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NARRADOR.

Edmund no había podido evitar pensar en las historias de serpientes marinas de las que Drinian había hablado. Una gran serpiente marina los acechaba desde el mar, esperando el momento indicado para atacar. Comenzó sacudiendo un poco el barco.

Caspian: ¿Qué es eso?

Rhoop: Ya es tarde. ¡Ya es tarde!

Mientras todos veían hacía el mar intentando ver mejor esa cosa que estaba por atacarlos, Astrid vio a Gael sentada en el otro extremo del barco. Justo donde la bestia estaba por atacar.

Astrid: ¡Gael! -se acercó rápidamente a ella y la alejó de la orilla- Llévala abajo, ponla a salvo- le dijo a Lucy y esta obedeció.

La cabeza de la serpiente por fin hizo aparición dejando asombrados a todos en el navío. Todos sacaron sus armas y las apuntaron hacía la bestia.

Eustace le lanzó un par de bolas de fuego, pero la serpiente lo atrapó con su boca y comenzó a golpearlo contra el barco. Reepicheep, que estaba en el lomo de Eustace, atacó a la serpiente hasta que esta lo sacó volando hasta el mástil del barco.

Eustace y la serpiente estuvieron peleando un rato hasta que esta lanzó al dragón contra una gran roca y, antes de que la serpiente pudiera volver a atacarlo, Eustace le lanzó fuego en el rostro provocando que regresara a las profundidades del mar.

Lord Rhoop se acercó con rapidez a la orilla con su espada en mano.

Rhoop: ¡Largo criatura!

Caspian: ¡La espada!

Lord Rhoop había lanzado su espada a Eustace, esta se le clavo en un costado. Lucy y yo lo miramos preocupadas mientras se alejaba ignorando nuestros gritos.

Rhoop: Estamos perdidos, ¡perdidos! -dijo corriendo hacía el timón y quitando al marinero que estaba ahí.

Intentó girar el timón para darle la vuelta al barco, pero Drinian le dio un buen golpe en la cabeza que lo dejo inconsciente.

Drinian: ¡Atención! Todos a los remos, ¡ahora! Remen a doble tiempo.

Todos obedecieron y rápidamente ocuparon sus lugares.

"Aslan, por favor, sálvanos", pensó Astrid y, en ese momento, del cielo bajo un albatros que voló sobre el barco antes de desaparecer. ¿Sería una señal?

(...)

Eustace, que estaba herido por culpa de la espada de Lord Rhoop, volaba lejos de la Isla Negra, pero no llegó muy lejos debido a su herida. Se desplomó en una pequeña Isla y cayó inconsciente durante un rato. Cuando despertó, un gran león estaba frente a él.

Aslan.

Con un potente rugido el dragón desapareció, volviendo a ser el pequeño Eustace que, por arte de magia, se encontraba nuevamente en la Isla de Ramandu con la espada de Lord Rhoop a su lado. No perdió el tiempo y se dirigió a colocar la última espada en la mesa de Aslan.

No fue tan fácil como pensó, pues tuvo que luchar con la bruma verde, que le impedía poner la espada. Pero Eustace ahora era más fuerte que la tentación y triunfó sobre la bruma.

(...)

La serpiente marina salió nuevamente del mar y comenzó a atacar, por segunda vez, a nuestros marinos destruyendo parte del barco.

Lucy bajo rápidamente a su camarote para asegurarse de que Gael se encontrará bien. Después de eso fue a la sala del capitán y tomó el arco y las flechas de Susan antes de volver a cubierta.

Las cosas cada vez estaban peor, si no hacían algo rápido la serpiente terminaría con el barco.

Astrid y Caspian se encontraban en el timón. Caspian miraba atento una roca a unos pocos metros de donde se encontraba el navío. Al parecer tenía una idea.

Caspian: Ed, tenemos que embestirla. La aplastaré en las rocas.

Edmund: Guíenla a babor, yo la mantengo en la proa.

Ed se dirigió a la proa y, una vez ahí, sacó su linterna y su espada y con ambas apuntó a la serpiente.

Edmund: ¡Trata de matarme! ¡Ven! ¡Vamos, ataca!

La serpiente se lanzó contra Edmund.

A y L: ¡No! -gritaron desesperadas.

Caspian: ¡Edmund!

Pero Edmund seguía con vida, solo mantenía a la serpiente en esa parte del barco para que el plan de Caspian funcionara.

Lucy y Astrid, que ahora se encontraban cerca del mástil, tensaron sus arcos, apuntaron contra la serpiente y dispararon. Ambas flechas dieron en el blanco. Y lo lograron, lograron aplastar a la serpiente contra la gran roca. Ed salió disparado durante el impacto y cayó en cubierta cerca de las chicas.

Pero el plan de Caspian no salió como habían esperado. La serpiente se levantó nuevamente y parecía que estaba muy enfadada.

Astrid estaba en shock mirando a la gran bestia que no notó que se disponía a atacarla.

Caspian: ¡Astrid!

Caspian se lanzó contra ella y ambos cayeron lejos de la serpiente.

Caspian: ¿Estás bien? -dijo tomando su rostro entre sus manos.

Ella asintió.

La serpiente iba a volver a atacar, pero Caspian con su espada cortó una parte de sus piel haciendo que la bestia se alejara. El pedazo que había cortado cayó en el barco y se volvió bruma.

Caspian: Podemos vencerla.

Edmund: Hagamos que se acerqué.

Drinian: ¡Todos a la cubierta principal!

Caspian: ¡Traigan los arpones!

La serpiente comenzó a morder el mástil. Ed tomó una de las cuerdas y se lanzó para poder subir hasta el mástil.

Todos los marineros, incluyendo a Caspian y Astrid, lanzaron un arpón hacía la serpiente. Todos dieron en el blanco y comenzaron a jalar las cuerdas, atrayendo a la serpiente. Les estaba costando bastante trabajo, pues la serpiente no paraba de moverse.

Un dolor en el vientre hizo que Astrid se desplomara en el suelo y comenzara a gritar. Caspian la miró preocupado y se arrodilló frente a ella.

Caspian: Amor, ¿qué tienes?

Astrid: Duele -dijo antes de soltar un grito desgarrador.

Lucy se acercó a ellos y miró con preocupación a su amiga.

Caspian: Lu, sacala de aquí.

Lu asintió y ayudó a Astrid a levantarse. La llevó al timón para que se recargara ahí.

Astrid: Debo volver, debo ayudar a Caspian.

Lucy: Astrid, debes quedarte aquí. Haz estado haciendo muchos esfuerzos. Va a hacerte daño. ¿Acaso quieres perderlo? -dijo señalando su vientre y Astrid negó.

Cerró los ojos y apretó los dientes intentando soportar el dolor.

Amor Narniano (Caspian & Astrid) Temporada IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora