Lulú

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Finalmente Gabriel había averiguado quien enseño a Cas que su nombre era más fácil de pronunciar como "Gaga". Por una bolsa de dulces, Balthazar accedió a darle la información. Lucifer había estado jugando con el bebé y enseñándole eso.

La venganza sería igual de dulce. Se ofreció voluntariamente a cuidar del infante, encerrándose en la habitación de Jack. El lavado de cerebro comenzó.

Por la noche, cuando todos se reunían para comer. Cas estaba bañado y con su pijama. Ante la mirada desaprobatoria de Michael, dejo de gatear y se puso de pie. Lucifer no lo había visto desde temprano en la mañana, y se había marchado cuando el bebé aun dormía. Adelanto a su hermano mayor y se agacho a la altura del Cas.

- Hey, Soldado. Ven acá. – Abrió sus brazos, incitando al sonriente bebé.

Cas camino hacia él, y justo antes de caer en sus brazos, llamo a su hermano como Gabe le había enseñado.

- ¡Lulú!

El arcángel se quedó pasmado, al igual que los demás a su alrededor. Castiel nunca lo llamo "Lucifer" ya que era demasiado complejo para su vocabulario limitado, pero había optado por un mal pronunciado "Luci". El misterio era de donde había surgido el nuevo apodo.

Ante el silencio incomodo que se dio, Gabriel no pudo resistirlo y estallo en carcajadas, delatándose.

- Tu... - Acuso Lucifer, sus ojos se tornaron a un rojo furioso. – Corre...

Gabe desapareció de inmediato, y Luci lo siguió. Ambos aparecían y desaparecían por toda la estancia, ante la mirada estupefacta de todo el grupo, que continuo cenando.

- ¿Así son siempre? – Interrogo Dean, con su boca llena.

- Yep. Hasta que sacan de quicio a Michael. – Respondió con tranquilidad Chuck.

Tal como Dios dijo, no pasó mucho hasta que las corridas, aleteos y gritos, desquiciaron al mayor de los hermanos que intentaba comer tranquilamente con el bebé ángel en su regazo. Se levantó y entrego con tranquilidad al pequeño a los brazos de Jack. Limpio su boca con la servilleta y se alejó de la mesa.

- Lucifer. Gabriel. Es suficiente. - Dijo con calma.

Ambos hermanos pasaron a su lado sin prestarle ninguna atención. Ok. Agotaron la paciencia que el arcángel poseía.

De repente, Michael desapareció y solo se escucharon dos quejidos. Luego de un minuto, Lucifer y Gabriel se sentaron a la mesa en sus respectivos lugares, sobando sus cabezas. Michael también se sentó, ya más relajado, y volvió a recibir a Cas entre sus brazos.


A la hora de dormir, Cas se durmió en el hombro de Michael. Este se lo entrego a Lucifer, con mucho cuidado y una amenazante mirada. Ya en la habitación. Lo que empezó como una simple pelea de hermanos, despertó sentimientos muy oscuros en Luci. Le estaba costando trabajo tranquilizarse, y aún más trabajo poder dormir. En medio de la madruga, Cas se despertó a la hora justa para su biberón. El mayor se levantó de mala gana con el bebé en brazos y preparo lo necesario. Castiel noto su seño fruncido y lo imito. Esperaba una sonrisa de su hermano mayor como todos siempre lo hacían cuando imitaba caras, pero Luci no rió.

- Lulú. – Dijo con tristeza.

- Ya cállate. –

No pensó en lo que decía, o a quien se lo decía. Tomo el biberón y volvió a su cama, sin notar los ojos llorosos del pequeño ángel. Sentó al pequeño frente a él en la cama, y le entrego su biberón. Castiel no quería biberón, no quería dormir, quería a su hermano. Dejo caer el recipiente y permitió salir toda su frustración en un llanto asolador.

Lucifer cayó en cuenta de lo que había logrado e intento calmarlo con sus peluches, pero eso no era lo que Cas quería. Tomo al bebé entre sus brazos e intento con canciones de cuna, tampoco funciono.

- Lo siento, ¿Si? Luci lo siente. – Comenzaba a desesperarse. – Por favor, Cassie, ya no llores.

El llanto despertó a varios en el bunker, pero Jack no fue capaz de esperar a que su padre hiciera algo para cesarlo. Toco dos veces la puerta y entro.

- ¿Qué sucede?

Lucifer se balanceaba de un lado a otro de la habitación sin lograr mucho y sin poder encontrar respuesta a la pregunta de su hijo.

- Me llamo "Lulú" de nuevo y me enfade. – Explico. – Pero no estaba enfadado con él. –

Jack comprendió y tomo al pequeño en sus brazos.

- Cas, Luci no quiso gritarte. – Le hablo como si pudiese entenderlo perfectamente. - ¿Puedes perdonarlo? Ha sido un día estresante para él.

Los sollozos terminaron y el nephilim se encargó de limpiar el desastre de leche sobre el piso, mientras Lucifer recostaba al bebé. Agradeció a su hijo antes de que se marchara y se relajó junto al ángel.

Castiel dormitaba tranquilo ahora.

Lucifer nunca tuvo nada a que aferrarse cuando las cosas iban mal. Explotaba y destruía como forma de desahogo. La soledad solo multiplico aquella actitud en él.

Pero ahora, con aquella adorable y diminuta figura a su lado, le asustaba explotar.

- Céntrame, Cassie, mantenme de este lado de la línea. – Pidió, acariciando el oscuro cabello. – Jack y tú son todo lo que me mantiene cuerdo.

Entre sueños y casi sin poder comprenderse, Cas pronuncio Lulú nuevamente. Lucifer lo arropo contra sí. Podía ser el peor apodo del mundo, pero en esa pequeña boca sonaba adorable. 

Volviendo a ser familia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora