sonrisa en el rostro.

Astrid: No jugaría con eso y lo sabes.

Diana es una amiga a la que me volví muy cercana cuando los Pevensie se fueron. Cuando tenía tiempo libre generalmente lo pasaba con ella.

Ahora estábamos en el estudio de Caspian, sentadas en los sofás y tomando algo de té.

Diana: ¿Cómo crees que lo tome?

Astrid: No lo sé, y la verdad me da algo de miedo decírselo.

Diana: ¿Por qué?

Astrid: ¿No crees que es muy pronto?

Diana: Llevan tres años, tal vez si es un poco pronto, pero no te preocupes, estoy segura de que a Caspian le encantará la noticia.

Astrid: De todas formas, no se lo diré aún.

Diana: ¿Esperarás a que él se de cuenta?

Astrid: Esperaré a que nuestro viaje termine. Hace tres años que no tengo una aventura como esta. Si se lo digo ni siquiera me dejará ir.

Diana: Si por mi fuera, tampoco irías, pero eso levantaría sospechas. Además, Caspian no dejaría que estés lejos de él por tanto tiempo. Solo te pediré algo. Cuídate mucho.

Astrid: Lo haré. Tenlo por seguro.

En ese momento Caspian entró al estudio.

Caspian: Lamento interrumpir.

Astrid: No hay problema cariño.

Diana: Al contrario, es tu estudio. Nosotras somos las intrusas.

Los tres reímos.

Diana: Debo irme, tengo un par de asuntos pendientes por resolver.

Ambos nos despedimos de ella y se fue. Justo cuando Diana salió a la habitación, entró el Profesor Cornelius.

Cornelius: Astrid, hay un príncipe que te está buscando. El príncipe James. Te espera en el jardín.

Caspian frunció el ceño y yo reprimí una carcajada.

Astrid: Enseguida voy.

En los tres años que llevo viviendo en Narnia hemos hecho varias fiestas en el castillo y ahí he conocido a varios príncipes y reyes. Muchos venían después para pedir mi mano en matrimonio y se iban decepcionados cuando se enteraban que ya estaba casada con Caspian. El único que no se decepcionó fue James.

Lo conocí en una fiesta hace unos dos años. Me sacó a bailar y después charlamos durante un rato. Días después regresó al castillo para pedir mi mano. Me negué y le dije que ya estaba felizmente casada con Caspian. Él asintió con una sonrisa y me pidió ser amigos. Acepté y eso no pone muy feliz a Caspian. En los últimos dos años James ha venido a verme muchas veces y Caspian siempre se pone celoso.

Caspian: ¿Qué parte de que estás casada no entiende? -dijo cuando salimos hacía el jardín.

Astrid: Vamos, no tienes que ponerte celoso, sabes que James es solo un amigo.

Encontramos a James paseando entre los árboles del jardín. En cuanto me vio una sonrisa se formó en su rostro, pero desapareció cuando vio a Caspian.

James: Majestades -dijo haciendo una reverencia.

Astrid: Príncipe James -correspondí su reverencia y le di un codazo a Caspian para que hiciera lo mismo.

James: Es un placer volver a verte Astrid.

Astrid: Lo mismo digo.

Caspian: Y, ¿qué lo trae por aquí príncipe James? -dijo mirándolo mal.

James: Solo quería ver a Astrid.

Astrid: Que lindo eres -miré a Caspian, se le notaban los celos a kilómetros- Caspian, cariño, ¿no tenías que hacer algo?

Caspian: Los veré más tarde -se fue no sin antes besarme para dejar bien en claro lo nuestro frente a James.

James: ¿Aún no le agrado?

Astrid: ¿A Caspian? Por favor, él te adora -dije con sarcasmo y los dos comenzamos a reír.

James: Será cuestión de tiempo.

Asentí. Comenzamos a caminar por los jardines charlando de muchas cosas. Eso hicimos durante todo el día hasta que el sol comenzó a meterse.

Astrid: Me alegra que hayas venido. Saldré en un viaje con Caspian la semana próxima y no se cuando volveré.

James: Entonces fue una buena idea venir a verte. ¿Será un viaje como para relajarse o es una especie de aventura?

Astrid: Es una aventura. Estoy tan emocionada.

James: Lo imagino. Solo te ruego que te cuides y envíame una carta cuando estés de vuelta.

Astrid: Por supuesto. ¿Te quedarás? Puedo pedir que te preparen una habitación.

James: Me encantaría, pero tengo algo que hacer y tendré que partir hoy. Vine a verte porque me quedaba de paso y porque te extrañaba.

Lo acompañé a los establos y cuando su caballo estuvo listo nos abrazamos.

Astrid: Fue agradable verte.

James: Lo mismo digo.

Astrid: Vete con cuidado.

Asintió. Subió a su caballo y partió.


Una semana después...

Todo estaba listo para nuestra nueva aventura. La tripulación estaba terminando de subir las cosas al barco. Drinian, el capitán, hablaba con Caspian mientras yo me despedía de Diana.

Diana: Cuídate mucho. Te estaré esperando.

Astrid: Tú también cuídate. 

Caspian y yo fuimos los últimos en subir al barco.

Caspian: ¿Lista?

Eché un último vistazo al castillo y a Diana.

Astrid: Más que nunca.


Amor Narniano (Caspian & Astrid) Temporada IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora