「Una vida común.」
Ya le era costumbre ver aquella forma en el reflector de imagen, su reflejo no era el mismo que recordaba hace cinco años, pero no se quejaba. Oh vaya que ya no lo hacía. Su cabello ahora era de un bonito color morado, y estaba largo hasta su cuello, al igual que su piel ahora blanca y con diminutas pecas sobre el puente de su nariz. De todo eso, lo que más le impresionaba eran sus radiantes ojos rasgados y a veces inexpresivos, eran rojos, como un bello rubí o el precioso color carmín. Solían ser perturbantes al colarse en sus pesadillas, pero ya había logrado aprender a ahogar sus miedos.
Aun no podía creerse que el niño moreno y de ojos verdes que aparecía en las fotografías con su mamá era él. Ya había olvidado como fue su imagen cuando pequeño.
Tuvo que asistir a muchos psicólogos, su madre estuvo un largo tiempo preocupada llorando por la salud de su pequeño hijo, que temía mirarse en el espejo, temía comer, el pobre temblaba al estar solo, le temía a estar sólo en su casa y a mirarse en el agua de la tina. Para Bon fue un martirio vivir todos esos años observando la sangre en esos ojos carmín mirarlo fijamente, adentrándose en sus sueños, entonces llegó a un punto en que creyó que sólo estaba "cambiando" que talvez sus grandes ojos verdes nunca fueron de ese color, que quizá eran rojos, rasgados, que su piel palideció y su cabello largo oscureció.
Terminó adaptándose de una forma obsesiva a su imagen, decidió dejar de luchar contra su propio reflejo y aceptarlo de una vez. Así por fin, pudo sentirse tranquilo de llevar una vida normal. Descartando la idea de un trauma o algún problema psicológico, Bon regresó a hacer amistades con gente, miraba los charcos de agua en la calle, su reflejo en las superficies enceradas de la escuela. Regresó a ser cariñoso y amable con los demás.
- Ay, siento que mi cabello está más corto -se miraba al espejo, peinando a los lados su larga cabellera reflejada en la superficie pulida del espejo que tenía en frente de él, arreglandose para ir al colegio.
Su madre entró por la puerta de su habitación, observando a su aun pequeñito hijo mirándose al espejo encantado. Le escuchó murmurar algo sobre su cabello, lo que la dejó algo dudosa; desde aquella vez que su hijo no dejaba de decirle que había una persona diferente en el espejo que ella se había preocupado por él aun cuando la situación mejoró tiempo después. Sin embargo, dejó de hacerlo ya a los nueve años de edad, donde su pequeño le decía que simplemente era él, que estaba en el espejo y rió. Eso tranquilizó a su madre. Eso la hizo relajarse realmente.
- ¿Ya has acabado de peinarte, hijo? -le sonrió cálida, entrando por completo con la lonchera que contenía el almuerzo que preparaba diariamente para su pequeño- te ves muy lindo así, cariño.
- ¿No crees que esta corbata queda feo? -preguntó acomodando bien la susodicha sobre la camisa. Mientras tomaba la distintiva manga rayada del grupo escolar al que pertenecía en la escuela. Sentía que esa corbata no convinaba con su pelo.
- Para nada, amor. Te ves muy lindo así. -le acarició el cabello a su hijo- pero rápido, que ya estás atrasado, caminando no llegarás a la hora, cariño.
- ¡Oh, es verdad! -agarró su mochila y la pasó a su espalda, le dio un beso a su mamá cuando ya se encontraba en la puerta de su casa- hoy tengo actividades extracurriculares así que creo que llegaré un poquitín más tarde, además hay taller de música.
- De acuerdo, Bon. Que tengas un lindo día, recuerda que dejé mi número en la oficina de la secretaria de tu escuela, cualquier cosa, le pides que me llame ¿si?
- Si, no te preocupes.
- Bien, cuídate, te amo. -se despidió levantando su mano.
- También te amo, mamá.
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=ᴇʟ ᴄʜɪᴄᴏ ᴅᴇʟ ᴇꜱᴘᴇᴊᴏ= [BxB]
Fanfiction•"-Yo... creo que estoy enamorado de mi reflejo ¿eso es malo?-"• |Cada vez que Bon de pequeño se miraba al espejo, su reflejo era el de un tierno y adorable chico pecoso, quien lo acompañó por tantos años, ahora, era a quien necesitaba, aún si no po...