¿Qué soy para ti?

Momentos de ternura.

Historia original de Yesimgay (AO3), espero que disfrutéis de su historia y de mi traducción.

Cuando suba el One-shot número 10, pausare esta colección de historias. Y una vez termine el Long-Fic que pienso traducir de She-ra, volveré con los One-Shot mientras tanto podéis estar atentos a mi Twitter ( Lightdark01) el tweet estará fijado al principio, pondré el titulo y la sinopsis de cada uno de los fanfic que estoy dispuesto a traducir y si alguno os llama la atención, hacedmelo saber, aunque estoy pensando hacer una encuesta por Wattpad porque tampoco es que me siga mucha gente en Twitter xD. Estoy abierto a sugerencias xD. No quiero que sea muy largo o que por lo menos si esta en proceso tenerlo al día para cuando se estrene la temporada dos.

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Momentos Tiernos.

Sinopsis: Catra ha desertado de la Horda y ahora se queda en la habitación de Adora. Se siente culpable por lo que le ha hecho pasar a su mejor amiga. Dormir a su lado en vez de a sus pies le ayudaría esta noche...

Catra estaba acostumbrada a dormir en el extremo de la cama de Adora. Siempre salía a hurtadillas de su litera para acurrucarse lo mas cerca posible de Adora, dormitando al lado de sus pies. Siempre se sintió más segura allí, con Adora a su lado. Algo en Adora la hacía sentir como en casa, sin importar dónde estuviera.

Desde que Catra desertó de la Horda, las circunstancias no han cambiado realmente en ese sentido. Catra se quedó con Adora en su cuarto, la relación que una vez se rompió fue rápidamente reparada. Al menos, un poco. Las cosas todavía estaban un poco tensas entre Catra y Adora, pero con razón. Habían sido enemigos durante mucho tiempo, una contra la otra y en bandos opuestos. Catra se sentía mal por todo lo que le había hecho a Adora, especialmente por las cicatrices que había dejado en su cuerpo por haberla atacado tan cruelmente.

A Catra no le gustaba pensar en ello.

Intentó borrar el pensamiento de su cabeza. Moviéndose, se estiró y cambió de posición al pie de la cama de Adora, amasando un poco las sábanas. La mayoría de las veces se la podía encontrar allí, normalmente cuando Adora estaba presente. Cada vez que Adora se iba a la cama, Catra la seguía y se acurrucaba en el mismo lugar. Igual que cuando eran miembros de la Horda y dormían en esas horribles literas. Adora siempre ha sido su hogar, aunque la rivalidad entre ellas duró un tiempo. La amaba más que a nada, y no creía que pudiera haber un día en que no lo hiciera.

El felino no podía ponerse cómodo.

Había estado tratando de conciliar el sueño por un tiempo, pero sus pensamientos incesantes no paraban de girar en su cabeza. Ella realmente se arrepintió de todo, luchando contra Adora, luchando por la Horda. Todo lo que su mejor amiga intentaba hacer era lo correcto. Claro, el hecho de que Adora la dejará atrás aún le picaba, y siempre lo hará. Pero el hecho de que Catra no pudiera comprender la realidad de la situación hizo que su rivalidad fuera mucho más intensa de lo que tenía que ser.

Cerrando los ojos, resopló suavemente. Su cola se enrolló alrededor de su cuerpo, balanceándose lentamente hacia adelante y hacia atrás. Se arrastró de nuevo, reposicionándose por enésima vez.

Adora amaba a Catra. La gatita lo sabía, de lo contrario no la habría perdonado, no la habría dejado quedarse con ella y no le habría dado la bienvenida a su espalda con unos brazos tan cariñosos y atentos. ¿Verdad? Claro, las cosas eran complicadas, pero Adora seguía actuando de la misma manera que cuando estaban juntas en la Horda. Todavía se burlaba de Catra, dejaba que peinara su pelo, le disparaba esa hermosa sonrisa. Pero, a pesar de eso, no dificultaba el hecho de que Catra le hizo daño, tanto físico como mentalmente. Causaba conflictos, no veía el panorama general. Probablemente dejó a Adora con el corazón roto, ambas lo estaban, durante algún tiempo.