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ASTRID.

Estuvimos un par de días más navegando antes de encontrar la Isla de Ramandu. Usamos un par de botes para llegar hasta la orilla. Era un poco tarde cuando llegamos, por lo que no tardó en oscurecer.

Cruzamos un puente lleno de extrañas estatuas de animales. Caspian me había tomado de la mano desde que llegamos a la Isla y no me permitía separarme de él.

Llegamos a una mesa con muchísima comida. Era un banquete enorme.

Tavros: Comida -dijo entre confuso y agradecido por tener por fin una comida decente.

Astrid: Alto. Esto es muy sospechoso.

Los marineros rodearon la mesa con el banquete. Ed apuntó con su linterna al otro extremo de la mesa y logramos ver a tres hombres sentados a la mesa. Desenvainamos las espadas y apuntamos a los hombres. Pero no se movieron, parecía que estaban muertos.

Caspian: Lord Revillio -dijo apuntando con su espada el anillo que uno de los hombres tenía en la mano- Lord Mavramorn -dijo señalando a otro- Y Lord Argoz -dijo mirando al último.

Lucy: Está respirando -dijo alejándose de Lord Argoz. Los tres hombres seguían con vida.

Edmund: Alguien los embrujó.

Caspian inspeccionó todo lo que había alrededor. Hice lo mismo que él y me di cuenta.

Astrid: ¡Es la comida! -algunos marineros ya habían tomado comida y se preparaban para degustarla. Todos soltaron lo que tenían en sus manos.

Edmund: ¡Hey! -dijo llamando nuestra atención- El cuchillo de piedra. Esta es la mesa de Aslan.

Lucy, Caspian y yo buscamos las espadas de los tres lores y se las quitamos. Las pusimos en la mesa junto con las tres que habíamos conseguido anteriormente.

Caspian: Son seis.

Astrid: Aún queda una.

Las espadas se tornaron azules y brillaban.

Lucy: Miren -dijo señalando al cielo.

La estrella azul se estaba moviendo. Parecía que estaba bajando del cielo. Apareció frente a nosotros con la forma de una mujer sumamente hermosa. Ed y Caspian le pusieron el ojo encima y yo trataba de ocultar mis celos.

Lilliandil: Viajeros de Narnia. Bienvenidos -los marineros le hicieron una reverencia- ¿No tienen hambre?

Edmund: ¿Quién eres? -le dijo bastante embobado.

Lilliandil: Lilliandil, hija de Ramandu. Yo los guiaré.

Caspian: ¿Eres una estrella? -dijo sin apartar su vista de ella.

Lilliandil asintió. Intentaba no apreciar como mi esposo la veía con deseo.

Caspian: De verdad eres muy bella.

Esa fue la gota que derramó el vaso. Me alejé de Caspian, para evitar explotar, y me senté junto a Tavros.

Lilliandil: Mi belleza no es nada comparada con su Majestad, la Reina Astrid -me miró y sonrió, le devolví la sonrisa lo mejor que pude- Pero si es una distracción para ustedes, usaré otra forma.

C y E: ¡No! -se apresuraron a decir. Par de idiotas.

Lilliandil: Por favor, la comida es para ustedes -mágicamente se encendieron las velas de la mesa- Hay suficiente para todos los invitados a la mesa de Aslan. Por favor, coman.

Amor Narniano (Caspian & Astrid) Temporada IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora