El robo fue muy emocionante, se encontró como siempre con el ladrón en la terraza. Parecía que el ladrón se sorprendió de verla a ella, para luego volver a tener su típica sonrisa. Se le escapo, al menos obtuvo la joya. Volvió a su casa agotada luego del atraco. Y durmió plácidamente.
En la casa del profesor.
-Hey, es la niña.- Esa voz, Haibara la reconoció... ese acento no podría ser olvidado nunca.
-Vaya... que le trae al amigo de Kudo esta humilde casa?-
-Tuve el presentimiento de que algo paso con Kudo. Y a quien mejor preguntarle que a vos o al profesor ese.-
-Tuviste un buen presentimiento. Por qué no vas a la pieza de Kudo a descubrirlo?- Al decir eso la cara de Hattori cambio, tenia una gran sonrisa. Eso extraño un poco a Haibara, pero lo ignoro. Luego de lo dicho, él se fue.
En casa de los Kudo. Específicamente la habitación de el más joven.
-Wow, Kudo... es muy linda.- Hattori estaba encantado por como se veía. Su pelo esparcido elegantemente por el colchón, su expresión llena de paz, la respiración relajada que hacia que su pecho subiese y bajase con armonía, su labios rosados semi abiertos, sus largas pestañas, su piyama que le daba un aspecto de vulnerabilidad, todo en ella era hermoso. O así lo veía ese chico moreno en la sala. Un aura rosada y brillante iluminaba la sala a ojos del espectador. Pero tenia otros planes, debía despertarla.- Hey, Kudo, despertate.- Empezó a moverla con las manos.
-Mmmh- Hizo un ruido, medio de queja, y abrió los ojos. Esos hermosos ojos cyan que te dejaban encantado, esos ojos semi abiertos que, por el recién despertar de la portadora de estos, estaban cristalizados, y brillaban con más intensidad.- ....Que haces acá?...- Pregunto con un tono somnoliento y curioso.
-Vine a visitarte.- Respondió con una sonrisa.- Vayamos a desayunar a una cafetería, dale?-
-Mm, okey.- Tenia la voz levemente ronca, pero se veía muy linda en su recién despertar. Empezó a sacar un pie de la cama y la sabana, para que este tocase el piso, al hacerlo el contacto con el frió piso le dio impresión, pero más tarde se acostumbro. Luego bajo el otro pie y con los dos pies afuera, después de un rato, se sentó en la cama. - Voy al baño...- Y se levanto hacia el baño que tenia en su propia pieza.
Hattori simplemente se quedo a esperarla. Paresia embobado viendo el sitio color rosado. Siendo que todos los demás le dirían que era blanco y que tendría que ir al oculista.
Al salir, ya estaba mas despabilada. Se peino su pelo color azabache, su cara estaba medio sonrojada; por el recién despertar, luego de lavarse la cara, y su piyama estaba puesto de manera mas prolija.-Ponete ropa bonita.-
-Eh... Estas escuchando tus propias palabras?- respondió de manera un poco sarcástica. Justo cuando Hattori iba a responder se oyó un ruido.
Toc toc. Se giraron ambos a ver la puerta.
-Pase...- Entro esa niña con ropa en sus manos.
-Kudo, buen día. Te traje ropa para que puedas usar algo más acorde a tu cuerpo. Me lo dio tu mamá.-
-Gracias...-
-Veo que ya te despertaste.-
-Vamos a ir a desayunar a una cafetería Kudo y yo.- hablo el moreno, respondiendo por la recién despertada.
-Ya veo, suerte... Ah! Tu mamá más tarde te va a venir a buscarte para que te compres ropa.- y con lo dicho y echo, se fue.
......
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Estresante Nuevo Rol.
AcakLa droga misteriosa llamada APTX4869 tenia dos efectos secundarios la mar de interesante. Se suponia que esa droga eliminaria todas las celulas del cuerpo. Quien diria que la primer victima de esa droga seria afectado por esos efectos secundarios. E...