Capitulo 22

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Estaba trotando delante de Zarpa Dulce hasta que me di cuenta de que el malvado nunca menciono a donde nos teníamos que encontrar con su maestra. Con un suspiro comencé a ir mas lento hasta terminar a lado del aprendiz pálido. Sus pasos eran pesados y sus parpados estaban entre cerrados, casi cerrados. Su respiración también era pesada, como si estuviera durmiendo mientras caminaba. "Ahora sabes lo que se siente estar cansando" pensé, para pensar justo después "¿Que? ¡no! nadie merece sentirse así. Por el Clan Estelar yo". Entonces di un suave toque con la nariz al aprendiz para que se apresure, pero solo conseguí que diera un salto.

Le di una media sonrisa, disculpándome por asustarlo y señalé delante con mi cola. El macho me devolvió la sonrisa y se apresuró. Una vez en nuestro punto de encuentro, vimos a Nube de Humo hablando con Manchas de Rocío. Maullé un saludo y me senté cuando vi que Manchas de Rocío iba a empezara a hablar.

-Aprendices, hoy toca practica de lucha con Nube de Humo. Quiere probarse a si mismo a pesar de llevar poco tiempo en el clan, así que no lo asusten de vuelta a sus dos patas -maulló riendo la hembra carey-.

-A no ser que YO los mande a volverse mascotas -maulló Nube de Humo, también riendo-. Ya en serio, creo que Estrella Fría no le esta poniendo mucho empeño a mi entrenamiento, y quiero saber si estoy aprendiendo o no.

Asentí a pesar de no haber prestado mucha atención. Mis zarpas picaban con ganas de acción, llevaba demasiado tiempo limpiado y cazando. Así que no fue sorpresa de nadie cuando me ofrecí para ser la primera de los dos en combatir. Le di unas lamidas rápidas a mi pata y me puse en posición, ya sintiendo la emoción de combatir en mi piel.

-Te cedo el primer movimiento, mascota -maullé-.

-Te lo agradezco, aprendiza -respondió-.

El gato gris atigrado intentó saltar sobre mi, pero lo esquivé con facilidad. En un intento desesperado por tumbarme, saltó de nuevo, chocando su pecho contra mi cara. Me sorprendió, así que caí de espaldas. Por reflejo, le di un zarpazo en el hombro, y cuando perdió el equilibrio use mis piernas para hacer que caiga. Una vez cayó al suelo de costado, le coloqué una zarpa en su hombro y utilicé todo mi peso para mantenerlo abajo.

-Podrías haber muerto en esta batalla Nube de Humo -maulló Manchas de Rocío-. Te desesperaste cuando atacaste a Zarpa Oscura por segunda vez. Trata de volver a atacarla. 

El atigrado entrecerró los ojos luego de pararse y saltó con toda la potencia que sus patas traseras podían, pero yo me agaché y pasó de largo. Ahogué un ronroneo de risa cuando vi como aterrizaba mal y se daba el hocico contra el suelo. Se levantó y se frotó fuertemente la nariz con la zarpa, y Manchas de Rocío suspiró.

-Quizás seas mejor cazador...-murmuró-. Ve y caza algo. 

El atigrado exhaló y asintió. Volteé hacía la guerrera carey, y noté que Zarpa Dulce tenía los ojos cerrados a pesar de estar sentado a su lado. Cuestionándome la situación, giré los ojos a la guerrera, que también parecía haber notado esto, dándole una mirada comprensiva al aprendiz. Se acercó a mi y susurró:

-Déjale dormir. Vuelve al claro o ve a cazar, si vuelves al claro cambia el musgo del lecho de Pelaje de Cenizo.

Asentí, y me volteé para irme, sin antes darle una ultima mirada al aprendiz. Me preguntaba que lo llevó a esta situación, y sabía que obtendría respuesta a esta pregunta. Solo debía esperar. Comencé a rasgar musgo de un árbol, escuchando pasos detrás de mi. Una especie de sexto sentido me dijo que era aquella mascota, así que no me sorprendí cuando realmente lo era.  

-Eh... saludos aprendiza -maulló algo incomodo-. Iré directo al punto, quiero luchar una vez más. Te dejaré ir cuando termine. 

-Claro -le respondí sin muchas ganas-.

Dejé el musgo de un lado, y me preparé. El macho me dio una señal con la cola para que yo ataque primero. Inmediatamente troté hacía él. Di un salto y el se agachó para esquivarme. Aterricé y di una vuelta sobre mi misma para golpearlo con mi lomo, y cuando recibió el golpe cayó al suelo. "Fácil como una presa" pensé. Pero cuando intenté colocar mi zarpa sobre él como forma de demostrar mi victoria, me mordió la pata. Sorprendida y ligeramente adolorida, di unos pasos hacía atrás que el aprovechó para levantarse. Irritada, no dude en saltar sobre él, sabiendo la ventaja de peso que tenía. Cayó nuevamente y coloqué mi zarpa en su garganta.

-Listo, muerto -maullé victoriosa-. Aunque no voy a mentir, me tuviste en un apuro por un momento -confesé-.

-¿En serio? ¡Debo estar mejorando! -ronroneó gustoso-. Podré finalmente hacer sonreír a Estrella Fría.

-Suerte con eso, hace temporadas  enteras que no la veo sonreír, y eso que soy su hija -le respondí-. Pero si, estas mejorando. Ahora si me disculpas -maullé tomando el musgo-.

Volteé y agache la cabeza respetuosamente, y el gato gris me devolvió el gesto. Volví al claro y entre a la guarida del veterano. Se encontraba dormido, así que decidí no molestarlo. Llevé el musgo a la guarida de Cola de Flor. Cuando le explique la situación, se rió un poco y me dijo que era noble de mi parte. Yo asentí, pero me sentía avergonzada debajo de mi pelaje. El resto del día ocurrió sin mayores sobresaltos, hasta que me fui a dormir. 

-Veo que has vuelto -maulló ansiosa la voz que ya conocía bien-. Pero no podemos entrenar aún, no se que debería hacer, ¿Que haría padre? ¿Que haría Caída del Ocaso? -murmuró caminando de un lado a otro-.

-¿Quizás no andar de un lado al otro? por el Clan Estelar -murmuré, estando ya harta-.

-Claro, ambos me dirían que luche -maulló de golpe, erguida y con tono de haber resuelto su drama-. Pero... ya sabemos como termino -murmuró volviendo a la misma tono ansioso-.

-Si...Si... -maullé lista para irme hasta que mi oído escuchó algo más-.

-No quiero desaparecer... ¿Porque seguí los pasos de Rayas de Tejón cuando Pluma de Halcón y todo el clan me dijo que no? -maulló con leves sollozos-.

-¿Rayas de Tejón? -maullé reconociendo ese nombre-.

-Padre... -sollozo mas fuerte la guerrera-. Y encima el plan de volver a Zarpa Dulce el centro de todo el lío fue descubierto...

Huí de la escena apenas escuche eso.El recordatorio de que este Rayas de Tejón era mi abuelo fue demasiado. No escuche mas que cosas malas de él, y al parecer, era uno de los que peor trataba a el abuelo de Zarpa Dulce, Estrella Diferente. Y sin embargo, ¿a nadie le pareció mal?, ¿les parecía un buen guerrero a pesar de estas tendencias?. Al final, ambos tenemos mala sangre. Y...¿que es eso de que Zarpa Dulce es el centro de todo esto? no entiendo. No entiendo. No entiendo. Debería haberme quedado a escuchar, excremento de zorro. Quizás... ¿debería contarle esto a mi madre? si lo hiciera... ¿saldría ilesa?. 

Mis pensamientos se vieron súbitamente interrumpidos con un golpe. Di una inhalación profunda, aunque no me había dado cuenta de que me faltaba el aire. Tragué con fuerza y levanté la mirada, solo para paralizarme en el momento. Un macho de un ojo azul y otro rojo estaba delante de mi, su aroma a Clan del Fuego estaba ahogado por un aroma a putrefacción mas potente que el de Nube de Cielo. Tanto que casi me da una arcada, pero sentí que su mirada profunda me lo prohibía. 

-Ah, una joven aprendiza -maulló-. ¿Que haces en este horrible lugar? -maulló suavemente, colocando su zarpa en mi mentón, obligándome a verle en sus ojos de distintos colores-.Puede ser que te hayas despertado aquí y perdido, ¿verdad?.

-S-si -le respondí-. No tengo idea de donde estoy...

-Esta bien joven aprendiza, no es algo anormal -maulló retrocediendo-. Intenta despertar y volverás a tu lecho en... -se detuvo unos segundos y olfateó el aire, y su mirada se intensificó-, el Clan del Fuego. Yo haré guardia para que nadie te haga daño mientras lo haces, así que no temas.

-Esta...bien -maullé con voz temblorosa, pero el líder solo me sonrió-.

Con eso el macho calico se volteó y se sentó, supuestamente haciendo guardia. Tragué saliva y cerré los ojos con fuerza, intentando obligarme a despertar. Mientras todo se esfumaba, creí por un segundo, sentirme segura.  

Warrior Cats: Una ultima oportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora