8__Hattori!?

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El robo fue muy emocionante, se encontró como siempre con el ladrón en la terraza. Parecía que el ladrón se sorprendió de verla a ella, para luego volver a tener su típica sonrisa. Se le escapo, al menos obtuvo la joya. Volvió a su casa agotada luego del atraco. Y durmió plácidamente.

En la casa del profesor.

-Hey, es la niña.- Esa voz, Haibara la reconoció... ese acento no podría ser olvidado nunca.

-Vaya... que le trae al amigo de Kudo esta humilde casa?-

-Tuve el presentimiento de que algo paso con Kudo. Y a quien mejor preguntarle que a vos o al profesor ese.-

-Tuviste un buen presentimiento. Por qué no vas a la pieza de Kudo a descubrirlo?- Al decir eso la cara de Hattori cambio, tenia una gran sonrisa. Eso extraño un poco a Haibara, pero lo ignoro. Luego de lo dicho, él se fue.

En casa de los Kudo. Específicamente la habitación de el más joven.

-Wow, Kudo... es muy linda.- Hattori estaba encantado por como se veía. Su pelo esparcido elegantemente por el colchón, su expresión llena de paz, la respiración relajada que hacia que su pecho subiese y bajase con armonía, su labios rosados semi abiertos, sus largas pestañas, su piyama que le daba un aspecto de vulnerabilidad, todo en ella era hermoso. O así lo veía ese chico moreno en la sala. Un aura rosada y brillante iluminaba la sala a ojos del espectador. Pero tenia otros planes, debía despertarla.- Hey, Kudo, despertate.- Empezó a moverla con las manos.

-Mmmh- Hizo un ruido, medio de queja, y abrió los ojos. Esos hermosos ojos cyan que te dejaban encantado, esos ojos semi abiertos que, por el recién despertar de la portadora de estos, estaban cristalizados, y brillaban con más intensidad.- ....Que haces acá?...- Pregunto con un tono somnoliento y curioso.

-Vine a visitarte.- Respondió con una sonrisa.- Vayamos a desayunar a una cafetería, dale?-

-Mm, okey.- Tenia la voz levemente ronca, pero se veía muy linda en su recién despertar. Empezó a sacar un pie de la cama y la sabana, para que este tocase el piso, al hacerlo el contacto con el frió piso le dio impresión, pero más tarde se acostumbro. Luego bajo el otro pie y con los dos pies afuera, después de un rato, se sentó en la cama. - Voy al baño...- Y se levanto hacia el baño que tenia en su propia pieza.

Hattori simplemente se quedo a esperarla. Paresia embobado viendo el sitio color rosado. Siendo que todos los demás le dirían que era blanco y que tendría que ir al oculista.
Al salir, ya estaba mas despabilada. Se peino su pelo color azabache, su cara estaba medio sonrojada; por el recién despertar, luego de lavarse la cara, y su piyama estaba puesto de manera mas prolija.

-Ponete ropa bonita.-

-Eh... Estas escuchando tus propias palabras?- respondió de manera un poco sarcástica. Justo cuando Hattori iba a responder se oyó un ruido.

Toc toc. Se giraron ambos a ver la puerta.

-Pase...- Entro esa niña con ropa en sus manos.

-Kudo, buen día. Te traje ropa para que puedas usar algo más acorde a tu cuerpo. Me lo dio tu mamá.-

-Gracias...-

-Veo que ya te despertaste.-

-Vamos a ir a desayunar a una cafetería Kudo y yo.- hablo el moreno, respondiendo por la recién despertada.

-Ya veo, suerte... Ah! Tu mamá más tarde te va a venir a buscarte para que te compres ropa.- y con lo dicho y echo, se fue.

......

Estresante Nuevo Rol.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora