Warrior Cats: Una ultima oportunidad

Capitulo 15

Punto de vista: Zarpa Dulce

Era de noche ya, y yo me encontraba en mi lecho. Han pasado varias lunas desde que Zarpa de Polilla se volvió aprendiz de Gato Médico, y parece llevarlo bien. Pero, aún sigo preocupado, aún no olvido que quiere volverse mas fuerte para ganarse a Zarpa Oscura. Agité mi cabeza para evitar preocuparme y me levante de mi lecho. Miré a Zarpa Oscura dormir, acurrucada contra mi. Ahora hace mas frío, así que es normal. Además, ahora somos los únicos aprendices en la guarida. Con algo de pena, me levante de la guarida y lentamente me fui. 

Me escurrí por un agujero detrás de la, ahora vacía, guarida de las reinas. Normalmente de aquí se iría a defecar, pero yo voy hacía otro lado. Trotando suavemente en dirección al río, sentí felicidad en mi. Una vez había llegado, podía ver bajo la luz lunar a Zarpa Rápida, la aprendiza del Clan del Agua. A pesar del frío, cruzó nadando. 

-Zarpa Dulce, siempre es un gusto verte -ronroneó-. 

-Podría decir lo mismo -maullé de vuelta-. Sabes, han pasado varias lunas pero aún no eres guerrera, ¿puedo saber por que?.

-Estrella de Murciélago dice que soy muy horrible haciendo todo, pero pronto seré una -gruñó, y yo sentí un escalofrío correr mi espalda-. De cualquier forma, ¿como esta la hijita de la líder?.

-Ah... no le digas así y... Zarpa Oscura esta bien -maullé-. Ella real-

-Ah, ¿si?, que bueno -me interrumpió, y yo solo giré mis ojos-. Zarpa Dulce, ¿recuerdas lo que te dije cuando nos reunimos aquí por primera vez?.

-Si, tengo buena memoria -maullé-. Que te parecía interesante y que querías que fuéramos amigos.

-Entonces dime, ¿lo somos? -maulló pestañeando rápidamente, haciéndola ver linda bajo la luz lunar-.

-Pues... claro -murmuré sintiéndome avergonzado-.

-Me parece genial -ronroneó dando un saltito-. Me alegro mucho de que lo seamos -ronroneó más fuerte, colocándose debajo de mi cabeza-.

Ronroneé ante el largo pelaje de la hembra contra mi. Todas estas lunas reuniéndome con ella me hacían feliz, con ella podía ser libre. Era lindo poder tener a alguien que no supiera de mi herencia, de mi mala sangre, del pecado que no cometí. Sentí un movimiento debajo de mi, y di unos pasos hacía atrás. 

-Luchemos Zarpa Dulce, muéstrame tus movimientos de Clan del Fuego.

-No -ronroneé sacudiendo la cabeza-. Eso sería traición y Estrella Fría me trataría peor de lo que ya me trata, si es posible.

-Tsk, incluso después de todas estas lunas eres un aburrido -maulló-. Me empiezas a aburrir dulzura -ronroneó con los ojos entrecerrados-.

-Primero, no paso tanto tiempo y segundo...em...¿lo siento? -maullé confundido-.

-Te perdono, pero agradece que lo hago -ronroneó nuevamente-.

-Claro -maullé, dando un bostezo-. 

-No estarás pensando en irte tan temprano, ¿verdad? -ronroneo pasando por debajo de mi cuello-. 

-Supongo que no, es solo que todo esto me tiene muy cansado -suspiré-.

-Eso pensé -ronroneó-.

Así llevo pasando las noches de las ultimas lunas. Dejando marcas en esta frontera para ver si ambos íbamos a poder venir. Nos quedamos hablando un rato, hasta que decidí volver. Al principió, Zarpa Rápida no quería que volviera, pero lo hice ya que me ganaba el sueño. Entre sigilosamente a la guarida, y logre dormirme, aunque sea por un pequeño período de tiempo. Me sentí aliviado, hasta que la voz de mi maestra retumbó en mis oídos.