Capítulo 50 (FINAL)

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Neo

Cinco meses después...

«Estamos a punto de ver el tan esperado regreso de la patinadora Sarah Petrov. Recordemos que tuvo que perderse toda la temporada pasada debido a una lesión que la obligó a tomarse un descanso.

Pero el día de hoy regresa más preparada que nunca con una nueva coreografía, esperamos con ansias ver su programa corto»

Sarah se encuentra en medio de la pista de hielo, vestida con un traje de lentejuelas azules, su cabello negro recogido en un moño alto. Con una pose delicada y elegante.

Hoy es su regreso oficial a las competencias de patinaje y no existía nada en el mundo que evitara que yo estuviera aquí hoy. Aunque tenga que estar disfrazado y tratando de pasar desapercibido porque no quiero arruinar su gran día.

En cuanto la música comienza a sonar una sonrisa aparece en mis labios, conozco esa melodía y lo hago porque yo mismo la compuse para ella. Aunque es toda una sorpresa para mí que la utilizara para hacer su presentación, es el mejor regalo que pudo hacerme y sé que es su forma de demostrarme que piensa en mí sin importar la distancia que la mayoría del tiempo nos separa.

Ella se mueve con gracia y fuerza por toda la pista haciendo saltos y movimientos de los cuales aún estoy aprendiendo sus diferencias y nombres, pero eso no es importante en este momento.

Durante los últimos meses apenas hemos podido vernos y hablar. La gira internacional se ha alargado y solo he podido escaparme un par de días junto con Apolo que no soporta la idea de estar lejos de Phoebe durante su gestación. Ambos aprovechamos cuando tenemos unos días y aunque no podamos quedarnos más que dos días seguidos es más que suficiente para recargar energías.

Cuando a Sarah el médico le permitió comenzar a entrenar, sus tiempos se volvieron cada vez más apretados, debía recuperar su forma para poder competir y yo la apoyaba al cien por ciento.

En este tiempo Sarah no solo entrenó hasta el cansancio, también visitaba a una terapeuta dos veces por semana para superar sus traumas y aunque en ocasiones era muy difícil para ella. Había aprendido que debía aceptar su pasado, perdonarse a si misma de esa manera podría seguir adelante. El sanar no solo era bueno para ella, sino que también influía en nosotros. Por que nuestra relación se basaba por completo en la confianza mutua y este proceso la había ayudado a ser más fuerte y confiada, y su seguridad evitaba que le creyera a la prensa que seguía inventando cuanta cosa quería. Pero ella sabía que yo solo tengo ojos para ella y si llegaba a hacer algo mal mis hermanos me matarían.

Le conté el secreto de Valerie en la primera noche que compartimos juntos. Fue un momento de complicidad, de intimidad a un punto mucho más allá de lo físico y es que desnudar tu ser es algo mucho más significativo ese mismo día ella me contó aquello que la atormentaba tanto.

«Mi madre se casó con el padre de Alejandra, que en ese momento estaba a cargo de la base militar en Tailandia. Nos llevaron a ambas hasta un país donde no conocíamos a nadie, al inicio todo parecía ir bien, pero mi madre comenzó a cambiar. Tal vez en ese momento no lo vi o estaba demasiado molesta con ella para darle importancia, pero ella pasaba gran parte del tiempo drogada y borracha. Había días cuando amanecía golpeada y ella ponía excusas extrañas en cada ocasión. Al poco tiempo después ella se suicidó. Cuando eso pasó el mundo se me vino encima, me sentía tan culpable por no haber estado para ella, por no haberla cuidado. En medio del dolor bajé mis defensas y no me di cuenta de lo que estaba a punto de suceder.

Pensaba que al morir mi madre regresaría a Estados Unidos y el gobierno me pondría en el sistema para que algún familiar se hiciera cargo, lo que no esperé es que el padre de Alejandra nunca informara de la muerte de mi madre y se quedó ilegalmente conmigo.

SAGA LUX II | El amor de NeoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora