Estresante Nuevo Rol.

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Shinichi Kudo y Ran Mouri prometieron salir juntos en una "cita". Lo cierto es que no parecía una cita, siendo que no era normal resolver un caso de asesinato en una. El detective, Shinichi Kudo, resolvió el asesinato y camino junto a su acompañante para continuar con su salida. Esta lloraba por el crimen que se había cometido, y el detective se burlaba de que le afectase tanto. Era una burla amistosa, sin intenciones de ofender.

El detective vio a esos dos sujetos vestidos de negro que habían sido sospechosos del anterior asesinato. Shinichi al ver los ojos de uno de ellos dos sintió maldad en su mirada. Esos dos hombres se dirigían a un sitio sospechoso. Como detective que era, los siguió. Ocultándose tras una pared viendo que es lo que hacían.
Y justo como sospecho, un hombre de negro parecía estar amenazando a otro señor que le entregaba un maletín lleno de dinero. El detective analizaba la situación mientras sacaba fotos con su teléfono como pruebas. Y se dio cuenta de un detalle, faltaba uno de los dos hombres de negro. Fue entonces cuando recibió un golpe con un objeto contundente en la cabeza. Callo al suelo casi apunto de desmayarse, no podía moverse y su cabeza sangraba.

El hombre de negro tuvo una charla con su compañero, Shinichi no era muy consciente de que discutían. Parecía que simplemente se preguntaban como acabar con el. El más alto de los dos, quien más miedo daba, dio una solución.

- Probemos el prototipo echo por Sherry. Nunca se probo en humanos, pero debería de matarlo. Vos encárgate de las fotos, vodka.- El sujeto saco una cajita plateada que en su interior contenía esa droga de la que tanto hablaban, mientras que el otro abría la cámara del teléfono y borraba las fotos que les había sacado, para luego tirarlo al piso, no pareció romperse. Con lo caros que estaban se permitió no romperlo.

El sujeto de pelo plateado agarro una píldora de esa cajita plateada y se la dio de tomar junto a un liquido de un frasco al detective. Este por culpa del liquido no pudo evitar ingerirla, tosiendo un poco en el acto. Luego de que el detective la ingiriera, ambos hombres de negro se fueron. Fue entonces cuando el detective empezó a sentir un dolor descomunal.