SAGA LUX II | El amor de Neo

Capitulo 16

Neo

Bajo las escaleras emocionado y me encuentro con Apolo en el salón.

—Hey, enano. ¿A dónde vas tan contento? —pregunta, curioso.

Yo me encojo de hombros intentando aparentar que no tiene importancia.

—Voy a visitar a Sarah.

—Así que Sarah... —Su mirada se vuelve seria—. Pensé que aún seguías dolido por lo de Valerie.

Escuchar su mención me incomoda, no porque me moleste ni mucho menos, pero es un capítulo que no estoy dispuesto a seguir viviendo por mi cuenta. Han pasado más de dos meses y siento que ya es momento de ver por mi vida.

—No te mentiré al decirte que no me duele —respondo tan sincero como puedo—, pero no me puedo pasar la vida entera esperando que ella se decida por mí. Ella tomó sus decisiones y las respeto. Ahora yo tomaré las mías y seguiré adelante.

Me mira entrecerrando sus ojos y asiente.

—Eso es muy maduro de tu parte. Me siento orgulloso. —Se pone de pie y se acerca a mí.

Me extiende unos papeles que tomo con el ceño fruncido.

—Son tus regalías —me explica y llevo mi mirada a ellos.

Casi me da un infarto cuando veo las cifras. Vuelvo mi mirada sorprendida hacia Apolo que me mira con una sonrisa.

—Pienso que ya es tiempo de que manejes como quieras tus ganancias. Hasta ahora lo he hecho yo y varias de las inversiones han rendido frutos. También tienes algunas propiedades, que a partir de este momento puedes hacer con ellas lo que quieras.

Saca que su bolsillo un manojo de llaves.

—Pero... ¿cómo es posible?

Sabía que ganábamos bien, eso era obvio porque nos podíamos dar muchos lujos y también era consciente de que yo ganaba más que mis hermanos porque la mayoría de nuestras canciones eran de mi autoría y ganaba regalías por eso, cosa que mis hermanos estuvieron de acuerdo. Pero desde que comenzamos Apolo se hizo cargo de mi parte porque yo era menor de edad. Es más, yo me había olvidado por completo de su existencia, de hecho, pensaba que lo que Apolo depositaba en mi cuenta todos los meses eran ese dinero y vaya que no era poco.

—Pues llevas ahorrando tu pago los últimos seis años, enano. Y esto sucede cuando haces eso y bueno, también con buenas inversiones.

Mi mirada se centra en la cantidad de números.

—Oh por Dios.

Me dejo caer en el sofá sin poder creérmelo, era jodidamente rico. Y ni siquiera lo sabía.

—Espero que lo sepas utilizar sabiamente.

Me dice antes de despeinar mi cabello.

—Apolo, no podría gastar todo esto, aunque quisiera.

—Créeme, si podrías, pero no te lo aconsejo. Recuerda que la fama se acaba un día, es bueno pensar en el futuro.

—Así como tú con Phoebe.

El sonríe ante la mención de su prometida.

—Sí, ese es un buen futuro.

***

Manejo por la ciudad aún sin poder creerme lo que ha sucedido. Guardo en la guantera del auto todos los documentos que me entregó Apolo. Es mejor dejarlos ahí hasta que pueda verlos sin flipar. Aunque sospecho que ese día no llegará muy pronto.