Capitulo 7

40 4 0
                                    

Nuevamente me encontraba patrullando la frontera con el Clan del Aire. Estaba muy cansado, Estrella Fría se asegura de que no este un segundo sin nada que hacer. Pensé amargamente para mi mismo que quizás esta era la forma de asegurarme de que no haga nada... mal intencionado por así decirlo. Mire a los gatos de mi patrulla, Brisa Pequeña nos lideraba con Pétalo Manchado, Zarpa de Polilla, Raya de León y Corazón de Nube. Mi madre estaba a mi lado, hablando de tiempos pasados. La quiero y todo, es mi madre, aunque adoptiva, pero no me pude obligar a escucharla. Di un salto hacía atrás de la nada cuando vi algo del otro lado del limite. Me quede quieto para enfocar, mi madre noto mi falta de movimiento y también frenó.

-¿Que pasa dulzura? -maulló con preocupación-.

-Creí ver algo -maullé sintiendo mis orejas achatarse-.

Los ojos ámbares de Corazón de Nube giraron hacía donde yo estaba mirado. De golpe se erizó y pude ver porque. Una patrulla dio un salto sobre los acantilados, atacándonos. Un gato saltó sobre mí, un aprendiz rojizo. Sus grandes zarpas me mantenían en el suelo, sus ojos azules brillaban con malicia. Con miedo, use mis patas traseras para sacármelo de encima, y sin esperarlo, el aprendiz cayó al suelo.

-¡Zarpa de Polilla ve por ayuda! -oí gritar a Brisa Pequeña-.

Volteé a ver al aprendiz anaranjado huir hacía donde quedaba el claro. Una guerrera blanca de manchas marrones intento ir detrás de él, pero troté hasta alcanzarla y salté sobre ella. Mis garras se enterraron en su hombro y mis colmillos en su nuca. La guerrera intento liberarse de mi, pero cerré mis ojos e intente agarrarme con más fuerza. En un momento la deje ir, y ese fue el momento en que me sostuvo en el suelo. No podía sacármela de encima, ella era mucho mas grande que aquel aprendiz. Sus ojos ámbares parecieron brillar con reconocimiento. 

-Zarpa de Manzana, acabalo -maulló-.

-Claro -ronroneo con gusto el aprendiz-. 

Intente escapar, pero el aprendiz tenía todo a su favor. Dio un golpe apuntando a mi garganta, pero al intentar esquivarlo solo me dio en el hombro.  Sentí el miedo recorrerme, pero Brisa Pequeña vino a mi rescate. Di un jadeo al levantarme, vi como ambos gatos ponían contra el suelo a el guerrero. Escupí sangre, un instinto quería que fuera a su ayuda, pero mi cuerpo no podía cumplir con la orden. Caminé como pude, pero un pelaje blanco trotó y logro lo que no pude. Cuando la guerrera y el aprendiz huyeron, me acerque lentamente al gato de pelaje oscuro. Sus garras estaban extendidas, jadeaba duramente, luchando por aire.

Me dieron ganas de vomitar al verlo bien. Una herida corría de su mejilla hacia su garganta, completamente abierta. Sangre brotaba sin final aparente, formando un charco debajo de él. 

-¡Debemos llevarlo al claro! -grito una voz, pero estaba hipnotizado por la brutalidad de la herida-.

Raya de León y Pétalo Manchado lo levantaron con suavidad. Intentaron caminar cuando Cola de Flor llego corriendo detrás de Zarpa de Polilla. Vi a los guerreros hablar entre ellos, y fui traído a la realidad por la voz del aprendiz.

-¿Que ocurrió? -maulló con pánico Zarpa de Polilla-.

-Una guerrera y un aprendiz... Brisa Pequeña -maullé luchando por hablar-. Son...

-Asesinos -siseó el aprendiz-. ¡Es obvio que no sobrevivirá! ¡Solo mira su garganta!.

-Que sabrías -maulló Cola de Flor-. Podríamos aun estar a tiempo. 

Cuando los guerreros caminaron, fuimos con ellos.Mi herida en el hombro estaba completamente olvidada mientras no podía sacar lo que paso de mis pensamientos. En un momento de lucidez pensé en Zarpa Oscura. Sabia que Brisa Pequeña era su padre, y aunque no lo demostrará, lo quería. Me obligue a salir de mi trance, para notar que ya habíamos llegado al claro. Mire alrededor, guerreros susurrando entre ellos. Cola de Flor no tardo ni un segundo en llevar al guerrero a su guarida. Sentí como si hubiese perdido la noción del  tiempo, aunque creo que fueron unos segundos ya que vi a Estrella Fría correr desde su guarida. Ni siquiera había entrado a la guarida de Cola de Flor antes de que la alejaran, claramente la Gata Médica necesitaba soledad para tratar al guerrero.

Di unas lamidas rápidas a mi propia herida, buscando con mi mirada a Zarpa Oscura, sabía que necesitaría a alguien junto a ella en estos momentos. Al no encontrarla, entre en un dilema. ¿Debería salir en su búsqueda o preguntarle a Estrella Fría? para cualquier otro gato la segunda opción sería la elección obvia, pero se que la líder no me quiere exactamente. Trague mi miedo y decidí tomar la segunda, supongo que como mucho me gritará. Troté hacía la líder que miraba con ansiedad la guarida delante de ella. Antes de que siquiera abriera mi boca ella siseó:

-¿Que quieres?

-Umm... -dudé sintiéndome vulnerable bajo su dura mirada-. ¿Sabe donde esta Zarpa Oscura?

-Por que te interesaría -siseó y se sentó, haciéndola ver mucho mas grande-. ¿No tienes tareas por hacer? hay una patrulla para cazar ahora mismo, tu maestra irá. Ahora fuera de mi vista.

Agache mi cabeza con respeto y huí de la situación. Di una ultima mirada a la líder la cual me miraba fijamente. Sintiendo mi pelaje erizarse huí al lado de mi maestra en la patrulla que estaba saliendo. Ella ni noto mi presencia mientras caminaba silenciosamente detrás de ella. "Perdón Zarpa Oscura"  pensé mientras salia del claro. "Pero deberás enfrentarte a esto sin mi".

No hace falta decir que no estaba prestando atención a nada ni a nadie en la patrulla. Miraba las pisadas que dejaba Manchas de Rocío, yo colocando mis patas en las mismas huellas. Paré cuando sentí una peluda cola en mi nariz, levantando la mirada lentamente, note que estábamos cerca del poblado de dos patas.

-¿Que haces aquí? -maulló algo preocupada mi maestra-. Acabas de volver de una patrulla, y una que batalló encima-bufó-. 

-Oh, Estrella Fría me envió -maullé observando mis alrededores-. 

-Entonces esta bien, supongo -maulló dudando la hembra tricolor-. Caza por allí entonces -maulló nuevamente señalando una dirección-. 

Asentí y fui hacia aquella dirección. Cerré mis ojos y me obligue a no ver la horrible herida de Brisa Pequeña mientras me esforzaba en olfatear el ambiente. Solo podía oler el aroma a sangre de mi herida que había olvidado. Gruñí e intente de nuevo, esta vez con éxito. Un ratón, presa fácil, no debería molestarme. Mientras acechaba la presa, estaba en una lucha interna. Una lucha de no pensar en todo lo que hoy había pasado. Me enfoque en mi cuerpo pesado, en el dolor de mi hombro y de como mis ojos se cerraban sin mi consentimiento. Volví a la realidad a tiempo, un paso más y mi presa habría detectado mi presencia. Con un salto rápido lo atrape, y con un mordisco igual de rápido lo maté. El dolor se volvía fuerte en mi hombro, y con un gruñido intente lamer mi herida. El solo contacto con mi lengua parecía hacerla arder. 

Con un suspiro tomé mi presa y decidí que lo ideal sería volver al claro, aunque solo haya llegado. Quizás Cola de Flor podría ayudarme con mi problema. No me gustaba la idea de dejar a la patrulla atrás, pero no tenia mucha opción. Cojeando con un ratón en la boca, camine todo el camino devuelta al claro. Una vez llegue, la Guarida de la Gata Médica parecía haber sido puesto en cuarentena, rodeado de guerreros. Apenas me acerque note a Zarpa Oscura, acurrucada contra Zarpa de Algodón. El dolor de mi hombro pareció nuevamente desaparecer, esta vez me llene de compasión. Troté hacía ella, mi mente pendo que el ratón sería una buena forma de animarla. Quizás por eso el Clan Estelar me lo dio.  

-Zarpa Oscura -jadeé-. Zarpa de Algodón. 

-Zarpa Dulce -maulló Zarpa de Algodón-. Gracias al Clan Estelar que estas aquí.

-Oh, llegaste -maulló con voz vacía Zarpa Oscura-.

-No podía dejarte sola -maullé sin pensarlo-. Te traje un ratón para animarte un poco.

Sus ojos ámbares se clavaron en los míos, un sentimiento pesado se colocó en mi pecho. Ella me dio una sonrisa débil y le dio un mordisco a la presa. Me senté a su lado dejando que nuestros pelajes se tocaran. Le di unas gracias silenciosas a Zarpa de Algodón, pero en el momento que hablé un pelaje blanco y negro rápidamente corrió hacia mi.

-Creí que te había dicho que fueras a cazar -grito Estrella Fría, y no supe si me pregunto o afirmo lo que dijo-.

Trague saliva, sentí mi cuerpo tensarse. No quería dejar a Zarpa Oscura, sabia que necesitaría a alguien.   

-¿Es eso sangre? -maulló horrorizada Zarpa de Algodón-.

Gire a mi hombro, estaba sangrando. Intente hablar pero mi cuerpo temblaba. Mi visión se tornaba borrosa y finalmente solo vi negro.  

Warrior Cats: Una ultima oportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora