Día cero.

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Me encuentro en una habitación blanca. Escuchando ruidos fuera de ella y haciendo que cada músculo de mi cuerpo se tense.

Todo ha cambiado. Nada volverá a ser lo mismo. Y yo tenía la culpa.

Dado que no entenderás a lo que me refiero, permíteme que haga unas observaciones, bastante elementales, acerca de estos últimos meses. La primera la constituye, en principio, unos acontecimientos no muy agradables, en los que puedo incluir muertes.

Ocasionadas por mi.

La segunda, también en principio, es un tema delicado. Los sentimientos y yo no somos muy cercanos. Y que una vez te dejas llevar, no hay vuelta atrás.

Estos sucesos tienen varias consecuencias inmediatas. La primera es que, de una manera muy sutíl, induce a gran parte de mis compañeros. Sometiendo a todos a decisiones mal tomadas y rápidas. Y , en mi opinión, eso tiene un efecto muy profundo sobre mi carácter.

El cual ha sufrido un gran cambio estos meses.

Esto se me había ido de las manos. Uno de los hechos más notables y sencillo de percibir era mi desaparición.

No tenía ni idea de donde estaba, y no sabía si  quería descubrirlo.

Pero para que me comprendas mejor...¿Qué tal si te cuento la historia desde el principio?

A PRUEBA DE MI Donde viven las historias. Descúbrelo ahora